Lo que partió, aparentemente, hace una semana en Talca, ya llegó a Santiago. Es un afiche que está en algunas partes de avenida Vicuña Mackenna en que se lee «No + ¡inmigrantes indeseables! ¡Nuestro pueblo primero!» y que firma una organización llamada manschile.org (Movimiento de Acción Nacional Socialista de Chile, MANS).

El administrador de la página, según denuncias en redes sociales tras identificar el servidor, sería un ex militar chileno (ver recuadro).

La página del movimiento —que contiene afiches en los que se reitera el mensaje "Chile para los chilenos— dice que el MANS es la transformación de una célula llamada Estandarte Horst Vessel, un nazi que falleció al calor de una pelea de beodos según escribió el biógrafo de Hitler, Ian Kershaw. Allí se citan frases de Goebbels fechadas días antes de suicidarse, propone un clivaje entre «Estado Nacionalista» versus «Estado de Inmigración». Los afiches son vistos con preocupación por la vocera de movimiento Acción Migrante, Tatiana Albuja, nacida en Ecuador. "Esta situación es alarmante. La PDI debería hacerse cargo de la investigación tomando en cuenta la ley 20.609 contra la discriminación, porque tiene una connotación bastante seria".

A juicio de la mujer, "no hay que darle espacio a estas expresiones, porque lo único que hacen es debilitar a un país. Hoy la comunidad migrante vive en un estado de excepción y amenaza", dice.

De acuerdo con la académica y doctora en Estudios Latinoamericanos de la U. de Chile Ximena Póo, este tipo de expresiones no son nuevas, "porque también se han manifestado en contra de los pueblos originarios o las personas LGBTI. Imaginan que el chileno es blanco y occidental, pero ese sujeto que imaginan no existe. Con estos carteles están pasando al estadio siguiente", indica.

Según indica Ximena, "esta transición es peligrosa, porque pueden pasar a la acción que en este caso significaría violencia, como se ha visto en otros países, donde atacan a los indigentes o a cualquiera que consideran una amenaza a su prototipo de blanquitud. Ahí el Estado tiene una responsabilidad, por ejemplo, agilizando la ley migratoria".

De todos modos, el académico de la Escuela de Psicología UC e investigador del Centro de Estudios del Conflicto y la Cohesión Social (COES), Héctor Carvacho, opina que "no sabemos de qué magnitud podría ser este grupo, porque podrían ser dos o tres personas. No es primera vez que sucede en este siglo. Lo que pasa es que el núcleo de personas extremas logra cautivar a otros que tienen una menor convicción pero que luego se espantan, al darse cuenta del impacto de su conducta".

Por ello dice que "en la medida que la sociedad tenga un rechazo enérgico a esta situación, esas personas más periféricas se darán cuenta del riesgo y desistirán"

A juicio del director de la Escuela de Ciencia Política e investigador del Centro de Estudios Migratorios de la U. de Talca Gustavo Rayo, "estas son expresiones minoritarias. Me llama la atención que hayan partido en el sur, donde a diferencia del norte no hay situaciones asociables como narcotráfico o prostitución. Si uno mira la encuesta CEP ve que hay una buena recepción de los extranjeros, en especial en el centro y sur del país".

Redes sociales

Buscando al articulador detrás del MANS

Casi simultáneamente a que en las redes sociales aparecieron imágenes del «No + Migrantes», en varias cuentas se dio a conocer a quién estaba detrás de la página del MANS. Se trata de A.F.S., una persona que se dice oficial en retiro del Ejército y según su cuenta de Linkedin —la que ayer desapareció— trabaja como jefe de control interno de Cencosud. Desde la empresa confirmaron que era colaborador de la compañía y señalaron que "una vez conocidos los antecedentes, se ha ordenado efectuar una investigación para determinar si existen situaciones que revistan alguna clase de ilegalidad o incorreción que vulneren o atenten en contra de los valores de Cencosud". La empresa añadió que es parte de sus valores "el respeto al ser humano sin reconocer diferencias, entre ellas, de nacionalidad u origen".

«La Segunda» intentó sin éxito obtener su versión.