En esta campaña les di la mano a 70 mil personas".

Habla como abogado, escribe como poeta, sueña como cura, piropea como caballero antiguo y baila como pirinola. "Desde danza árabe a twist, cumbia, tango y hasta perreo. Bailando por un voto, se llama esta etapa", dice. Es como esos conejos Duracell; nunca se le acaba la pila.

El senador RN Francisco Chahuán (46) fue reelecto en la nueva circunscripción 6 con mayoría nacional: obtuvo 150.031 votos, que corresponden al 22,6%, doblando la votación de Ricardo Lagos Weber. "Fue a pura calle, recorrí calles y pasajes, uno a uno, golpeando puertas, hablando con los vecinos, mirándolos a los ojos. 16 horas diarias, de lunes a domingo, y no es una exageración".

—Qué abrumador.

—Yo soy agotador, lo reconozco. Por eso tengo reventado a mi equipo, pero así se gana, trabajando.

—¿Qué dicen tu mujer y tus 4 hijos?

—Ella a veces se queja, porque les he restado mucho tiempo, pero los cinco entienden mi pasión. En esta campaña les di la mano a 70 mil personas. Imagínate el despliegue para estar en 19 comunas, hablando con 500 personas cada día y resolviendo problemas, porque lo que no se hace altiro, no se hace.

—En serio, ¿nunca te falla la pila?

—Es tanta la pasión que le pongo a lo que hago, que se recarga sola. Soy incombustible. Siempre he sido así, desde los 14 años cuando me fui a trabajar a un campamento de Reñaca. Entonces y durante varios años de mi vida me planteé ser sacerdote, mi pasión ha sido siempre hacer de Chile un país mejor, más cristiano y más humano, donde no se decida todo en las cuatro cuadras que rodean La Moneda y en las tres comunas del oriente de Santiago, donde vive la élite.

Antes de que la pasión y el verbo lo lleven por otro lado, le pedimos que nos hable de su mujer, Sandra Ibáñez Chesta, jueza del Tribunal de Familia de Viña del Mar. "Ella es la única mujer en mi vida, mi pilar fundamental, el sustento espiritual de mi familia. Aunque ella quisiera más tiempo y espacio conmigo, entiende en lo que estoy, y esa pasión se transmite a los hijos: Los dos mayores, Francisco (18) y Felipe (17), son voluntarios de Techo; y los más chicos, Magdalena (12) y Fernando (10), están involucrados en lo que hago".

Dice, agrandado, que cuando eran compañeros con Sandra en Derecho en la Universidad de Valparaíso fueron a hacer trabajos de verano en Laguna Verde. "Ella confiesa que me fue ‘a trabajar' en ese voluntariado, porque yo todavía quería ser cura. Al calor de la fogata y guitarreando Schwenke & Nilo, terminé enamorado".

Un recuerdo sensible es su graduación en los Sagrados Corazones de Viña del Mar, de donde egresó con un promedio de 6,94. "Mi padre se emocionó a tal punto, que se infartó. Estuvo literalmente muerto 15 minutos, pero volvió a la vida y me contó cómo se había visto a sí mismo desde un rincón de la habitación donde trataban de reanimarlo. Dios me lo regaló por 5 años más. El se daba por entero a los demás. Murió, cuando yo tenía 21 años y ya me había recibido de abogado. Murió en el Sporting viendo correr a su caballo Memorión, que se llamaba así por mí".

Fuad, su padre, era químico farmacéutico, y su mamá, Lidia, abogada y jueza, ejerce como notaria en La Calera. Ambos son Chahuán, pero no eran parientes cercanos. "Ellos estaban más directamente emparentados por el lado Awuad", dice, feliz de hablar de su sangre palestina, a la que atribuye su perseverancia. "Persistir cambia al mundo. Soy bisnieto de inmigrantes. Mi bisabuela llegó a Buenos Aires a los 12 años, casada con un joven de 13 años, mi bisabuelo. Juntos cruzaron la cordillera en mula e iniciaron su vida en Chile. En carreta, mi abuelo ofrecía telas por los sectores rurales de La Calera. Yo soy segunda generación de profesionales de la familia, gracias al sacrificio de mis ancestros".

Cuando murió Fuad, tomó el relevo como ascendente moral Sabas Chahuán, su abuelo (no es pariente cercano del ex fiscal nacional). "El le decía ‘cuídame el nombre', porque mi abuelo sostenía que lo más importante que uno tiene en la vida es el honor de su nombre. Su otra gran enseñanza fue que todas las acciones tienen consecuencias. El fue mi líder, un tremendo servidor público".

Y él le sigue los pasos, convencido de que la política es "un apostolado". "Yo soy un RN y un socialcristiano potente. Mi interés es humanizar la economía, el sistema. Así se lo he dicho al Presidente Piñera: ‘En esta segunda vuelta, hay que humanizar la campaña, hablarles a las personas. Salir a la calle'".

—Fue lo que hizo Beatriz Sánchez.

—A la Beatriz la conozco harto, fui panelista de su programa en radio La Clave. Ella tiene una gran capacidad para entrar en la primera línea de la política, como lo hizo, pero no es fácil estar ahí, recibir las críticas. Ella tiene buenas intenciones, pero somos nosotros quienes vamos a administrar mejor el Estado. Y para lograrlo, necesitamos más calle, más regiones, más mirar a los chilenos a los ojos e imprimirles con mística la convicción de que es posible un Chile nuevo. Hablar con menos ideología y más conocimiento del terreno y de los problemas de las personas.

—Ud. es regionalista como Guillier.

—La bancada regionalista se la sugerí yo a Guillier. Los países altamente centralizados tienen un techo en su desarrollo.

Y se pone a enumerar cosas concretas hechas, desde las sillas de ruedas que ha entregado, hasta el Nuevo Testamento en lengua rapanuí que escribió; conexiones a la luz eléctrica, sus libros de poesía, su 100% de asistencia, hasta su decisión de bailar el ritmo que sea por obtener los votos para que Piñera salga electo en segunda vuelta.

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