Abrió sus puertas el 29 de agosto de 1990 con un nombre en inglés: Plaza Vespucio Shopping Center. Tenía a Falabella y Muricy como anclas, 140 tiendas y un multicine. Y a un gerente general con pinta de gringo, que venía de trabajar en Forestal Quilpolemu, de los Izquierdo Menéndez.

Han pasado 28 años y Fernando de Peña Yver —60, ingeniero civil UC, casado y padre de cinco hijos— sigue al pie del cañón. Cambiaron, eso sí, algunas cosas: su cargo es el de vicepresidente ejecutivo de Mall Plaza —empresa inexistente en 1990 y que nació en 1998— y bajo su mando están 16 centros comerciales en Chile, tres en Perú y uno en Colombia.

La apuesta en Santiago fue a la clase media: La Florida (Vespucio), Maipú (Oeste), Puente Alto (Tobalaba), Huechuraba (Plaza Norte), San Bernardo (Plaza Sur), Estación Central (Plaza Alameda). Aquella que emergió junto con el crecimiento del país, valora el consumo y encontró un espacio en la oferta de valor de Mall Plaza.

Por delante, De Peña enfrenta tres desafíos: resolver el destino del fallido Plaza Barón después del contundente dictamen de la Corte Suprema que anuló su permiso de edificación; impulsar Los Dominicos, su debut en el sector oriente de Santiago, y que la apertura a bolsa de Mall Plaza alcance el precio más alto.

Surfista y viñatero

Se crió en el campo en Olmué hasta los 10 años y llegó a Santiago a un colegio donde la disciplina incluía varillazos. “Le costó mucho, pero el Grange le dio herramientas para mirar lo que iba a pasar en 10 o 20 años. Él tiene una visión de futuro increíble”, cuenta su amigo Raúl Sigren, quien iba unos años más abajo en el colegio de La Reina, pero no lo vio egresar. La conducta de De Peña se hizo incompatible con la estrictez del Grange y se fue en segundo medio.

Hiperkinético y trabajólico, jamás podría tomarse un año sabático. Dueño de un campo en Litueche plantado con viñas, lo eligió por su cercanía con el mar, ya que es un fanático del surf. También practica enduro ecuestre. “Tiene un montón de amigos y es capaz de congeniar con un niño de 10 años y un señor de 90 y leer lo que ellos quieren en el mall”, agrega.

“Nunca le he conocido una derrota a De Peña”, dice por Plaza Barón un gerente que trabajó más de una década con él. “Debe estar buscando cómo reflotarlo. No es de los que abandonan un proyecto, salvo que se dé cuenta de que no hay otro camino legal para seguir”.

La empresa sigue guardando silencio total al respecto.

El Banco Santander calculó la valorización total de Mall Plaza en US$6.700 millones, lo que es 2,3 veces más que Parque Arauco, la operadora más antigua del negocio con 1 millón de m2 arrendables versus 1,5 millones de Mall Plaza.

Acelerado y frontal

Si a Horst Paulmann se lo identifica con el elefante; De Peña es un felino: rápido y agresivo.

“Tremendamente acelerado, frontal, no pierde tiempo, es un motor”, lo describe el gerente que compartió más de una década con él. Y ahonda: “su frontalidad le acomoda a la mitad de la gente, a la que es igual a él y no se complica con las formas. Y a la otra mitad no. Conocí subgerentes que aguantaban uno o dos meses y renunciaban”. A nivel corporativo, eso sí, la rotación es bajísima.

“Hay muchas discusiones en los proyectos o porque no se hace lo que él quiere. Puede levantar la voz y algún gerente pararle el carro, pero al final se llega a un acuerdo y todo sigue funcionando”, agrega el ex ejecutivo, que dice que al mandamás de Mall Plaza le cuesta ceder en público frente a una buena idea distinta a la suya. “Hay que planteársela en privado, pero jamás se adueña de ideas ajenas”.

Otro gerente que trabajó 13 años con De Peña destaca su autonomía.“Mall Plaza era una república independiente. Falabella no se metía en nada, sólo en los directorios. Ahora pide más información, se mete más”. Hace notar el recambio generacional en Falabella, dueña del 59,2% de Mall Plaza, con la llegada de Carlo y Sandro Solari a la presidencia y gerencia general.

Pionera en su oferta de servicios, 12 mall Plaza cuentan con Integramédica y Duoc; y 9 con AutoPlaza. “Ahí está la visión de Fernando de ir incorporando nuevos operadores que complementan la oferta. Sin él, la historia de Mall Plaza no habría sido la misma”, asegura uno de los ex gerentes consultados.

Cinco claves

del estilo

de De Peña

- Hiperkinético y trabajólico.

- Acelerado y frontal.

- No pierde tiempo

- Es recomendable proponer buenas ideas en privado si es que él está defendiendo una suya.

- Puede levantar la voz cuando se discuten proyectos y enfrentarse a un gerente, pero está dispuesto a llegar a acuerdos.

Y el papel de Tomás Fürst:

El polémico origen de Plaza Vespucio

La historia no ha sido bien contada. Y es así: el arquitecto Jaime Bendersky, socio del Parque Arauco y de Tomás Fürst por décadas, le propuso al directorio de Parque Arauco levantar un centro comercial en La Florida. Fürst, como director ejecutivo, recibió la misión de estudiarlo. Su respuesta fue que no era interesante, por lo que Parque Arauco lo desechó. No pasó mucho tiempo y Fürst apareció asociado a Falabella y Tomás Müller (IM Trust) en Plaza Vespucio. Le costó la salida de la administración de Parque Arauco en 1988. Curiosamente, José Said fue invitado por Fürst a participar en el mall de La Florida. Y de hecho, fue socio hasta 1997, cuando se produjo el canje de acciones: Said le entregó el 14% del Plaza Vespucio a cambio del 12% que tenía Fürst en el Parque Arauco. Alguna vez la revista Sábado le consultó a Fürst por el asunto: “Yo convidé a José y a Domingo Said. ¿Usted sabe lo que significa afecto societario? Mi lealtad es muy grande con la gente que es leal conmigo. No invité a los otros socios, porque pensé que no me iban a entender con ellos. Nadie me pidió que saliera (de Parque Arauco). Me fui porque tenía otros negocios. Me pidieron que entrara a salvar el mall en octubre de 1982 y lo hice”.

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