“Trabajo full para Chile desde Ottawa en Canadá. Tengo un robot en la oficina en Santiago, así que me paseo allá por el robot, converso con todo el mundo, incluso entrevisto gente que va a la oficina, es como estar ahí”. Así describe Felipe Lavín su trabajo como director ejecutivo de Idealis, el primer head hunter de abogados chilenos. Dice que partieron hace diez años en nuestro país, y que desde hace poco también tiene oficina en México. “En general, la mayoría de las búsquedas son en Chile, muchas veces para empresas multinacionales, pero también reclutamos abogados para nuestros clientes chilenos que operan en distintos países de Latinoamérica”, explica.

—¿Se consideran pioneros?

—Cuando partimos nos dijeron que estábamos locos, porque el head hunting de nicho es muy difícil, sobretodo en derecho, porque en las oficinas los abogados se eligen entre parientes o amigos.

—¿Qué tan cierto es eso?

—Que hayamos cumplido diez años es un testimonio vivo de que el mercado ha cambiado, porque si fuera correcta la profecía de la gente chaquetera que nos dijo que no llegaríamos a ninguna parte porque el mercado de los abogados se mueve de otra manera, no estaríamos hablando ahora. Las empresas y algunos estudios más emblemáticos decidieron contratar por mérito.

—¿Algún ejemplo concreto?

—Esas oficinas que no saben cómo sacarse al hijo del socio. Idealis fue el antídoto para deshacerse de los parientes a los que no querían traer.

—¿Han debido adaptarse a la personalidad de los millennials?

—El millennial es un tipo acostumbrado a compartir toda su vida en la red. Tenemos expertos que analizan todo lo que publica el abogado en las redes sociales. Si resulta que el tipo salió “a poto pelado” en Facebook, tengo que por lo menos saberlo, porque al cliente puede parecerle inadecuado o súper buena onda.

—¿Ya no sienten que es como una suerte de profesión de alcurnia?

—Hoy día muchos abogados jóvenes perciben su profesión como haber aprendido un lenguaje. Son mucho más de metas de corto plazo, de querer participar más en las decisiones. Después de uno o dos años te dicen que van a desenterrar pirámides a Egipto o a salvar el Amazonas, y que después volverán al derecho. Con los cambios de gobierno uno ve mucho esto, que hacen voluntariados, se van a una municipalidad, o al Sename.

—¿Y qué los motiva?

—El millennial encuentra su satisfacción en que su pega tenga sentido, quieren ver el círculo completo, no ser un engranaje más.

Lavín explica que a sus 41 años, trabajar a través del robot de telepresencia ha sido todo un descubrimiento. “Desde mi celular, lo hago avanzar, que entre a una sala de reunión, o acompañe a una persona a la puerta. Una vez le pusieron una peluca al robot, y fue divertido, porque yo soy pelado. Que siempre esté ahí te permite compartir información relevante en vivo, ya no es necesario citar a reuniones”.

—Mantienes vigilados a tus socios...

—A veces incluso los acompaño a reuniones fuera de la oficina.

—¿Cuál es tu próxima meta?

—Entrevistar a dos mil abogados en Chile este año, desde Canadá.

La corredora Renta 4, que comenzó a operar en la Bolsa de Comercio de Santiago en noviembre del año pasado, espera que el 2018 sea aún mejor que el 2017 para el negocio del corretaje, a pesar de que los volúmenes operados ya fueron 45,8% más que los de 2016. “Recién el año pasado fue un año digno para regresar a la bolsa”, comenta el gerente general de Renta 4, Carlos Ubeda.

—¿Por qué cree que volverá más gente a la bolsa?

—Desde 2011 tuvimos retornos negativos en acciones chilenas y mucha gente se fue de la bolsa. A eso se sumó la mala fama de casos como el de SQM. Pero ahora, tras las alzas de 2017, la gente está empezando a entrar en renta variable. Lo vimos en enero.

—¿Qué inversiones creen que serán más interesantes este año en este nuevo escenario?

—Hay que estar en renta variable por sobre renta fija este año, de todas maneras. Creo que la tendencia al alza más fuerte ya no será, como en 2017, la de las acciones de commodities (CMPC, Copec, Cap, etc). Van a seguir desempeñándose bien, pero no tanto como el año pasado. Creo que el sector bancario y retail andarán mejor. Los balances de estas empresas deberían mejorar por la vuelta de la confianza de los consumidores y el gasto.