El chiste polémico, con mujeres en el suelo y cavernícolas montados, lo hizo atender el llamado de los periodistas: "Sí, señores, yo inventé ese chiste hace más de diez años. Lo hacía en mis shows, era un éxito", afirma Checho Hirane (62, casado y feliz abuelo de dos niños), conductor del programa "Conectados" de radio Agricultura, humorista con ideas neoliberales, adscrito a la derecha equilibrada, militar sin fusil y propietario de un departamento en Lo Curro con vista al Santiago exitoso. Hirane es un cómico con oficio: empezó en el humor el 83, tuvo un paso empeñoso por el Festival de Viña al año siguiente y hoy aún se mantiene activo con el espectáculo "Si yo fuera Presidente".

Sobre el chiste, Hirane proclama:

—¡Pero, por favor, si es humor! ¡Ahora dicen que incita a la violación! ¡Discutir este chiste es digno de un país bananero!

—¿Piñera es machista?

—No creo que alguien que durante su gobierno hizo un tremendo posnatal y una ley para luchar contra los femicidios sea alguien que no se preocupe de la mujer.

Además, Piñera, dice, le da protagonismo a su mujer, Cecilia: ambos se pasean de la mano en todos los eventos, transmiten amor fotogénico e igualdad de géneros. "¡Y la Presidenta opina de este chiste y no habló nada cuando Yerko dijo que Cecilia Pérez era como Monga!", se agita. Apunta a la Mandataria y al enojo oportunista. A ella la respeto, añade, "yo una vez, en un ambiente festivo, bailé cumbia con Michelle y fue un placer". Pero que se ocupe de la salud y del empleo, sugiere.

—¿Usted es piñerista?

—Sí. Pero me gusta más Felipe Kast. Votaré por él en las primarias, después votaré por Piñera.

—¿Es difícil trabajar en comunicaciones y ser de derecha?

—Uf. Es mucho más romántico ser de izquierda. A mí, por hacer mi trabajo, me han amenazado de muerte.

—¿La radio Agricultura es de derecha, Checho?

—Absolutamente.

—¿Le han dado órdenes radiales?

—Nunca me han pauteado.

—¿Qué pasaría si un día le hacen una sugerencia ideológica?

—Si un día me presionan por algo, yo renuncio el mismo día. Yo soy un amante de la libertad.

A la derecha del dial

Checho, entre las once y las trece horas, en su programa "Conectados", habla de Chile con angustia y declara al micrófono que el país está en declive. Especifica la necesidad de un líder con carácter. A veces lo acompaña Sergio Melnick, "un sabio"; otras veces Pepe Auth, a quien Checho destaca como un adversario gentil. En ocasiones, luego del programa, este humorista espía las redes sociales y detecta que la población lo agrede: le dicen "el facho fome". Checho no se descompone. Se figura que son oyentes de izquierda, utópicos fuera de sí, y prosigue con su vida sin temor y muchos auspicios. Con un Premio Apes ("y eso que los que votaban eran casi todos periodistas de izquierda") y shows privados.

—¿La Agricultura es una radio aislada dentro del dial?

—Pero es una radio pluralista, hay mucho panelista de izquierda. ¡Oye, si yo he hablado con Mayol en mi programa!

—¿Ha notado angustiada a Pilar Molina?

—No la he visto bajoneada. Ella respetó todos los principios del periodismo. Y me consta que no pertenece al comando de Piñera.

—¿Es verdad que Carlos Larraín se convirtió en uno de sus dueños?

—Eso es falso. Y, en todo caso, si fuera de Carlos Larraín, qué tiene de malo.

—¿Por qué hay tantos rumores?

—Porque esta radio está haciendo ruido, y eso a muchos no les gusta.

En ese momento, mientras se cambia de ropa para lucir renovado, enfocamos el lujo circundante. Vemos un living con dos cuadros modernistas, un piano en el comedor, espejos, pinturas pastoriles y un ventanal que permite mirar la cordillera. Y si uno gira la mirada hacia la izquierda, se puede captar una estrella a la luz del día: ocurre que desde ahí se puede ver la casa de Tonka Tomicic.

"El humor me dio todo esto", apunta, apareciendo con una sonrisa. Muestra un jacuzzi con cuarenta y siete chorros de agua en la terraza, apto para cualquier faraón. Su vida actual está tan politizada, que incluso su diario vivir se halla en medio de dos doctrinas: en el departamento de arriba vive Jorge Pizarro y en el de abajo, Carmen Ibáñez. Eso sí, todos los habitantes del edificio son demócratas con piscina al lado del living. "Yo siempre he vivido del humor… ¡Menos mal que soy fome!", lanza solemne.

—Pero, ¿usted es fome?

—¡Para nada!

—¿Por qué la ciudadanía lo tilda de fome?

—¡Yo no soy fome! He vivido toda mi vida del humor. Eso de que soy fome lo han instalado mis adversarios políticos.

Opina que Manuel José Ossandón es populista, que Beatriz Sánchez tiene ideas añejas y que Piñera es el hombre. Y reitera que no es fácil ser de derecha.

—Si retrocediera el tiempo, ¿aconsejaría a Piñera contar el chiste?

—¡Por ningún motivo! Le diría: Presidente, ocúpese de lo que sabe. A usted le va mal cuando se hace el gracioso —y Checho mira Santiago, adelgaza el estómago ante una fotografía y concluye que hoy por hoy es mejor la seriedad.

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