"Es como recibir un shock de energía acompañado de una sensación muy agradable. Es un masaje fuerte, activo y enérgico, que logra en minutos reactivar tu cuerpo completo y salir lleno de energía para continuar con tu jornada laboral", explica la empleada de una empresa de electrónica sentada en uno de los sofás que están instalados en su oficina en Nuñoa.

Carola Krebs (37) administradora de empresas de la Universidad Los Andes y gerente comercial de Pausa Chile, que arrienda sofás de masajes a empresas, dice que al contrario de lo que muchos creen estos masajes no dan sueño ni relajan, sino todo lo contrario. "Las pausas laborales, ya sea mediante la realización de masajes, ejercicios u otros, son vitales para romper la monotonía en la jornada laboral, eliminar la falta de concentración, el mal humor, el estrés y el sedentarismo, tienen el fin de aliviar la tensión de diversos músculos del cuerpo, generada por mala postura y las diversas actividades en la oficina", explica.

El éxito de estos servicios ha llevado a esta empresa de sofás a proveer cien mil masajes mensuales a clientes de compañías de todo Chile. "Hemos tenido un crecimiento sostenido en nuestra demanda de servicios, pues las compañías se han dado cuenta cómo aumenta la productividad de sus empleados con este tipo de iniciativas", comenta Krebs.

De acuerdo al sicólogo laboral Jorge Contanzo, de la consultora Visión 360 (en Concepción), existe una mayor conciencia de las empresas sobre el impacto en la productividad de quienes trabajan en ambientes laborales sanos. "Junto con implementar programas tradicionales de capacitación y entrenamiento, tanto de habilidades técnicas como relacionales, las compañías están mostrando gran interés en el desarrollo personal más allá de lo laboral impactando positivamente en el bienestar de sus colaboradores, e incluso de sus familias", explica.

Y agrega: "Las áreas de descanso, distracción, pausas activas y recreacionales ayudan a combatir enemigos actuales como el estrés, la ansiedad, la desmotivación, el desgano, la desidia, la monotonía, el exceso de trabajo, la rutina y la presión laboral cotidiana".

El experto dice que se puede constatar que las organizaciones invierten fuertemente en otros elementos de compensación como seguros de vida, aplicación de incentivos y bonos: "Lo más interesante está en las innovaciones al respecto. Junto al trabajo de apoyo y soporte de diseño aplicado y medio ambiental que busca mejores y más cómodos puestos de trabajo (sillas, escritorios, iluminación, entre otras) existen iniciativas como la gimnasia de pausa, las ludotecas laborales móviles (el juego como estimulador de competencias laborales), además de otras iniciativas innovadoras de estimulación de la conciencia personal como el Mindfulness (conciencia plena) entre otras".

El empresario Roberto Alvo, dueño de Altex S.P.A, ha implementado un sistema flexible de trabajo para su equipo laboral. "Por ejemplo, ellos pueden llegar a las 10:30 a.m. e irse a las 15: 00 horas, lo que aumenta el compromiso con la empresa y esto es valorado por los empleados, que tienen más tiempo para sus familias y sus actividades personales".

"Desde que lo implementamos hay un ciento por ciento de cumplimiento de funciones y un gran aumento de la felicidad. Comprendimos sus necesidades que era valorar su tiempo libre", añade.

En Chile, según Carola Krebs, los niveles de estrés han ido en gran aumento en los últimos diez años, alrededor del ochenta por ciento de los chilenos viven con cuadros de este tipo en algún momento de la vida. "El exceso de trabajo, las reuniones, las obligaciones, un agitado ambiente laboral o una vida saturada de actividades son situaciones cotidianas que marcan la pauta en la vida moderna y a la vez estresada", dice.

Y añade: "Aún nos cuesta entender que se necesitan pausas a lo largo de la jornada y que eso no significa "sacar la vuelta". Los jefes deben asumir que la cultura ha ido cambiando, que el trabajador mientras más contento esté, mejor trabaja y parte de eso es estar con energía, activo, sin dolores y con buena postura y circulación sanguínea".

La ingeniero comercialsostiene que el sedentarismo en las jornadas laborales no sólo afecta el organismo sino que, además, contribuye al desarrollo de malestares cognitivos, entre ellos la ansiedad, tristeza y estrés. "Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inactividad física se ha constituido en el cuarto factor de riesgo de mortalidad en el mundo. Además, disminuye la productividad y ésta a su vez se refleja en falta de colaboración, respuestas negativas o incluso en el incumplimiento de las labores asignadas", comenta.

Asimismo, afirma que a nivel físico los masajes mejoran la circulación añadiendo oxígeno a las células rojas aportando la sangre oxigenada que los músculos dañados y tensos necesitan para sanarse. "Esta terapia, gracias a la eliminación de toxinas y al fomento del intercambio de nutrientes, ayuda enormemente a activar el riego sanguíneo y a estimular las terminaciones neuromotoras de los vasos, lo que trae consigo aumento de energía, la eliminación de dolores musculares, dolores de cabeza e incluso mejora la postura general y el buen dormir en las noches", explica.

En lo psicológico, Krebs comenta que "el sólo hecho de sentirse mejor físicamente, produce un efecto sicológico positivo", concluye.