La posguerra los ayudó mucho, porque les compraban de Europa todos los clavos, mallas y alambres". Patricia Conrads Ruiz-Tagle

Gracias a los alambres, mallas y clavos de acero, Jorge Matetic Riestra (ingeniero agrónomo, 76, cuatro hijos) pudo comprar 100 mil hectáreas con ovejas en Punta Arenas, parte de la Pesquera Coloso y de la hacienda de Bernardo O'Higgins en Los Angeles. Amén de construir hoteles en la Patagonia y San Pedro de Atacama, fundar una viña orgánica en Leyda, crecer en tierras ganaderas en Puerto Varas y hacerse de un tercio de Carnes Ñuble.

Nada habría sido posible sin Inchalam —Industrias Chilenas de Alambre— que fundaron en 1947 su padre Jorge Matetic Fernández, su tío Víctor, y Juan Conrads Wagemann. "Mi papá partió como cajero de una empresa chica de alambres que era de Guillermo Montt Wilms. Se la compró y se unió con Jorge y Víctor Matetic y crearon Matetic y Conrads, con un tercio cada uno. La posguerra los ayudó mucho, porque les compraban de Europa todos los clavos, mallas y alambres que producían", cuenta Patricia Conrads Ruiz-Tagle, hija del fundador que murió a los 53 años en la década del 60.

Culto, políglota y mejor alumno del Colegio Alemán, Juan Conrads Waggemann advirtió que la fábrica no iba a despegar si no mejoraba la calidad. Viajó a Europa a buscar tecnología. "En Bélgica descubrió la fábrica de León Bekaert", agrega Patricia. Especializada en cables de acero, Bekaert transa en la Bolsa de Bruselas, vende US$ 5.200 millones anuales y aportó lo que Conrads buscaba: tecnología de punta. En 1950 tomó la mitad de la empresa que ya se llamaba Inchalam y el otro 50% quedó en manos de los chilenos, lo que se mantiene hasta hoy.

Su presencia casi copa el mercado chileno: tiene el 100% en alambres de acero, el 94,6% en clavos y el 75,7% en las mallas que usan en minería y obras civiles, según informó el año pasado a la Comisión Antidistorsiones con cifras de 2014.

¿Por qué Gerdau?

Tempranamente, Inchalam se instaló en Talcahuano, muy cerca de la siderúrgica Huachipato de CAP, que le provee de acero para sus productos.

Ahora, los Matetic y los Conrads se unen para comprar Gerdau Aza, la competidora de CAP que, en lugar de hierro, utiliza chatarra para fabricar acero. A través de Matco (las iniciales de sus apellidos), con un 45%, y asociados a José Luis del Río, accionista de Falabella, con otro 45%, Hermann von Mühlenbrock e Italo Ozzano —cada uno con 5%— ofrecieron US$ 154 millones la semana pasada.

La Fiscalía Nacional Económica debe aprobar la operación para investigar si se produce integración vertical, lo que ocurriría si el acero de Gerdau puede usarse para fabricar los productos de Inchalam. Y cómo impactaría las ventas minoristas y mayoristas, considerando que Del Río es socio de Sodimac, presente en ambos formatos.

Según distintos expertos, el acero de Gerdau no le sirve a Inchalam y lo que buscarían los Matetic y los Conrads es ampliar la oferta de su empresa en el mercado de la construcción. Al sumar al alambre, mallas y clavos un nuevo producto: acero.

Vuelta a las raíces

"Mi abuelo llegó a Punta Arenas cuando Croacia formaba parte del Imperio Austro-Húngaro y mi madre de Asturias. Partió con una fábrica de colchones y después se dedicó al comercio, levantando lo que hoy sería una pequeña multitienda, con de todo un poco, que llegó a tener importancia en Punta Arenas. ¿Cuál fue su secreto de éxito? (...) Un capital insustituible: la educación.", contó Matetic Riestra a Capital en 2008.

Su padre también recibió una muy buena preparación. Se educó en los Salesianos y en la Universidad Católica, donde se matriculó en Economía.

Matetic Riestra no se quedó atrás y se doctoró en Economía Agraria en la Universidad de Minnesota.

Las raíces —a juzgar por su vida— le importan mucho. Volvió a la tierra de sus antepasados y se convirtió en uno de los tres mayores ganaderos de Punta Arenas. Es dueño de 100 mil hectáreas con 50 mil ovejas y 8 mil vacas, que son faenadas por Carnes Ñuble, la segunda mayor empresa del rubro, a la que entró junto a José Antonio Garcés Silva y Empresas Juan Yarur.

Tiene hoteles repartidos por la Patagonia. En su estancia, Cerro Guido. Con Latitud 90 comparte la propiedad de Patagonia Camp, un complejo de elegantes domos. Y con Tim Purcell, Carlos Ingham y Daniel Yarur, el Tierra Patagonia, y en San Pedro, el Tierra Atacama.

El campo lo llama: posee 153 hectáreas de parras orgánicas en Leyda y su viña es, quizás, el negocio más conocido, pero no el más rentable.

Conrads y la casa de LyD

A la temprana muerte de su padre, María Elena y Patricia Conrads sufrieron la partida de sus hermanos Alejandro, quien no tuvo descendencia, y Juan, quien murió hace un año y medio, dejó tres hijos. Uno de ellos, Juan Conrads Zauschkevich, ingeniero civil de la UC, 37 años, es el gerente general del family office Alcántara formado hace tres años. "De niños vivimos en esa calle y quisimos honrar nuestra cuna", cuenta Patricia, quien creció en la casa que ahora ocupa Libertad y Desarrollo.

Junto a los Matetic comparten el 20% de Pesquera Coloso. Y por cuenta propia, el clan Conrads tiene el 30% del Sanatorio Alemán de Concepción.

LEER MÁS
 
Más Información