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Cuando el lunes pasado Richard Riquelme Vega salió de la secretaría de la Corte Suprema tras ser notificado de que quedaría detenido a la espera de la llegada desde Holanda de una solicitud de extradición en su contra por tráfico de drogas, armas y lavado de dinero, sólo le dijo a su abogada: "Por favor, avísenle a mi mamá".

El sujeto (de 44 años) llegó a Chile proveniente de Dubai. Seis días después fue detenido por el OS-7 de Carabineros en el Hotel Hyatt, donde se hospedaba. Entonces, rápidamente circuló un dato escalofriante: Riquelme ocupaba un rol importante en un grupo holandés al que se le adjudicaba haber dejado frente a un café-fumadero de Ámsterdam la cabeza de un miembro de una banda rival. Era el punto cúlmine de una guerra de narcotraficantes ligados al sicariato que opera en esa ciudad, a la que los medios europeos llamaron "mocro war".

El grupo al que pertenecía, asegura Holanda, se llama "Martha Aiti", al que también se le adjudican otros asesinatos.

Los datos que acompañó Ámsterdam para solicitar a Chile su detención están reservados por orden de la Corte Suprema, que deberá resolver la extradición.

Cabañas en Chillán

El detenido es hijo de Ricardo Riquelme y Rosa Vega, quienes partieron a Europa a fines de 1973, cuando el hombre al que la prensa apodó "el chileno más peligroso del mundo" tenía meses de vida.

A fines de los 80 habrían visitado el sur de Chile, según dice la página web del centro recreacional que crearon en 1993 en Chillán. "Somos una empresa de carácter familiar que a partir de un paseo en el año 89 nos damos cuenta que en la ciudad de Chillán no contaban con lugares turísticos", dan cuenta ahí.

Con un capital de $150 millones, instalaron cabañas, camping, salones de eventos, cinco piscinas y una discoteque.

En los 90 Riquelme Vega registró sus primeros antecedentes judiciales (una condena de siete años por tráfico), pero no fue hasta 2015 que se le vinculó a un gran cargamento: 120 kilos de cocaína escondidos en un container llegado al puerto de Rotterdam.

En esa oportunidad se allanaron varios domicilios que estaban a nombre de familiares y cercanos suyos fueron investigados como posibles testaferros. Los holandeses encontraron restos de laboratorios de drogas, municiones y armas (fusiles y pistolas adaptadas para ráfagas).

Aunque reconstruyeron parte de su estilo de vida —circulaba por Europa en Mercedes Benz, Audi y BMW, vestido con costosos trajes y guardaespaldas—, no pudieron dar con él. Sin domicilio fijo, bienes a su nombre ni actividad lícita conocida, el diario holandés De Telegraaf lo apodó "el hombre misterioso". Su chapa en el crimen organizado era "Ricco".

La investigación holandesa señala que los Riquelme iban y venían desde ese país. También recorrían Inglaterra y España, lugares en los que registraban residencias. A Chile, el detenido había ingresado por última vez el 2012, y antes el 2008.

El 14 de octubre Richard Riquelme ingresó a Chile con su identidad verdadera. El jefe de Interpol Chile, subprefecto Ricardo Quiroz, dijo a La Segunda que hasta entonces "Holanda no había efectuado ningún encargo internacional por él. A su llegada, nosotros dimos cuenta a la fiscal Tania Sironvalle, de la Fiscalía Centro Norte, que en septiembre de 2016 había pedido ser informada si entraba a Chile". La fiscal avisó a Holanda y la solicitud de detención previa para la extradición llegó el 17 de octubre, tres días después.

Empresario en Colombia

Con cuatro pasaportes (holandés, colombiano, chileno y de los Emiratos Árabes) y dos identidades falsas (belga y colombiana) viajó a España y luego vivió cerca de un año en Dubái.

Los policías holandeses sabían que en Colombia figuraba con una casa de cambio y como director de Inversiones y Servicios Inca SAS, dedicada al avalúo y corretaje de propiedades en Bogotá. En su página web la firma dice estar "comprometida con proteger, fortalecer y conservar" el patrimonio de sus inversionistas.

Holanda tiene 60 días para formalizar el pedido de extradición, que deberá ser fallado en primera instancia por el ministro Manuel Valderrama. Mientras, Riquelme está detenido en una celda de máxima seguridad en un penal en Santiago.

Sus lujos en el Hyatt

Usaba zapatillas de descanso Prada

El día de su detención, el 20 de octubre, Riquelme era acompañado por su pareja. Estaba en el estacionamiento del Hotel Hyatt, en Las Condes. Había estado alojando ahí por seis días, en la suite Chopin (al lado de la presidencial) con un clóset repleto de prendas exclusivas: relojes Rolex y Omega, cuatro juegos completos de bolsos Louis Vuitton y calzado de la misma marca. Sus zapatillas para la ducha eran Prada y en su camioneta se le encontraron $36 millones en euros.

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Después de 13 años, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) desempolvó una solicitud para proteger la Animita de Romualdito, altar de religiosidad popular de la calle San Borja (Estación Central). En 2012 se supo que Romualdito era Romualdo Ivanni Sambelli, mecánico de San Bernardo, según el Taller Histórico Forense de la Academia de la PDI. Falleció apuñalado en agosto de 1933 en San Borja con Alameda, publicó «La Cuarta».

En enero de 2004 una estudiante introdujo la solicitud para convertirlo en Monumento Histórico. Fue rechazada. Pero ahora la secretaria técnica, Ana Cárdenas, pidió reconsiderarlo, porque "antes se destacaba la monumentalidad" y "hoy se opta por proteger lo que es significante como manifestaciones culturales de carácter popular", dijo en la reunión de septiembre del CMN.

Para la académica del IEUT de la UC, Macarena Ibarra, sería la primera animita que podría quedar protegida: "Más allá de lo que dice la ley, tiene atributos. El debate es bajo qué categoría. Podría ser considerado también monumento público, como monumentos, estatuas o placas".

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