Una familia atípica, con un padre que va por el mundo asumiendo desafíos. Reinaldo Rueda Rivera (60) y su esposa, la abogado Genith Ruano, observan con orgullo cómo sus hijos trazaron sus propios caminos: Alejandra (28), periodista deportiva; Carolina (24), comunicadora de Modas y trabaja en una consultora (graduadas de la universidad Ryerson en Canadá) y Juan David (20), que estudia Economía y Finanzas y está becado como futbolista en Texas, EE.UU.

“Con el estilo de vida de mi padre, aprendimos a valorar el tiempo que podemos compartir con él. Con cada uno tiene una conexión especial y particular… Él siempre es muy reservado en cuanto a su trabajo, nos comparte lo que considera necesario y sabe que nosotros apoyamos todas sus decisiones. Estamos muy felices por lo que significa una selección de la magnitud de Chile. Sabemos que a él le gustan los retos grandes”, dice Carolina desde Toronto.

—Para Rueda “la parte afectiva que le brinda uno a la familia es fundamental

—Tener a Reinaldo como papá ha sido tener a una persona excepcional presente en todas las etapas de mi vida. Guiándome, cuidándomes, enseñándome y haciéndome reír al mismo tiempo. Nos enseña a valorar, a ser humildes, y a respetar, él es también mi profe. Es muy cariñoso con mis hermanos y conmigo y siempre nos pide que nos queramos, nos respetemos y nos cuidemos.

—José Barralaga, jefe de deportes de La Prensa (Honduras), dijo que él defiende a sus jugadores como a sus hijos.

—Siempre piensa en el bien del jugador, como profesional y como persona. Los invita a cuidarse, respetarse unos a otros, al igual que a valorar el momento que están viviendo y aprovechar el tiempo con sus familias. Cuando toma una decisión acerca de un jugador, lo hace pensando en todos los aspectos.

—¿Cómo es su carácter a la hora de enfrentar conflictos?

—Paciente y recursivo. Es muy serio, pocas veces mi padre ha perdido la cabeza, a veces no entiendo cómo logra mantener la calma en diferentes situaciones. Siempre busca la manera más ética e inteligente de resolver los problemas.

Reinaldo es nativo de Cali y se crió junto a sus dos hermanos menores. Su madre, Orfa Rivera, es educadora. Su padre, Blas Rueda, transportista.

Es esa vocación por la docencia lo que une estrechamente a Reinaldo con su madre. “Son muy disciplinados y exigen siempre dar lo mejor. Los dos tienen la capacidad de adaptarse de una manera positiva a situaciones adversas, son muy fuertes”, cuenta Carolina.

En Cali, Reinaldo visita a su mamá, siempre hablan por videollamada después de los partidos y gozan de la música. “Mi papá disfruta mucho el vallenato y la salsa. Siempre gusta de compartir con sus amigos, y escuchar buena música”.

—¿Qué ha sido lo más difícil para ti de ser hija de un entrenador?

—Lo más difícil ha sido la distancia y su ausencia en fechas especiales, aunque eso también nos ha unido mucho.