La judicialización de los procesos no le conviene ni a los que invierten ni a los habitantes".

"Estos proyectos, especialmente los dos más polémicos, de Ibáñez y Klotz, muestran una posibilidad de preguntarse de una mejor manera cómo habitar Valparaíso".

Las palabras son del presidente del Colegio de Arquitectos, Alberto Texido, y dan cuenta de la discusión urbana que se ha venido dando en torno a dos polémicos proyectos en el puerto que enfrentan a sus promotores con el alcalde Jorge Sharp: el Parque Pumpin (22 edificios en el ex jardín Suizo) de la Inmobiliaria del Puerto, ligada al empresario Nicolás Ibáñez, y el Mirador Barón (seis edificios a construir en los terrenos del ex Hospital Ferroviario), del arquitecto Mathias Klotz.

—¿Qué te ha parecido este debate en Valparaíso?

—La discusión es cómo se interviene Valparaíso para ser rehabitado (…) Está la discusión por los proyectos Mirador Barón y Pumpin, que son de una complejidad importante y que han demostrado cierta ausencia de un proceso de inserción y participación local. No obstante, no son los peores ejemplos de proyectos en el anfiteatro de Valparaíso. No entran en la lógica de la torre en altura y tampoco les dan una sombra excesiva a los vecinos o deprecian el entorno. El alcalde ha puesto una discusión que se está resolviendo judicialmente y que es de esperar que se logre una salida en la cual se reconozca este necesario equilibrio: a nadie le sirve un Valparaíso en abandono, sin inversión y judicializado.

—¿Qué te pareció que Mathias Klotz tratara de "picante" al alcalde Sharp en una entrevista?

—No es posible apoyar un debate que no apunte hacia los consensos y no reconoce la representatividad de las partes. Valparaíso tiene desde 2016 una nueva autoridad elegida por sus habitantes y eso ya es un dato que, para cualquiera que se enfrente a esta discusión, debe entender. La solución de los problemas de Valparaíso y la discusión sobre la buena o mala calidad de las intervenciones en esa ciudad no dan espacio para la emotividad como en este caso. Los proyectos tendrán que superar estos problemas judiciales, y, como digo, no es conveniente en ningún lugar del país, y menos en una zona deteriorada como Valparaíso, la judicialización absoluta de los procesos, ya que esto no le conviene ni a los que invierten ni a los habitantes.

—A mucha gente le molestaron los comentarios de Klotz.

—No vale la pena referirse a opiniones de ese tipo. No veo telenovelas.

—También hay una discusión sobre la ampliación del Terminal 2 del puerto. ¿Cuál sería ahí una solución razonable?

—Que el diseño de la ampliación portuaria compatibilice el entorno urbano con el reconocimiento patrimonial de la ciudad. Esto no tiene nada que ver con una discusión de impactos visuales, de decir "qué feos son los containers". Estamos hablando de un diseño que tenga un borde accesible, en donde, además de un puerto, se mantengan actividades como la pesca artesanal, paseos en bote, actividades gastronómicas, comercio de pequeña escala, deportes náuticos o incluso el paseo peatonal.

"Desorden interno"

Texido será presidente del Colegio de Arquitectos hasta las elecciones del 18 y 19 de diciembre próximo. Asumió en junio pasado en medio de una severa crisis administrativa, que incluía fondos estatales sin rendir y déficits presupuestarios. "Como institución, estamos superando dificultades internas y en un proceso de reestructuración y optimización de recursos", señala.

—¿Con qué se encontraron?

—Nos encontramos con un equipo administrativo poco transparente, que no entregaba información financiera y administrativa de manera oportuna y veraz y con información faltante.

—¿Los problemas son económicos o de gestión?

—Ambas. Nos encontramos con mucho desorden interno y con una deuda que implicaba una problemática por trabajos para entidades estatales (restauraciones y asesorías) y universidades (acreditaciones). Creo que el sello de este último directorio ha sido el exigir una administración más eficiente y transparente (…) Hasta el momento hemos logrado una reducción del 40%, tanto en la planta de personal como en gastos de administración. No obstante, la optimización debe continuar aún más para lograr la subsistencia de la organización.

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Cuando conduces hacia un cruce vehicular, la luz del semáforo en rojo hará (o debería hacer) que pises el freno. Esta acción sucede gracias a una cadena de sucesos en tu cabeza.

Tus ojos trasmiten señales hacia los centros visuales en la parte trasera de tu cerebro. Después de que esas señales se procesan, toman un curso hacia otra región, la corteza premotora, donde el cerebro planea los movimientos.

Ahora, imagina que tienes un aparato implantado en tu cerebro que podría tomar un atajo e inyectar información directo a la corteza premotora.

Esto puede sonar como algo sacado de la película Matrix. Sin embargo, ahora dos neurocientíficos de la U. de Rochester dicen que han logrado introducir información directamente en la corteza premotora de unos monos. Los investigadores publicaron los resultados hace poco del experimento en la revista especializada Neuron.

Aunque la investigación es preliminar, pues se hizo solo con dos monos, los investigadores especularon que más investigaciones futuras podrían desarrollar implantes cerebrales para gente que haya sufrido una embolia. "Sería posible hacer un puente que cruce las áreas dañadas y consiga estimular la corteza premotora", dijo Kevin A. Mazurek, coautor del estudio. "Esto sería una manera de enlazar partes del cerebro que ya no pueden comunicarse".

Para poder estudiar la corteza premotora, Mazurek y su coautor, Marc H. Schieber, sólo implantaron pequeños sistemas de electrodos en los monos. Los ingenieros trabajan en sistemas de implantes que podrían incluir hasta mil electrodos. Así que algún día podría ser posible trasmitir paquetes de información mucho más complejos hacia la corteza premotora.

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