El humanismo es un rescoldo que mantiene su temperatura y que en cualquier momento avanza".
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Cristián Reitze (67) es un hombre estable, a juzgar por su historia. Un solo partido: el Humanista. Un solo matrimonio de 40 años con Soledad Sáenz, hermana de su correligionario José Tomás. Una sola actividad: los motores. El mismo grupo de amigos de la época de Silo, el argentino Mario Rodríguez Cobo, fundador del humanismo.

Fue candidato presidencial hace 24 años y hace diez trabaja en Honda, en la división de motos. Primero como director de proyectos (autos) híbridos, y desde hace dos como gerente de asuntos corporativos. Desde marzo preside la Asociación Nacional de Importadores de Motocicletas (Anim).

—¿Hay algún cruce entre las motos y el humanismo?

—En teoría no, pero en la práctica sí. La moto es una actividad movida por la libertad, y el humanismo es una corriente filosófica que apunta a la libertad del ser humano en todos sus aspectos.

—¿Votó en las primarias del Frente Amplio?

—Sí. Me refiché en el partido a comienzos de año, y me siento militante humanista. Empujar con un votito no cuesta nada. He sido candidato presidencial y dirigente activo en su momento. Hay que apoyar lo nuevo, no lo que está muriendo, como los partidos tradicionales.

—¿No hay una contradicción entre sus actividades y el Frente Amplio, que plantea un discurso antimercado?

—¿Leíste el libro Desiguales, del PNUD? Explica muy bien cómo el crecimiento económico no arregla el problema de la desigualdad en Chile. El único que plantea un cambio estructural para mejorar la brecha enorme de desigualdad es el Frente Amplio. Desde luego, cuentan con mi voto, que es un simple voto.

—¿Beatriz Sánchez podría ser rostro de su marca?

—Eso lo ve marketing, pero ¿por qué no? A ella como motoquera la veo perfecta. Ella representa a un amplio sector de la población y en ese amplio sector hay muchos motoqueros.

"En alguna parte hay que ubicarse"

—¿Cuándo se matriculó con el Partido Humanista?

—Me acerqué al humanismo a través del siloísmo. En 1974 conocí sus textos por amigos, y estudié. No hay otro movimiento que tenga como ideal una nación humana universal. Promovemos la libertad de opción en el divorcio, aborto y servicio militar. Cuando nos quedamos pegados en las discusiones, que izquierda, que derecha, es una aburridera.

—El Frente Amplio, al que pertenece su partido, se declara de izquierda…

—En alguna parte hay que ubicarse. Nos apeamos mejor en la izquierda que en la derecha, que ha sido antihumanista cuando pone al dinero sobre las personas. El Frente Amplio quiere un Estado distinto al de los comunistas de los 60.

—¿Cómo se conjuga su trabajo en Honda y su apoyo al Frente Amplio, que se identifica con el mundo popular?

—El 80% de las motos que vendemos valen menos de $2 millones. No es un producto de lujo y ayuda a la movilidad. Puedes comprarte una con una cuota de $45 mil mensuales, lo mismo que gastas al mes en el Transantiago.

—¿Sus hijos son motoqueros?

—No. El mayor se mueve en Transantiago y taxi. El segundo es bicicletero. La menor usa auto.

Todavía no lo hacen abuelo. Recién el año pasado el del medio emigró de la casa paterna. "Yo me fui a estudiar ingeniería comercial a la U. Católica de Valparaíso, pero no terminé". Vivía en Concón, y se movía en moto, hasta que un día se le echó a perder. "Muchos años después, mi mamá me contó que le sacó un rotor, y así impidió la muerte prematura de su hijo". Retomó su amor juvenil, con una PCX de ciudad, hace seis años.

—¿Cuándo se cayó por última vez?

—Me he caído una vez, hace 6 años, en Cachagua, cerca de mi casa. Frené y la moto se fue para el lado. Me quebré la clavícula, me operé y me pusieron un fierro.

"El humanismo ha fracasado"

—Humanistas como Tomás Hirsch, José Tomás Sáenz, Pía Figueroa y usted pasaron por Silo, y todos tienen un solo matrimonio. ¿En qué quedó el discurso del amor libre?

—Ese era un discurso del hippismo. El siloísmo jamás se metió en la cama de sus miembros. Planteaba una transformación personal y social simultánea, no yéndote a Katmandú a mirarte el ombligo.

—¿Por qué no prende el PH en Chile? Usted se presentó a una elección presidencial y a una diputación, Hirsch va por la sexta postulación. Laura Rodríguez ha sido la única diputada en la historia del partido…

—Efectivamente, el humanismo ha fracasado. Es cosa de ver que un tercio de la población mundial vive bajo la línea de la pobreza. El capitalismo y el socialismo todavía no pueden resolver ese gran problema, porque no ponen al ser humano como valor central. El humanismo es un rescoldo que mantiene su temperatura y que en cualquier momento avanza.

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