Desde 1990 a 2015

Cadena evolutiva

Las ocho bestias que presentará el artista son reflejo de sus investigaciones desde 1990 a 2015.

Así, a inicios de los 90, Jansen compró grandes cantidades de tubos plásticos y exploró las fortalezas y las debilidades de estos materiales. Los unió con cinta adhesiva, intentó hacer articulaciones, pero fracasó. Este primer intento se llama “Animaris vulgaris”, que viene a Chile.

Son ocho esqueletos que muestran como Jansen pasó de armar una escultura que no podía ponerse en pie hasta una que podía efectivamente hacerlo (“Animaris Currens Vulgaris” 1991-1993) e incluso moverse por sí solas ( “Animaris Vermiculus”, “Animaris Rugosus Peristhaltis” y “Animaris Currens Vaporis” 2001-2006). Una evolución ha alcanzado tal punto que, por ejemplo, “Animaris Plaudens Vela” (2013-2015) cuenta con tubos que exudan agua, tal como si fuesen glándulas.

Cuando sea 14 de abril y el reloj marque el mediodía en Chile, uno de los ocho strandbeests o animaris irá moviéndose por la explanada del Centro Nacional de Arte Contemporáneo Cerrillos.

Será entonces cuando debute en el país estas grandes figuras que simulan el esqueleto de los animales y que se mueven gracias al soplo del viento o con ayuda humana.

Pero la creación del escultor cinético holandés Theo Jansen, la muestra “Algoritmos del viento”, no sólo es el resultado de la exploración artística de 27 años del artista que une ingeniería y física con arte; sino que una apuesta fundamental del centro cultural que lidera la gestora cultural Beatriz Salinas. Principalmente porque será una prueba de fuego en materia de captar nuevos públicos, ya que, desde su inauguración en septiembre de 2016, se ha criticado el acceso al espacio, por su lejanía con el centro de Santiago.

Una muestra de esto es, por ejemplo, las cifras de audiencia del primer año. A septiembre de 2017, 18 mil personas asistieron hasta el centro, mientras que el primer año del Centro Cultural Palacio La Moneda convocó a 780 mil. Al respecto, en entrevista con La Segunda, en septiembre del año pasado, Beatriz Salinas señaló: “No podemos compararnos con un espacio que está en un lugar céntrico como el GAM o el CCPLM. No es justa esa comparación. Efectivamente estamos alejados del circuito. Tú tienes que planificarte para venir acá”.

Sin embargo, en aquella ocasión, no existía la Línea 6 del Metro de Santiago. Y tampoco la estación Cerrillos, la que fue inaugurada en noviembre del año pasado. En los primeros tres meses del 2018 el centro suma ya 10.816 visitantes.

En este escenario la llegada de la obra de Jansen —organizada por la Fundación Mar Adentro y el Ministerio de las Culturas— será el primer blockbuster del lugar, es decir, una gran exhibición de arte internacional que, según como ha demostrado la experiencia chilena con capítulos como los de Yoko Ono o Andy Warhol, podría significar un rotundo éxito de audiencia. Por mencionar en detalle una de estas: “Yayoi Kusama: obsesión infinita” convocó 195 mil personas en 2015 y 88 mil en 2016 en CorpArtes.

Nury González: “Esta muestra da una mala señal”

Una de las expertos del mundo del arte que considera que convocará un buen público se encuentra la curadora Inés Ortega- Márquez: “La curiosidad por la obra de este físico soñador aumentará transitoriamente de modo notable el número de visitantes, que por una parte es de origen artístico y por otra escolar y familiar”.

Sin embargo, Ortega-Márquez hace una salvedad: “Pero me parece que el incremento estable de las audiencias del Centro Cerrillos tiene que ver más con el desarrollo de dos objetivos: creación y educación, que con el impacto de un evento tan inquietante y atractivo como los animales vivientes de Theo Jansen”.

Pensando también en el trabajo a lo largo de este tiempo, está el académico Pablo Chiuminatto:

“La construcción del prestigio de una institución se logra de manera gradual. No hay un poder de convocatoria mágico ni artistas que sean magnéticos. Basta pensar lo que ocurre en el CCPLM o en CorpArtes. Pero hay que entender que esas muestras híper exitosas están en un marco programático integrado y en un país en que, además, lo local no vende igual, no tiene la misma valoración”.

En tanto, más radical es la artista visual y académica de la Universidad de Chile Nury González: “Me habría gustado otra exposición. No siento que Cerrillos esté lejos o fuera de la ciudad, depende de cómo se mire; pero sí siento que esta muestra da una mala señal de lo que es el arte contemporáneo y su relación con la sociedad. Hay otras muchísimo más significativas. Me gustaría una mucho menos anclada en el espectáculo”.

Cierra la discusión sobre la lejanía del lugar y si podrá sumar público el Premio Nacional de Arte Plásticas 2003 Gonzalo Díaz. “Discuto la lejanía del Centro de Arte Contempráneo de Cerrillos. Esto último fue una crítica del comentarista de arte de El Mercurio, Waldemar Sommer. Es cierto que dicho Centro no queda ni en Vitacura ni en La Dehesa, lugares remotísimos, y no sólo geográficamente, para una enorme cantidad de santiaguinos. El Centro Cerrillos tiene la obligación de mostrar obras de arte contemporáneo y hacerlas accequibles al gran público, mediante programas de educación y difusión del pensamiento crítico involucrado en el arte contempráneo. Y está haciendo una gran labor en este sentido en la Comuna de Cerrillos, que debiera extenderse a las comunas vecinas, enormemente pobladas de personas y jóvenes que necesitan conocer la producción relevante del arte contemporáneo, tanto nacional como internacional. Las obras mecánicas de Jensen pueden ser un desvío de esta importante tarea”.

La primera actividad de Jansen será una conferencia el 12 de abril en GAM.

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