Le gustan los asados, no fuma, no toma, es operado de los nervios". (Una amiga de la familia)

Es quien "para la olla" en la casa de la familia Aravena Sánchez, en Ñuñoa, desde que la periodista lanzara su carrera presidencial y dejara por completo su prominente carrera, que les reportaba, además, un buen pasar. En vez de dos sueldos, hoy cuentan solo con uno, el del periodista deportivo y subeditor del cuerpo de Deportes de El Mercurio, puesto en que se desempeña Pablo Aravena desde hace años. Una periodista que hizo la práctica profesional bajo su tutela afirma que "mi primera experiencia laboral no puede haber sido más perfecta, así que quiero agradecerle: fue el mejor boss de todos, un ídolo, un referente, un padre en el periodismo". Quienes han sido sus pares tienen una opinión similar: "Como periodista es muy confiable y serio, y con un gran sentido del humor. Es muy cercano a sus colegas, lo menos autoritario que hay, es un trabajador silencioso, de los que siempre preferirán dar el ejemplo".

Pablo Aravena Wrighton nació en Santiago el 6 de mayo de 1969, y vivió con su familia en la comuna de La Florida. Pero fue en la Universidad de Concepción donde conoció a la candidata presidencial, quien, por su parte, desde Viña del Mar llegó a la capital de la Octava Región a estudiar la misma carrera, Periodismo. "Si no fuera por la Universidad de Concepción, quizás nunca me habría encontrado con el compañero de mi vida, con Pablo, El Aravena", dice Beatriz Sánchez en uno de los capítulos de la franja televisiva de su candidatura a las primarias presidenciales. Se conocieron en clases, en primer año, y compartían entre los verdes prados de esa casa de estudios. Un video los muestra muy jóvenes, jugando al caballito entre las araucarias plantadas en ese lugar.

Un amigo de la universidad recuerda: "Ellos, al principio, eran amigos, y avanzado el primer año, de repente empezaron a salir". Dice que Aravena "escribía muy bien, no era una lumbrera, ni mateo, jamás la primera nota del curso, pero sí muy inteligente. Le gustaba mucho el fútbol, pero siempre tuvo muy claro lo que quería hacer en la vida".

Fue en segundo año que la pareja de pololos se quedó esperando a Diego, su hijo mayor. "Soy testigo de que siempre se portó bien. Buen papá, responsable… Los que se resistieron mucho fueron los papás de Beatriz, pero Pablo siempre fue un gallo atinado", dice la misma fuente.

Su Día de la Madre ideal

Hoy tienen tres hijos: Diego, Sebastián y Pablo. Fanático de la UC, donde está su corazón, hoy tiene el dilema de que su hijo mayor es un apasionado de la Universidad de Chile. Quienes lo conocen lo han visto en el estadio acompañando a Diego, como un "chuncho" más. "Hasta he llegado a pensar que Pablo ya es un poco hincha de la U", dice un periodista deportivo.

Como hobbie comentan que lo suyo es el humor negro y tirar la talla. Se lee en su Facebook, para el Día de la Madre: "Me gusta el Día de la Madre. Mis hijos saludan a su madre desde temprano, quieren acompañarla, saludarla, regalonearla y estar con ella en cada minuto del día. Así, me dejan de payasear por un rato, aprovecho de agarrar el control remoto y veo tranquilamente harto fútbol. Ojalá todos los domingos sea el Día de la Madre. Si eso es demasiado, por lo menos cuando se definan los torneos en las ligas que me interesan".

Sus fines de semana son muy vinculados al fútbol y a su familia, sus dos grandes amores. "Como papá es aperrado, comprometido, presente. Como marido, contempla a la Bea, está al lado de ella siempre. Como persona, muy bueno para la pelota, reservado, trabajador, responsable, chistoso, grato", dice otro conocido. Y una amiga de la familia: "Son una súper linda pareja, son buenos para invitar gente a la casa, para reírse. Le gustan los asados, no fuma, no toma, es operado de los nervios". Su amigo de la universidad: "Es súper casero, mientras que la Beatriz es todo lo contrario, extrovertida, sociable. Es súper difícil de convencer para salir a tomar una cerveza con los amigos".

Otro de sus hobbies es el running e incluso ha corrido maratones. Pero no pocas veces ha amenazado con que dejará de correr, pues ha pasado por épocas en que le duelen mucho las rodillas. Gustavo Cerati y Jorge González componen la banda sonora de su adolescencia.

Muy activo en Twitter, con su nombre de usuario @pablochileno, tiene 1.463 seguidores y sigue a 857 personas. Ha tuiteado y retuiteado más de 27 mil veces desde que se unió a esta red social, y en el último tiempo, por supuesto, ha compartido todo lo positivo que se refiere a su mujer y su candidatura presidencial. También retuitea sobre deportes (fútbol y golf), sobre las ganancias de las AFP, James Hamilton reclamando por la venida del Papa Francisco a Chile, la Fundación Sol, y no dejó pasar el chiste "machista" de Sebastián Piñera.

Muy joven, en segundo año de universidad, cuando venía el hijo en camino, Aravena se puso a buscar trabajo. Bien busquilla, se las ingenió para realizar colaboraciones en El Sur de Concepción. En ese mismo tiempo se consiguió una corresponsalía de la revista Don Balón. No era mucha pega, pero le sirvió para tender un puente. Así fue como llegó a trabajar a Don Balón en Santiago, mientras Beatriz Sánchez comenzaba a delinear su carrera en la radio Chilena. Luego llegó a la revista El Gráfico, cuando ésta pertenecía a la Empresa El Mercurio S.A.P. Cuando El Gráfico dejó de existir, él pasó a la redacción del periódico.

Llevan juntos 28 años. Quienes los conocen dicen que como pareja han sido capaces de seguir adelante a pesar de las dificultades y reinventarse. "Empatizan, al ser tan distintos se complementan; se quieren mucho, y tener un hijo muy jóvenes los unió más. Tienen mucha suerte".

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