Aunque no hay ninguna encuesta que lo avale, no alcanzaron a pasar 24 horas de anunciado el gabinete de Piñera para que analistas y periodistas le pusieran el rótulo de presidenciable a Alfredo Moreno.

Incluso, desde el día anterior a su nombramiento como ministro de Desarrollo Social, el lunes 22 en T13 Radio, el periodista Cristián Bofill llamaba a poner atención en quién sería el delfín “tapado” en el anuncio de Piñera. Al día siguiente Bofill escribió en Twitter: “Presidenciable del gabinete: Alfredo Moreno”.

La periodista Mónica Rincón, el ex presidente RN Carlos Larraín y los analistas políticos Claudio Fuentes y Gonzalo Müller, entre otros, también vieron una posible proyección presidencial.

Sin embargo, hasta el momento ningún grupo político lo ha promovido, por lo que su posible carrera presidencial sigue siendo todavía una especulación o bien un plan político aún poco socializado.

El cientista político Kenneth Bunker agrega una dosis de realismo y dice que hasta el momento no ha sido medido como presidenciable en encuestas públicas. Ni siquiera, explica, su nombre había figurado en el juego en Twitter “Electoral Death Match”, iniciativa creada por Bunker y Cristóbal Bellolio, donde miden preferencias presidenciales. “Probablemente lo pondremos en marzo”, adelanta.

Incluso, el CEP tampoco nunca lo incluyó, entre 2010 y 2014, cuando era canciller, en algunos de sus ranking de valoración de personajes políticos.

El único sondeo que ha medido su apreciación en la ciudadanía fue la Adimark. En febrero del 2014, su último mes como ministro, marcó una aprobación de 73%, algo habitual para un canciller. Sin embargo, solamente un 42% de los encuestados declaró conocerlo.

El gerente de asuntos públicos de Cadem, Roberto Izikson lo interpreta como parte de una estrategia. “El programa de Piñera está pensado en ocho años (...) y que el presidente de los empresarios pase al ministerio social por excelencia, con la misión de derrotar la pobreza, habla de que hay un interés por la proyección”.

En eso coincide el ex director de Adimark, Roberto Méndez. A su juicio “es una opción clarísima” la connotación presidencial de su nombramiento.

Y aunque ayer Alfredo Moreno, en Radio Cooperativa, trató de bajar el volumen de las especulaciones al señalar que “hablar de candidaturas está fuera de lugar”, Izikson aclara que la carrera presidencial, inevitablemente, “se juega con anticipación”.

Con esos elementos sobre la mesa, La Segunda consultó a expertos sobre lo que le falta a Moreno para ser presidenciable.

“Tiene que posicionarse”

Para el encuestador Cristián Valdivieso, socio de Criteria Research, la clave de una posible proyección presidencial de Moreno depende de que logre hacer un buen trabajo desde el ministerio. “Si logra vincular el desarrollo social con el crecimiento económico y eso tiene repercusiones respecto de la clase media, la clase más abandonada por el Estado, en general, tiene una buena posibilidad”.

“El rol de canciller, que tenía una buena evaluación, es un rol que por defecto es bien evaluado en las encuestas, así que hoy día está todo por verse. Tiene que posicionarse, construir desde Desarrollo Social una plataforma política que le permita decir: pasé por acá y mi paso no fue inocuo”, complementa Valdivieso.

“Le falta dar abrazos”

Sin embargo, a juicio del publicista y director general de la agencia de marketing político Multitud, Ángel Carcavilla, “Moreno todavía está muy enfrascado en la élite. Es un tipo más bien sobrio. Le falta pueblo, le falta calle, dar abrazos”.

“El gran salto de Michelle Bachelet es cuando la ven en un tanque. Eso es lo que le falta a Moreno: algo memorable. Si llegara, no sé, en un caballo al ministerio o vestido de huaso a trabajar... Con eso, inmediatamente te instalas. No es una cosa de tiempo, sino de la calidad del marketing”, añade Carcavilla, quien sostiene que Desarrollo Social “podría ser un gran puente hacia las masas”.

“Que le construyan ese puente para el mundo social, bajarlo del Olimpo y acercarlo un poco a la gente es buena estrategia, de todas maneras”, asegura.

No obstante, Carcavilla se resiste a perder la imaginación y agrega que “desde el marketing político, absolutamente todo es trabajable, todo es posible”.

Izikson también les resta importancia a los atributos blandos que Moreno no ha demostrado, porque, según él, “va a depender de qué atributos queramos que tenga el próximo Presidente”. “Uno no se imagina a Piñera dándole besos a las guagüitas o abrazando gente”, dice.

“Sin sintonía política”

Pero el pasado empresarial es algo que podría jugarle en contra, según el analista electoral RN Tomás Duval, ya que “siempre es dificultoso para un empresario ser candidato presidencial. Hay que recordar que los empresarios no pasan por un buen minuto”.

Otra desventaja, a juicio de Duval, es que “a Moreno puede faltarle todavía sintonía con la política”.

“Si bien fue canciller en el gobierno, eso es muy distinto a la sintonía en la política mucho más fina a través de los partidos, del conocimiento propio de la actividad. Hay todavía una fase en que no lo hemos visto en acción”.

Algo similar opina Roberto Méndez: “Su debilidad es que no es un hombre de partido. Está alejado de estos”.

“Capaz de convocar” y “dulce”

Su carácter dialogante es una de las virtudes que destaca la directora ejecutiva de la Comunidad de Organizaciones Solidarias, Alejandra Pizarro, quien participó de la iniciativa 3xi (Inspirarnos, Innovarnos, Incluirnos), creada por Moreno para reunir a empresarios, servicios públicos y ONGs con el fin de impulsar medidas de ayuda social; por ejemplo, la alianza de Fonasa y la CPC para financiar operaciones de cataratas

“Él es capaz de convocar a un empresariado no siempre disponible a lo que a veces no quiere escuchar”, dice Pizarro.

El socio de Virtus Partners, Gonzalo Larraguibel, también de la iniciativa 3xi, agrega que Moreno “es capaz de liderar, colaborar y trabajar en equipo, generando confianzas e integrando miradas”.

Otra de las cualidades positivas de Moreno, a juicio del publicista Carcavilla, es que “tiene una cara dulce, es más bien gordito, tiene como esa cosa de osito”.

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Ex canciller, hoy D. Social

Carambola entre Allamand, Ossandón y Kast

Su llegada a Desarrollo Social sorprendió a los presidenciables de Chile Vamos. Moreno, cuya gestión como canciller fue constantemente criticada por Andrés Allamand, hoy estará a cargo de implementar el discurso de la “derecha social” de Manuel José Ossandón, desde el ministerio que creó Felipe Kast.

De hecho, el Ministerio de Desarrollo Social era pretendido especialmente por RN y Evópoli. Pese a ello, tanto Ossandón, Allamand y Kast valoraron el martes la llegada de Moreno.

Sin embargo, ya el martes en la tarde, en un seminario de RN, Ossandón advirtió que no veía en el gobierno a ningún representante de la “derecha social”.

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