Desde que apareció este año en la teleserie Soltera Otra Vez 3, la han nombrado como la actriz revelación. María Jesús Vidaurre (21 años) reconoce que le gusta y la motiva tal denominación. Tutú, como le dicen desde niña, siempre tuvo el sueño de aparecer en la pantalla. Su abuela le enseñó ballet cuando tenía 6 años, luego fue modelo, hasta que se decidió estudiar actuación. Se considera millennial, impaciente, tecnológica, y busquilla. Tanto es así, que cuando era adolescente envió mensajes por Facebook a directores de televisión, ofreciéndose para actuar. Y le resultó. Algunos años más tarde, la llamaron para hacer castings en Canal 13. Y aunque dice, entre risas, que hoy considera que enviar mensajes no lo volvería a hacer, sí tiene en mente nuevas metas. Y esos nuevos sueños ella los nombra como “las tres eles”, en referencia a tres directores nacionales con los que le gustaría algún día trabajar: López, Lelio y Larraín.

—¿Qué piensas cuando te ves en pantalla?

—Es extraño, porque de repente te sientes mal y tienes que actuar igual, a veces no tienes voz y tienes que disimular. Entonces muchas veces dije: ‘Chuta, esta escena no creo que salga bien'. Y ahora viéndola, digo: ‘Oye, igual como que no se nota que estaba resfriada'. A mí, personalmente, me gusta mi personaje, me cae bien (ríe). Me cae bien mi familia también.

—¿Por qué te cae bien tu personaje?

—Me cae bien, en verdad, la situación familiar en general, la encuentro chistosa, a pesar que toca temas serios, sensibles, como el machismo, las parejas, padres muy conservadores, o cuando no hay espacio de confianza. Pero se aborda de una manera súper cómica.

—Te han calificado en varias notas en medios como la “actriz revelación”. ¿Qué sientes cuando escuchas eso?

—(Ríe) No sé, es muy loco. Sigo teniendo una vida normal, no lo siento parte de mi vida todavía. Igual me pasa de repente que voy caminando y alguien me dice: ‘Oye, tú eres la de Soltera Otra Vez'. O el otro día fui al doctor, y me dijeron: ‘Usted es la niñita de la tele'. ¡Jajaja! Es extraño, pero me gusta, obvio, porque soy debutante y me ha hecho sentir especial (ríe). Genial.

—¿Te piden fotos?

—Sí, los niños chicos, sobre todo. No es un horario muy para escolares, pero sí hay escolares que me saludan. Y me piden saludos para la alianza.

—¿Entonces no te molesta la exposición?

—No... Sí me pasó, en el verano, que me hackearon mi Instagram. Y eso igual fue como un acercamiento a una vida un poco ajena. Fue fuerte igual. Y mucha gente me llamó a mí celular, gente que no conozco, o me hablaban por WhatsApp. Entonces yo desde la buena onda, les decía: ‘Oye, mejor hablemos por Instagram'. Eso me freakeó un poco, me dio un poco de nervio. A veces hay situaciones medias sicópatas, pero en general, la gente es bacán, buena onda.

—¿Qué te dicen tus amigos que te conocen de chica?

—Todos me han apoyado demasiado. Se cagan de la risa, y me mandan mensajes diciendo: ‘huevona, te portaste pésimo hoy día', refiriéndose a mi personaje (ríe). Y mi familia, encuentro que exageran demasiado, dicen que yo tenía esa misma intensidad de mi personaje, cuando tenía 15 años. Pero yo estoy segura de que era demasiado santa, estoy en contra de esa opinión. Jajajajaja. Mi mamá me dice: ‘Ay, eras igual a esa edad'.

—Has contado que enviaste un mensaje por Facebook a algunos productores ofreciéndote como actriz cuando eras niña.

—Sí, y me contestó muchos años después, y me dijo que fuera a Canal 13 y tuvimos un par de entrevistas, castings, y lecturas de guion. Qué loco en verdad, y genial porque resultó, pero ahora no haría eso de enviar mensajes por Facebook.

—¿Siempre has sido así de busquilla?

—Sí, lo encuentro un poco sicópata lo de Facebook, creo era más de esa época, pero sí, soy bien busquilla. Y me empecé a sentir capaz con el modelaje. Después dije: ‘Ok, puedo hacer comerciales', y ya, dije, voy a estudiar actuación y voy a hacer todas las cosas que quiero hacer. Y las cumplí, así es que genial. Tengo otras metas, ojalá las cumpla (ríe).

—¿Cuáles son esas nuevas metas?

—Bueno, me estoy preparando, obviamente, pero mi meta son las ‘tres eles', que le digo yo: López, Lelio y Larraín (cineastas chilenos). Así que, ojalá tener la experiencia para trabajar con ellos, que para mí son grandes directores.

—¿Cómo te definirías como persona?

—Súper alegre, energética. Soy demasiado inquieta. Pero me defino sencilla, no soy muy pretenciosa en la manera de vivir. Me encantan las cosas simples, de hecho. Disfruto mucho de la naturaleza, mi familia, y lo que es importante para mí, las cosas que me dan amor.

—¿Te sientes millennial?

—Antes no lo entendía. Pero lo que me hizo sentido, es que es una generación que realmente tiene todo al instante, muy impaciente, más reclamadora de derechos, porque estamos más informados. Entonces, sí, me siento millennial. Somos mucho más tecnológicos. Me ha tocado escuchar que critican demasiado lo tecnológico y es como ‘pero, ha dado demasiadas oportunidades'. Todo lo que soy (ríe), es a partir de poder enviar mails, enviar mensajes virtuales. ¡Jajajaja!.

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