Fue uno de los primeros temas mencionados antes de que el Presidente Sebastián Piñera asumiera el cargo el pasado 11 de marzo. Estaba comenzando el mes cuando el ahora ministro del Interior, Andrés Chawick, aseguró que “el tema de la inmigración es de máxima relevancia y prioridad”. Palabras que se concretaron ayer, cuando el ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, anunció urgencia simple para el proyecto de Ley de Migraciones.

Iniciativa que recayó en el texto ingresado por el Presidente en junio de 2013 —patrocinado por Interior y con la participación de 10 carteras— y que quedó paralizado en la Comisión de Gobierno de Interior de la Cámara, en 2014. El proyecto, según consigna hoy Pulso, recibiría indicaciones entre marzo y abril para incorporar la creación de un Servicio Nacional de Migración y de visas consulares.

El contenido de este proyecto así como el que ingresó la ex Presidenta Bachelet, en agosto de 2017 (a seis meses de concluir su mandato), han recibido críticas por parte de las organizaciones de migrantes. “Los dos tienen carencia en un enfoque de derechos. Tienen una visión desde la seguridad respecto del tema migratorio”, explica el secretario ejecutivo del Movimiento Acción Migrante (MAM), Eduardo Cardoza. Pero, ¿cuáles son sus diferencias?

1. Institución. El primer tema que salta a la vista es la decisión de crear una institución encargada de la materia. Según el presidente de la Coordinadora Nacional de Migrantes, Rodolfo Noriega, el proyecto de 2013 define una institución migratoria, la División de Migraciones, que tendría mayor rango de notoriedad. “Hoy hay distintas autoridades migratorias. Eso se mantenía en el proyecto de la Presidenta Bachelet, ya que se trataba de instituciones difusas”, explica.

2. Visas. Otro punto son las categorías de ingreso que establecen ambos proyectos. El de Piñera consignaba tres tipos: permanencia transitoria, residencia temporal y definitiva. Mientras que el de Bachelet, cinco: turista, visitantes, habitantes de zona fronteriza, residentes temporales y residentes definitivos. A pesar de las diferencias, Noriega explica que “en ambos proyectos las definiciones de las subcategorías estaban relegadas a un reglamento, lo que es cuestionable”.

3. Beneficios sociales. En el texto de 2013 establece una limitación para el acceso a la salud y a la seguridad social “financiadas en su totalidad con recursos fiscales”, a aquellos que hayan permanecido “de manera contínua” por mínimo dos años. “El texto es clara y abiertamente restrictivo. Puedes estar en un sistema previsional o cotizar, pero tienes un período de carencia, que no se define en el proyecto de 2017”, agrega Noriega.

4. Deberes y derechos. Si bien el proyecto del actual Presidente facilita el reconocimiento de títulos universitarios, Noriega señala que aborda materias cuestionables “como la nacionalidad de los niños extranjeros nacidos en Chile, que es un tema constitucional, y que no está en el proyecto de Bachelet, lo que es correcto”.

El jueves 10 de mayo. Ese día serán las elecciones de rector en la Universidad de Chile, y de haber segunda vuelta, ésta se desarrollará el 29 de mayo.

Así lo definió el Consejo Universitario de ese plantel, que en su última sesión convocó a los comicios en que tienen derecho a voto todos los académicos con jerarquía de profesor que cuenten con al menos un año de antigüedad en el plantel.

Si bien las candidaturas pueden comenzar a inscribirse a partir del 6 de abril, ya hay dos nombres en carrera: el decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Patricio Aceituno, y el actual rector, Ennio Vivaldi.

Mientras el primero —ingeniero civil electricista— ya cuenta con un afiche que lo muestra como opción para dirigir el plantel y ha realizado reuniones con docentes de diversas unidades para direccionar su candidatura, Vivaldi anoche convocó a una cincuentena de académicos en La Chascona (Bellavista) a una reunión para proyectar su campaña.

A la reunión llegaron más de 130 académicos de diversas unidades, entre ellos María Olivia Monckeberg (directora del Instituto de la Comunicación e Imagen), Fernando Vio (ex director del INTA), Manuel Antonio Garretón, Juan Pablo Mañalich, Ramón Griffero (director del Teatro Nacional Chileno), Nury González (directora del Mapa), Faride Zerán (vicerrectora de Extensión y Comunicaciones), Andrea Slachevsky (neuróloga, doctora en Ciencias con especialidad en Cerebro), el doctor Luis Berr y Daniel Hojman.

En la última elección —realizada en mayo de 2014— fueron cinco los candidatos que se presentaron, y finalmente Ennio Vivaldi y Raúl Morales pasaron a la segunda vuelta.

El primero consiguió imponerse con el 58% de las votaciones, revirtiendo el resultado de la primera vuelta, donde Morales se impuso por un corto margen.