El icónico fundo Reñihué, en la Región de Los Lagos, el primero que compró Douglas Tompkins al llegar a Chile, fue el que enamoró a Charlie Clark. La viuda del filántropo y ecologista, Kristine, se convenció al ver en este comprador la intención de continuar con su legado.

Clark es un reconocido empresario del sur de Texas ligado a la industria automotriz, negocio que comenzó su bisabuelo. En 2001 pidió un préstamo, compró una agencia de Nissan, y hoy es dueño de una fortuna gracias a tres exitosas agencias en Harlingen, Brownsville y El Paso, además de ocho sucursales de autos usados y una agencia de mercadotecnia.

Creó un programa de TV con un superhéroe que es algo así como su alterego y ahora tendrá su propia película, "The Green Ghost", de la que es productor y protagonista, junto a Marko Zaror. "El es un gran amigo y actor. Sus capacidades en artes marciales son únicas y estoy seguro de que está en un gran momento de su carrera", dice Clark desde EE.UU.

Fue Zaror el primero en hablarle de Chile. Y es acá donde ahora pretende desembarcar con un negocio cinematográfico (ver recuadro). Además, se asoció con Raúl Buenaventura y su empresa de turismo de lujo VM Elite, para ofrecer nuevos servicios en Pucón y la Patagonia. "Apenas llegué sentí una conexión muy intensa con el país, con su gente y con sus maravillas naturales", relata.

—¿Por qué comprar Riñihué? Justamente con el que Tompkins comenzó su proyecto ecológico en 1991.

—Es un lugar maravilloso, tiene una belleza natural difícil de igualar. Además, es desde donde planeo continuar con el legado de conservación de los Tompkins y poder llevarlo desde ahí a todo el mundo. Es un lugar icónico para el desarrollo de la conciencia sobre la conservación del planeta. Conectamos con Kristine; para los dos, la conservación es prioritario y fundamental.

—US$ 9 millones fue el costo de estas 708 hectáreas con un plan de conservación medioambiental. ¿Es sólo parte de un proyecto mayor?

—Efectivamente, esta compra es parte de un proyecto mayor por medio del cual quiero contribuir al avance de la conciencia mundial sobre esta materia.

El mismo Clark ha contado que la conquista del público latino ha sido clave en su negocio. "En mis concesionarios te tratan como a un amigo", asegura. Todo gracias a Aurora Aguirre, la nana que lo crió y que le enseñó el español. "Ella fue clave en mi crianza y con su afecto me acercó mucho al mundo latino. Le agradezco enormemente", dice.

Con Orale! Charlie Producciones diseñó este superhéroe que imaginó cuando niño y descubrió las artes marciales, que hasta hoy practica "esporádicamente". "El mundo está centrado en una cultura machista y agresiva, que busca conquistar al otro. La idea de este superhéroe es luchar contra esos males", explica.

El protagonista de la cinta es un gringo de barrio que se enfrenta, junto a su nana, al villano interpretado por Zaror. "Algunos aspectos se asemejan a mi vida, pero no es autobiográfica. Se van a reír con este torpe superhéroe gringo que lucha por salvar el planeta, ayudado por los verdaderos superhéroes que son latinos. Para Trump tengo una gran sorpresa que va a ser genial".

—Era "el único gringo en el barrio", ¿qué aprendió de la cultura latina?

—Más que nada es ese calor y cercanía que no ves comúnmente en el mundo anglosajón, que es más frío, racional y distante. Además, los latinos han tenido una conexión con la madre naturaleza que viene desde hace siglos. Entienden mejor la importancia de cuidar el planeta y sus recursos, manteniendo una relación simbiótica con el mismo. De los latinos aprendí la importancia de un buen abrazo y de preocuparse por los que te rodean, sin estar centrado en los éxitos económicos u otros a los que les da mucha importancia la cultura norteamericana.

—El poder de la palabra lo transformó en un gran vendedor. El que lo hace actor y también un buen comprador. ¿Es ese su superpoder?

—La verdad es que mi "superpoder", si lo quieres llamar así, es el tratar de estar consciente de las cosas que realmente importan y eso te lleva a conectar con la gente y el presente.

—Abrió un gimnasio anti-bullying gratis para todos niños en riesgo social. ¿Sufrió el bullying?

—No, pero sí lo veía y es por esto que decidí protegerlos. La idea fue darles herramientas no solamente físicas, sino también psicológicas, para defenderse de los matones. Todo se centra en la confianza en uno mismo.

—¿Ud. es actor? ¿Empresario? ¿Artista marcial? ¿Benefactor? ¿Ecologista? ¿Cómo se define?

—Soy todas esas cosas juntas, las que creo que se complementan entre sí.

Su próximo proyecto:

"Quiero hacer películas en Chile"

"Quiero hacer películas y documentales en Chile, utilizando las locaciones maravillosas que tiene este país", cuenta Clark.

—Pedro Pablo Cabrera, director de "Shoot in Chile", dijo que nuestro país puede convertirse "en un hub mundial de filmaciones", no sólo por sus virtudes turísticas, sino que también "por las capacidades técnicas, humanas y de infraestructura de nivel mundial".

—Sin duda, tienen un gran nivel profesional. Concuerdo con que Chile tiene todas las posibilidades de ser un destino privilegiado para esta industria y espero contribuir a ella buscando sinergias con los actores relevantes en el mercado.