“Después

de pasar por el sector público, me gustó mucho el poder aportar desde ahí”

Sorpresiva resultó la designación de la periodista Nicole Keller (34) como miembro del directorio de Metro. No es la única representante femenina: la acompañan la también períodista Karen Poniachik, ex ministra de Minería y ex titular de la CNE, y la ingeniera comercial Luz Granier, ex subsecretaria de servicios sociales.

—¿Qué experiencia tienes en transportes y obras públicas?

—Trabajé entre 2010 y 2014 como jefa de gabinete de Loreto Silva cuando fue subsecretaria y después ministra de Obras Públicas (MOP). Me tocó acompañar proyectos grandes como Vespucio Oriente, Puente Chacao. Obviamente que no soy ingeniera, pero sí participé en los temas de relacionamiento (con las comunidades) y manejo de stakeholders. Después fui secretaria ejecutiva de la comisión de infraestructura del candidato Sebastián Piñera, que integraban Loreto Silva (presidenta de Enap), Lucas Palacios (subsecretario del MOP), Louis de Grange (presidente de Metro) y Hernán de Solminihac. La pega era armar el programa de infraestructura, lo que involucró sentarse con los actores de la industria, alcaldes, parlamentarios y organizaciones sociales.

En esa instancia “se hizo el fiato” —cuenta— con De Grange, a quien ya conocía desde su paso por el MOP.

—¿Cuál crees que será tu aporte en el Metro?

—En general, todos los directorios de las empresas públicas y privadas, están aplicando cada vez más una mirada desde la reputación y del relacionamiento con públicos de interés. Creo que mi aporte va a tener que ver mucho con esa mirada. Metro es una empresa muy importante para los chilenos y con grandes desafíos.

—¿Quieres seguir el camino de tu colega periodista y directora de Metro Karen Poniachik en el sector público?

—No me lo he proyectado. Fue un gran desafío que se me planteó y lo quise tomar para aportar.

—¿Te lo planteó el Presidente Piñera o te llamó Louis de Grange?

—Son detalles que prefiero no compartir.

“Me preocupé de los conflictos de interés”

—¿Eres usuaria del Metro?

—En el trabajo, sí. De la casa a la oficina, voy en auto. Cuando estoy en la zona de Sanhattan en alguna reunión y tengo que ir al centro tomo el Metro. Si me preguntas si tengo tarjeta BIP, la tengo.

—¿Vas a seguir trabajando en la agencia de comunicaciones Grupo Etcheberry?

—Sí, me preocupé de revisar que no hubiese ningún conflicto y si surgiera alguno en el camino, me inhabilitaría.

Hace cuatro años es socia de la agencia fundada por la abogada María Elena Etcheberry. Es su segunda vuelta, porque allí trabajó antes de irse al gobierno de Piñera I.

Pauline Kantor —actual ministra del Deporte— también fue socia antes de entrar como cabeza del programa Elige Vivir Sano del primer gobierno de Piñera.

—¿Sabes por dónde va a ir la Línea 7 del Metro?

—Las estaciones no están definidas todavía.

—¿Cuál va a ser el recorrido: donde parte y termina? (Renca a Estoril)

—No están definidas las estaciones, y de nuevo, no puedo hablar de ese tema porque es específico de Metro.

—¿Hay alguna influencia familiar en el gusto por las políticas públicas pensando que tu padre Thomas Keller fue presidente ejecutivo de Codelco?

—La verdad es que es un tema que a mí me ha apasionado siempre desde mi propia mirada. Después de pasar por el sector público, me gustó mucho el poder aportar desde ahí. Que haya estado o no mi papá, fue al mismo tiempo además, es un tema más personal que familiar.

—¿Sabes si Colbún es proveedora de energía a Metro, dado que tu padre es gerente general de esa eléctrica?

—Yo entiendo que no. Pero yo por supuesto me tengo que inhabilitar en todos los temas de energía. Prefiero hacerlo y es parte de lo que tengo que hacer en mi declaración de inhabilidades.

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El sindicato N°1 de Minera Escondida, la mina de cobre más grande del mundo, estima que es “altamente probable” que no se alcance un acuerdo con la compañía en el marco de la negociación anticipada de su contrato colectivo. Esto se debe a la falta de avances en temas vitales, dijo a la agencia Reuters el portavoz del sindicato, Carlos Allendes.

“Si la empresa no avanza en los temas que insistentemente le hemos planteado estas últimas semanas, el escenario de una negociación reglada es altamente probable”, sentenció.

De no lograrse un acuerdo, el lapso legal para iniciar las discusiones se abre a inicios de junio próximo.

Los trabajadores sindicalizados aceptaron el 23 de marzo pasado una oferta a dialogar antes del plazo legal para intentar un acuerdo contractual y evitar una huelga como la que paralizó el yacimiento durante 44 días el año pasado.

En esa oportunidad, y tras no acercar posiciones, el sindicato apeló al artículo 369 del Código del Trabajo que le permitió prorrogar por 18 meses el convenio vigente.

La última oferta que hizo la empresa en marzo del año pasado a los trabajadores incluía un bono de término de conflicto de $11,5 millones (frente a los $25 millones exigidos por el sindicato), un reajuste de sueldos mediante IPC y una duración del nuevo contrato colectivo de 42 meses.

Por tratarse del yacimiento más grande del mundo, cuya producción supera el millón de toneladas al año, los ojos del mercado del cobre están puestos en esta negociación, pues repercute en el precio del metal, que hoy se cotiza en US$3,16 por libra.

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días estuvo paralizado el yacimiento el año pasado antes de que el proceso de negociación se postergara en 18 meses.

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