"Mandé un correo ayer con un videoy documentos urgentes que necesitaban en Santiago... llegó hoy. Se demoró 24 horas", explica con frustración Rodrigo Vera, director del Proyecto Centro Sub Antártico Cabo de Hornos, un centro científico que se planea construir en la ciudad de Puerto Williams.

El fin del mundo geográfico también funciona como el fin del mundo tecnológico. Las regiones australes son las que sufren más con las conexiones de internet, dado que la velocidad promedio que entregan sus empresas proveedoras es la peor del país, según la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel). Mientras en la Región de Los Lagos, la velocidad promedio es de 15,3 megabits (Mbps), en Aysén disminuye hasta 10,39 Mbps. Y Magallanes promedia sólo 10,16 Mbps, la más baja de Chile.

Esto es menos de la mitad de los bits que se obtienen en la Región Metropolitana (30,1 Mbps) y hasta cuatro veces menos que en Antofagasta, donde la velocidad promedio alcanza los 43,66 Mbps.

El proyecto de Fibra Óptica Austral es una de las iniciativas que maneja la Subtel para incentivar el interés de las compañías en la zona. El proyecto entró en carrera ayer, con las propuestas de Telefónica, CTR, VUpoint System y Austral Telco para licitar la construcción del primer paso de la iniciativa, un cable de fibra óptica submarino. La infraestructura final unirá las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, con una conexión de 3.953 kilómetros. El 3 de octubre termina el proceso de evaluación y el Consejo de Desarrollo de las Telecomunicaciones adjudicará su construcción.

"Con fibra óptica tienes una capacidad de velocidad desde 100 Mbps. Casi cuadruplicas la velocidad promedio del país. Y lo más importante: esta infraestructura será necesaria para futuras irrupciones tecnológicas, como la Internet de las Cosas", explica Aldo Labra, gerente general de la consultora Innovaxxion.

Este cable tendrá una capacidad de al menos 6 terabits por segundo, que hoy es 1,5 veces todo el tráfico internacional que pasa por el SAC-1 que actualmente es la única fuente de fibra óptica en el país.

En Chile existen 7,9 millones de conexiones fijas de internet, según un estudio de la consultora internacional ComScore. De ellas, dice la Subtel, tan sólo 194.853 correspondían a fibra óptica en 2016.

El 4 de julio el Consejo Regional de Tarapacá aprobó un financiamiento por $6.269 millones para el proyecto de Fibra Óptica Tarapacá, que se licitará a las empresas privadas y permitirá poner en servicio 41 nuevas zonas de internet wifi en 32 localidades del norte del país. A pesar de que las velocidades de conexión promedio que entregan las empresas en la zona son de las mayores del país, según la Subtel, esta capacidad se concentra en ciudades puntuales y no reflejan la realidad global del norte, en que aún existen muchas áreas desconectadas.

"La experiencia de otros países nos muestra que en aquellas localidades donde se ha llevado conectividad de alta capacidad, permite potenciar los negocios y abrir nuevos mercados", explica el subsecretario de Telecomunicaciones, Rodrigo Ramírez.

El Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones de Subtel elaborará las bases técnicas y llamará a concurso público entre junio de 2018 y marzo de 2019 para alimentar de una fuente más potente de internet al extremo norte.

Del total de las 194.853 conexiones de fibra óptica en el país, Grupo GTD proporciona un 73,7%. La empresa ha sido una de las líderes en el desarrollo de esta infraestructura en el país y ahora podría enfrentar un escenario de manificación aún mayor de ésta, en línea con los proyectos que está desarrollando el gobierno.

"Toda la inversión que venimos haciendo desde hace más de 10 años, llegando con fibra óptica hasta las casas y oficinas, nos ha permitido entregar el mejor internet al mercado", explica el gerente de GTD Manquehue, Fernando Gana. La compañía provee un 34,8% de las conexiones de fibra óptica en la Región Metropolitana, es decir, más de 45 mil de estos puntos.

—¿Cuánto les ha costado esta inversión?

—Cada casa o departamento que conectamos requiere de una inversión que supera los US$800, y por lo tanto, esperamos tener una larga relación comercial con nuestros clientes para poder recuperar esta inversión.

—¿Cómo cambia el panorama para Chile con proyectos como el de Fibra Óptica Transpacífico?

—La llegada de conexiones directas a centros de alto tráfico de internet, como Asia, mejora de manera importante la calidad de la navegación. Esto es similar a tomar un vuelo directo a Nueva York, versus hacer 4 ó 5 escalas.

—¿Se preparan para la futura irrupción de tecnologías como Internet de las Cosas o 5G?

—Las redes 5G, aún están en proceso de desarrollo, y seguramente nos llevarán a aumentar el nivel de conectividad de nuestras vidas. Internet de las Cosas, es decir, nuestra vida aún más conectada, nos presenta un tremendo desafío, ya que todo estará conectado, y ese todo requiere de servicio, y para los más conectados, el mejor servicio posible. Para esto llevamos ya un par de años trabajando en la implementación de sistemas de monitoreo remoto de modo de poder ayudar a nuestros clientes cuando el comportamiento de sus equipos o cosas conectadas no funcione como es esperado. Es fascinante el desarrollo que viene para los próximos años en estas materias.