Este es un cambio cultural fuerte, que van a asumir personas que quizás todavía no estén acostumbradas a lo que es la «cultura de metro»".

Son las 12 del día y un hombre de pelo cano sale de la estación Los Leones de la Línea 1. Allí lo intercepta una mujer y le pregunta: "¿Tantos años y aún no me reconoces?". El hombre la mira con curiosidad antes de responderle. "Ella lleva 37 años en el Metro, yo 42", dirá más tarde Uranio Ruiz (70, ingeniero civil eléctrico), uno de los empleados más antiguos de la empresa.

Con casi 30 años de experiencia en el área de trenes, Ruiz —actual jefe de Proyecto de Trenes de las nuevas líneas, entre ellas la 6 que debuta hoy— ha sido testigo de la evolución de las diferentes estaciones de Metro.

Mientras camina por Providencia, cuenta que la mayoría de las personas llegaron jóvenes a la empresa. Ése fue su caso: entró en 1975, a los 28, el mismo año que se estrenó la primera línea en Santiago, y se incorporó al equipo eléctrico.

1990: el primer tren automático

En estas cuatro décadas, Ruiz asegura que los trenes "han tenido una evolución muy grande". Y enumera: del primer modelo (de 1974, algunos de ellos aún vigentes) dieron un gran salto con el NS 1993 que incorporó los primeros controles electrónicos. Y después, con la Línea 4, cambiaron los neumáticos por el rodado en acero, "que permitió una mayor capacidad: si antes llevaban 150 personas, ahora el tren de 3 alcanza unas 700", explica.

Para lograr esos cambios, Ruiz y su equipo tuvo que observar lo que ocurría en otras partes del mundo donde este sistema de transporte era más moderno.

"El primer tren que vi funcionando de manera automática fue en los años 90, en Francia. En ese momento recién estábamos pensando en el NS 1993, la segunda serie de trenes", cuenta. Se trataba del Metro de Lille, el primero del mundo que se empleó sin conductor.

Esa fue una de las "misiones técnicas", gracias a las cuales visitó Francia, España, Alemania, Suecia, México, Brasil y Tailandia. Luego, en ese último país conoció trenes con un sistema de retorno automático, y en la línea 14 del Metro de París notó que los andenes tenían puertas, como las que se estrenarán hoy en la Línea 6.

Estos portales tienen una explicación basada en la seguridad, dice Ruiz. "Si se presentan problemas de congestión o alguien se tira a la línea, un conductor a bordo puede alcanzar a frenar. En cambio, cuando no hay conductor, el tren no se entera de que algo toca la línea. Por eso es necesario instalar puertas en el andén".

De España a San Antonio

Los 15 nuevos trenes que se moverán por la Línea 6 llegaron a Chile armados completamente desde España y fueron trasladados en barco hasta el puerto de San Antonio. Sin embargo, Ruiz cuenta que en varias oportunidades se han integrado los trenes en Chile. "El primero fue el NS 2004: las cajas veían desde Brasil y las ruedas desde Francia. Para los NS 2007, 15 trenes se hicieron en Chile. La empresa construyó un pabellón gigante, contrataron alrededor de 100 trabajadores y trajimos partes de China, Japón y Alemania", recuerda.

Uno de los desafíos que presentaron estos nuevos trenes fue lograr la llamada "interfase", es decir, hacer que el sistema computacional —CBTC, sigla de Communications-Based Train Control— controle el tren. "Un sistema de radio permite saber donde está ubicado el tren, lo que permite que los trenes se puedan acercar más entre ellos y así tener una mayor frecuencia".

"La primera vez que uno se sube a un metro automático llama mucho la atención porque uno no ve a nadie conduciendo, pero frena en el punto preciso, abren la puerta de los andenes y luego la del tren. Es bien sorprendente". Y sobre esta nueva línea, dice: "Es un cambio cultural bastante fuerte, que van a asumir las personas que viven en zonas por donde antes no pasaba el Metro, y que quizás aún no esté acostumbrada a lo que es la «cultura de metro». Pero bueno, al comienzo se logró formar esa cultura y hoy la gente lo cuida".

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A las 16 horas de hoy las diez estaciones que componen la Línea 6 de Metro, entre Providencia y la comuna de Cerrillos, abrirá sus puertas oficialmente para los usuarios, reduciendo el viaje de 47 a 19 minutos, un 60%, según el cálculo realizado por la estatal.

El trayecto inaugural lo realizó esta mañana la Presidenta Michelle Bachelet, acompañada por el director de Metro, Rodrigo Azócar, y la ministra de Transporte, Paola Tapia, entre otras autoridades, quienes partieron en la estación Los Leones —cuyo andén da la sensación de estar a casi cuatro pisos bajo tierra—, para avanzar y realizar dos paradas: la primera en la estación Estadio Nacional, donde se presentó un video con la historia de espectáculos y deportiva del recinto y además se recordó que fue un centro de detención política.

La segunda parada fue en la estación Lo Valledor, que es una de las más grandes del tramo porque conecta con el tren a Nos y con el servicio de buses del Transantiago. Allí los invitados fueron recibidos con un esquinazo de cueca.

Lo que más llamó la atención del recorrido es la amplitud de las nuevas dependencias y la sincronización de las puertas de los carros con las de los andenes (ver página 5), que sirven para evitar el acceso a las vías. La tecnología es posible verla en cada rincón de la nueva línea, con accesos con censores, luces led en los letreros informativos y los cajeros automáticos para cargar la tarjeta bip.

Pero fue el carro sin conductor lo que más sorprendió a la mandataria: "Esto de que sea sin chofer genera al principio una cosita. Nosotros estábamos puestos al comienzo (del carro), pero la verdad funcionó espectacular", reconoció Bachelet, al terminar el viaje en Cerrillos. "Siempre es una emoción inaugurar algo, pero es particularmente importante inaugurar algo cuando uno lo decidió en un gobierno anterior. Es un embarazo un poquito más largo que nueve meses pero por lo menos hay un parto. Eso es lo importante", dijo.

10 días de vida

La puesta en servicio oficial será esta tarde, dijo Rodrigo Azócar, quien resaltó la importancia en conectividad que entregarán las 10 nuevas estaciones —Cerrillos, Lo Valledor, Presidente Pedro Aguirre Cerca, Franklin, Biobío, Ñuble, Estadio Nacional, Ñuñoa, Inés de Suárez y Los Leones— a más de 1 millón de habitantes.

Azócar hizo un estimado por la reducción en el tiempo de viaje y aseguró que "si hacemos un cálculo de la persona que hace ese viaje todos los días de ida y vuelta son 38 minutos, pero si, además, lo multiplican por el número de días de la semana o del año van a ver que esas personas van a ganar 10 días al año". Añadió que en los próximos dos meses se inaugurarán estacionamientos para bicicletas en cinco de las 10 estaciones de la Línea 6.

En tanto el gerente general de Metro, Rubén Alvarado, explicó que "la Línea 6 le puede aliviar (la carga de traslados) cerca de un 15% a la Línea 1, particularmente creemos que en zonas como Estación Central, o en la Estación Lo Valledor cuando la gente conecte desde el Nos Santiago y a futuro por la gente que viene de Rancagua, va a descongestionar el tramo central", Esto beneficiaría al trazado entre Estación Central y Salvador.

Lo que viene ahora es la puesta en marcha de la Línea 3, cuya extensión es de 22 kilómetros, y que unirá a Quilicura con La Reina .

La ministra de Transportes, Paola Tapia, aseguró que la inauguración de este trayecto se realizará el segundo semestre de 2018 y destacó el cumplimiento de esta promesa: "La Presidenta cumplió, el gobierno cumplió. Metro por su parte hizo un esfuerzo como nunca ha construido líneas de Metro en nuestro país de forma paralela. Lo hizo con más de 10 mil personas que llegaron a trabajar en las líneas 3 y 6 y las extensiones".

Tras la inauguración el Intendente Metropolitano, Claudio Orrego, hizo un llamado a cuidar la nueva infraestructura, sobre todo la estación Estadio Nacional: "No porque sea una estación diseñada para eventos masivos tenemos que cuidarla menos. El Metro nos pertenece a todos y espero que no solamente haya un autocontrol, sino también un control social".

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