Me gusta cantar. Tengo amigos músicos, nos juntamos a improvisar música, y tengo unos proyectos de banda".

La actriz Geraldine Neary dice que ha rechazado algunos papeles de "mina rica". "Es una lata y no sientes ningún peso o identificación real con el personaje, entonces chao", explica Neary. Antes de ser actriz, mientras estudiaba en la universidad, fue modelo por un tiempo. Y eso, dice, ha hecho que a veces la vean con prejuicios en el mundo artístico. Sin embargo, ha sabido demostrar que tiene talento. Ha estado en dos teleseries, "Matriarcas" de TVN y "Preciosas" de Canal 13, y en largometrajes como "Happy End" y "Sin Norte". Y durante este mes y el próximo estará protagonizando la clásica obra chilena "El cepillo de dientes" en el teatro UC.

A fines del año pasado, publicó una fotografía en Instagram con la que varios se sorprendieron por su opción de no depilarse. Eso dio pie para hablar un tema que a ella le importa mucho: el feminismo.

—¿Cómo recuerdas tu infancia?

—Mi infancia fue muy feliz. Tuve un hermano un año mayor que yo, Matthew. Él es artista visual. Lo pasábamos bien jugando juntos. Y tenía un hermano chico, cuatro años menor que yo, el Jonathan. Mi mamá, era como la mamá perfecta, en el sentido de cuidarnos, de protegernos. Y mi papá era aventurero, le gustaba hacer viajes en auto, manejar muchas horas. En ese tiempo él escuchaba Hip Hop. Eso era divertido, diferente. ‘Mi papá escucha rap', era como bacán, y también me hizo entrar a ese mundo.

—¿Y tus padres están ligados también a la actuación?

—No, para nada. Mi abuela por el lado de mi mamá, Mireya, pinta y es súper estética. Por el lado de mi papá, mi abuela quería ser actriz, pero no la dejaron y creo que ella me ayudó mucho a incentivar la imaginación, a jugar. Eso para mí significó mucho.

—Fuiste modelo mientras estudiabas. ¿Has sentido prejuicios por eso?

—Sí, hay prejuicios. Productores de cine me han dicho ‘te tenía prejuiciada, porque eres bonita'. Asumen que por eso eres tonta o no actúas bien. Y cuando demuestras que sí puedes, te dicen ‘ah, mira, es inteligente también'. Obviamente influye si eres una niña y todo el día te están diciendo ‘qué bonita eres', quizás vas a pensar que tu función en este mundo es ser bonita. Ahí uno sola se puede liberar del valor que te das a ti mismo.

—Publicaste una foto en Instagram sin depilarte las axilas. ¿Fue una decisión para marcar una opinión feminista?

—No fue tanto una decisión. Subí una foto con el ala peluda y no me di cuenta. Y después empezaron a comentar como ‘oh!, no se ha depilado'. Entonces dije ‘ya qué tanto, da lo mismo'. A la mañana siguiente tenía WhatsApp de la Radio Bío Bío que querían hablar conmigo por eso. Y bueno igual feliz, si es un tema para hablar de feminismo, bacán, y libertad de mujeres, mejor. No tuve problemas en decir por qué pensaba que la belleza no tiene nada que ver con tener el ala peluda o no.

—Entonces la idea inicial no era subir esa foto para hablar de feminismo, ¿eso se fue dando después?

—Sí, fue espontáneo. Pasó y fue bacán porque me asociaron a mujeres que yo admiro mucho como la Madonna. Y bacán que me asociaron con eso. Pero no fue una estrategia. Y de ahí, bueno, subieron los seguidores, me llamaron unos fotógrafos pro para sacarme fotos con el ala peluda, porque les interesaba esa contradicción.

—¿Te importa el feminismo?

– Sí, me importa mucho. Y está bueno para la ficción, llevándolo a mi trabajo. Por ejemplo, en "Preciosas", las protagonistas eran mujeres, que eran amigas entre ellas, que se protegían, que tenían como una relación power, y no se van a pe-lear por los hombres, ¿cachái? A mí sí me importa cuando los personajes de mujeres son todas estúpidas, son todas huecas.

—¿Has rechazado papeles por eso?

—Sí, he rechazado cosas chicas. Por ejemplo, cuando cachas que eres el personaje de la mina rica. Es una lata y no sientes ningún peso o identificación real con el personaje, entonces chao. Porque estás como en función de algo, como de un cliché. Entonces, chao.

—¿Qué otros intereses tienes además de la actuación?

—Me gusta cantar. Tengo amigos músicos, nos juntamos a improvisar música, y tengo unos proyectos de banda. Tengo unas canciones que he inventado, hace años, que algún día espero poder producir y grabar. Me gusta escribir. Y rap, escribo rap.

—¿Te gusta rapear?

—Sí, o sea lo escribo. Improvisar no me sale. Pero escribir sí me gusta.

LEER MÁS
 
Más Información