Desde la campaña, el mismo futuro ministro del Interior, Andrés Chadwick, se definió como un “coordinador” y no como “generalísimo”.

Ese modelo de poder más horizontal —en un comité político con cinco experimentados ex ministros del antiguo gobierno, más un debutante, pero empoderado por el Presidente electo Sebastián Piñera— se instalará en La Moneda a partir del domingo

Al dejar La Moneda en 2014, Chadwick era el ministro más poderoso y el principal asesor de su primo. En la Fundación Avanza Chile, de hecho, asumió como presidente del directorio.

Sin embargo la asimetría de Chadwick ante sus pares se ha equilibrado.

Esto quedó patente con el nombramiento del gabinete, donde otros dos ministros retomarán tareas que ya conocen: Felipe Larraín (en Hacienda) y Cecilia Pérez (en Segegob). Otros dos ex ministros asumirán en cargos distintos: Alfredo Moreno (en Desarrollo Social) y Cristián Larroulet (como jefe del “Segundo Piso” de La Moneda, lugar donde trabajan los asesores presidenciales). Y si bien Gonzalo Blumel (Segpres) asoma en el papel como el más débil, ha sido ungido como el discípulo favorito del Presidente.

“Lo más probable es que a la cabeza del grupo político estén Chadwick, Pérez y los subsecretarios Rodrigo Ubilla y Claudio Alvarado”, dice un analista consultado, quien agrega que bajo esa lógica la “pata técnica” estará “entre Blumel, Larroulet y Moreno. Quien juntará esos dos mundos será Larraín”.

A este círculo de influencia en el Mandatario se suman otras figuras de confianza como Magdalena Díaz (jefa de Gabinete de Piñera), Fernanda Otero (periodista y asesora informal del Presidente) y el diputado RN y próximo titular de Trabajo, Nicolás Monckeberg.

A juicio del director del Instituto Libertad, Aldo Cassinelli, “las distintas figuras que se instalan en el entorno del Presidente son potentes, lo cual hace que la sumatoria de ministros haga un equipo político mucho más potente”.

“La vez pasada, Andrés Chadwick era el gran capitán, ahora hay un bloque que tiene mucho poder”, añade el analista Carlos Correa, ex director de la Secom.

El alcalde Joaquín Lavín también aventura que el poder estará repartido (ver entrevista página 13)

Chadwick con límites

Este esquema menos vertical no incomoda necesariamente al próximo ministro del Interior, quien seguirá siendo en el número dos en la línea de sucesión.

Hace un año, Gonzalo Cordero, columnista, abogado UDI y describió a su amigo como “un político de primera línea que no busca el liderazgo, por eso nunca presidió la UDI y creo, aunque suene a ingenuidad, que nunca se ha mirado al espejo imaginando una banda tricolor cruzada en el pecho”.

En esa columna publicada en T13.cl, “Andrés Chadwick o el elogio de la política”, Cordero, entonces socio de Azerta, señala que él “logra algo que parece imposible, estar en la ‘pole position', pero sin ser amenaza para todos los que vienen atrás y buscan su oportunidad”.

Coincidentemente lo ocurrido después con Cordero, quien llegó de la mano de Chadwick para conducir las comunicaciones de la campaña, demostró que en el nuevo esquema de poder del piñerismo, el peso del ex ministro del Interior no fue suficiente para que impedir que el ex socio de Azerta fuera removido debido a roces con otros integrantes influyentes del comando. Luego del episodio, Cordero guardó silencio y se replegó en el mundo privado.

El hecho dejó en evidencia que el poder de Chadwick tenía límites, especialmente cuando hay alianzas tácticas de otras figuras en el entorno de Piñera.

“No tenemos esquemas de jefaturas sino que roles y funciones en un trabajo participativo entre todos”, dijo en octubre de 2017 Cecilia Pérez, al comentar el cambio de funciones de Cordero, quien, a juicio de la vocera, nunca fue jefe de comunicaciones.

Pero en este modelo “participativo” del entorno de Piñera, el otrora “coronel” UDI ha preferido vuelto a echar mano a su red de amigos para conformar su equipo. Entre ellos el abogado UC Luis Hermosilla, con quien tuvo el estudio “Hermosilla y Chadwick”, oficina que luego intentó rearmar en mayo de 2014 cuando formaran, junto a Pablo Longueira, la consultora LCH&H.

Además de Longueira y Hermosilla, la red de apoyo de Chadwick la integran otros fundadores UDI, como Julio Dittborn y Juan Antonio Coloma.

El senador RN Andrés Allamand y su esposa, la futura ministra Marcela Cubillos, también son parte de su red política basada en afectos y amistades.

De hecho, Ubilla, quien será nuevamente el segundo de Chadwick, es un reconocido allamandista, mientras que la hija del futuro ministro del Interior, Camila Chadwick, quien ya trabajó con Allamand en Defensa, ahora será jefa de gabinete de Cubillos.

La huella de Larroulet

A diferencia de la tarea política de Chadwick, “la batalla de Larroulet es más bien ideológica”, dice uno de los consultados.

Y si bien el ex ministro Segpres en este nuevo gobierno ha preferido mantenerse en la sombras, varios nombramientos tienen su sello.

Blumel, de hecho, si bien es más liberal que Larroulet, también creció políticamente al alero del ministro. La futura ministra de la Mujer, Isabel Plá, fue su jefa de estudios. Los ingenieros comerciales Carlos Ríos y Rafael Ariztía, que entrarán al Segundo Piso, y el futuro subsecretario Ignacio Guerrero también son parte de su semillero. En total, 14 de los 36 subsecretarios trabajaron en algún momento con Larroulet o son de su confianza.

“Es más bien gente que trabajaba con él y que se volvió necesaria para Piñera”, comenta Andrés Sotomayor, ex coordinador del área legislativa de la Segpres, entre 2010 y 2014, quien agrega que el ex ministro “es muy formador, pero también da espacios y eso ayuda a que uno crezca”.

Pérez: nuevas redes

Cecilia Pérez también logró convertirse en otra pieza clave del esquema de poder de Piñera.

Desde su paso por el Sernam, a la Intendencia Metropolitana y luego a la Segegob, escaló rápidamente en la jerarquía piñerista. Y su principal aliada en este proceso fue Magdalena Piñera

“En términos políticos, a mis 38 años no tengo la experiencia de un Andrés Chadwick, pero jamás me he sentido mirada en menos o ninguneada”, dijo Pérez a La Tercera en 2013.

La senadora de Amplitud, Lily Pérez, con quien conversa todos los días por teléfono y de quien fue jefa de gabinete, señala que “en estos años ha crecido muchísimo políticamente y ha desarrollado su propio perfil. Se supo integrar muy bien al equipo del Presidente Piñera”.

En su participación en Radio Agricultura cultivó lazos con panelistas de la nueva oposición, entre ellos el PC Juan Andrés Lagos, el diputado electo de RD Miguel Crispi y la alcaldesa DC Carolina Leitao. A ellos se suma el diputado DC Matías Walker.

No obstante, sus últimos gestos están más orientados su flanco interno. Una de sus tareas ha sido recomponer lazos con el senador RN Manuel José Ossandón, de quien fue jefa de comunicaciones en Puente Alto. Este intento dio algunos frutos y fichó como subsecretario al concejal Emardo Hantelmann, reconocido ossandonista.

Blumel: el novato

Pese a ser novato del comité político, Blumel fue el primer ministro que conformó su equipo. Reclutó a profesionales liberales como la abogada Fernanda Garcés, pero también se rodeó de otros con miradas más conservadoras como Julio Isamit (jefe de Gabinete) y Máximo Pavez (UDI, ex Fundación Jaime Guzmán).

También Piñera nombró al ex subsecretario Segpres Claudio Alvarado en el mismo cargo, lo cual tiene sólo una lectura: apoyar a Blumel en las conversaciones en el Congreso. Pero, como parte de su proceso de aprendizaje, ya pidió encuentros con los jefes de bancada de la Nueva Mayoría.

Dentro se sus apuestas figura impulsar una agenda de infancia. Por eso ya se ha reunido con diputados como la RN Marcela Sabat. “Se buscará un acuerdo. Seguirán adelante con los proyectos del Sename, pero enviarán indicaciones sustitutivas”, dice.

Sin embargo, la principal tarea de Blumel es encarnar el alma liberal del gobierno. Él ya ha dicho ser partidario del matrimonio igualitario. Y ese punto ya tiene una aliada: Cecilia Pérez.

Moreno, el autónomo

Sin embargo, si de contrapesos se trata, la señal más contundente de Piñera fue designar a Alfredo Moreno en Desarrollo Social, cuya misión será presionar para una agenda social frente a las restricciones que impone Hacienda.

Parte de esa agenda será expuesta el próximo jueves, en Casa Piedra, donde Moreno se reencontrará con sus viejos amigos de Icare.

Moreno es visto como uno de los ministros más autónomos, dada su amistad con el Presidente, quien —según un cercano al ex canciller— le pidió “conversar con todos los sectores”.

Con esa tarea, el futuro ministro, en las últimas semanas, se ha reunido con técnicos y representantes de organizaciones civiles, de jóvenes, indígenas, de discapacidad, de adultos mayores y de niñez.

En tanto, en materia de equipos Moreno se ha rodeado con cercanos de otras figuras políticas.

El próximo subsecretario de Servicios Sociales, Sebastián Villarreal, está casado con Pilar Larroulet, hija del ex Segpres, mientras que su jefe de gabinete será Juan Pablo Longueira Brinkmann, hijo del ex senador Pablo Longueira.

Ventaja de Larraín

No obstante, el modelo de trabajo de Piñera no sólo considera contrapesos, también abre el espacio a eventuales alianzas tácticas entre ministros sobre la base de visiones ideológicas (por ejemplo, liberales a favor del matrimonio igualitario), o bien en función de tareas ministeriales.

Felipe Larraín, quien el martes pasado expuso en el CEP sobre modernización del Estado, compartirá esa tarea de reformar al aparato público con Blumel y Larroulet.

“Siempre me he sentido muy empoderado. Ahora tengo un poco más de experiencia no más”, dijo a la salida del encuentro del CEP.

Y al ser consultado sobre la posible contraparte técnica que podría ejercer Moreno desde Desarrollo Social, señaló que son “parte del mismo equipo y como tal empujarán todos del mismo carro”.

Una de las ventajas de Larraín sobre sus pares es que conformó un equipo de profesionales de su confianza, varios provenientes de Clapes UC, centro donde ejerció en los últimos cuatro años. Además tendrá como subsecretario a Francisco Moreno, quien fue su coordinador legislativo en el gobierno pasado.

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Cecilia Pérez se ha ganado el respeto transversal en el mundo político y entre la ciudadanía. Tiene potencial para aspirar en el futuro a ser Presidenta de Chile”.

Gonzalo de la Carrera

Atendida la personalidad y forma de actuar del Presidente electo, me parece que ninguno de los nombrados tiene una influencia decisiva en él. En este aspecto, yo creo que el único siete se lo sacaría doña Cecilia Morel”.

Joaquín Villarino

La designación de Andrés Chadwick, Cristián Larroulet y Gonzalo Blumel es una clara señal de que el nuevo gobierno sabe que su destino pasa por impulsar acuerdos con el resto de las fuerzas políticas”.

Alfredo Morgado

Alfredo Moreno es un empresario en políticas sociales. Tendrá que probar su capacidad de negociación y creatividad en un área ajena y que lo mirará desde la desconfianza”.

Lucía Dammert

Me preocupa que el ‘círculo de hierro' de Sebastián Piñera es demasiado liberal para representar a quienes votaron por él”.

Henry Boys

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Los evaluadores León Cohen (psicoanalista), Henry Boys (director obsevatorio San Juan Pablo II), Sebastián Gray (arquitecto), Joaquín Villarino (Consejo Minero), Gonzalo García (empresario, ex CMPC), José Carreño (Consejero Sofofa), Gonzalo de la Carrera (empresario ex la polar), Rodrigo Abumohor (empresario), Ernesto Vásquez (académico U.de Chile), Francisco Ortega (escritor), Alejandro Alarcón (economista), Pablo Chuminato (académico UC), Juan Enrique Pi (Presidente Fundación iguales), Juan Enrique Vargas (abogado), Alfredo Morgado (abogado), Héctor Velis-Meza (académico), Marco Kaplún (empresario), Vivian Lavín (gestora cultural), Barbara Salinas (abogada), Lucía Dammert (académica Usach).

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