La hija del ex Presidente de Argentina Carlos Menem, Zulema María Eva (más conocida como Zulemita, de 46 años), no descartó presentarse como candidata a diputada por la provincia de La Rioja en las elecciones parlamentarias de septiembre, aunque dejó supeditada su decisión al "consejo" de su padre, quien es senador.

"Es una decisión difícil cuando uno tiene hijos chiquitos, por eso lo tengo que hablar con mi padre", afirmó la hija del ex Mandatario. Según la prensa argentina iría por el Cambiemos, la coalición de Mauricio Macri y no por el justicialismo. Sin embargo, voceros de la Casa Rosada lo negaron. "Si es candidata, no será de nuestro espacio", aseguraron desde Balcarce 50.

La hija del ex Presidente ya había sondeado ser candidata al Parlamento argentino en 2014, pero la postulación no prosperó por razones personales de la propia Zulemita.

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Esta es otra prueba de que no existe ninguna posibilidad de controlar a este tipo". Wayne White, ex asesor del Departamento de Estado en el gobierno de George W. Bush.

Ayer por la noche la Casa Blanca desmentía las denuncias contra el Presidente Donald J. Trump por revelación de información clasificada a Rusia. "No hay nada que el Presidente tome más en serio que la seguridad del pueblo estadounidense. La noticia que se difundió es falsa tal como se la publicó", declaró ante la prensa el asesor en temas de seguridad H.R. McMaster. "Yo estaba en la sala, eso no sucedió", remarcó.

Una reacción ante lo publicado ayer por The Washington Post (primero) y The New York Times (después), donde se decía que el Mandatario estadounidense había compartido datos de inteligencia con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y el embajador de ese país en Washington, Sergei Kislyak, cuando los recibió en la Casa Blanca la semana pasada.

Trump desmiente a la Casa Blanca

Sin embargo, con el escándalo en plena ebullición, Donald Trump salió esta mañana —y por Twitter— a reconocer que compartió información sobre las capacidades de espionaje de un aliado estadounidense clave en la lucha contra el Estado Islámico. Y de paso desmintió —otra vez— a la propia Casa Blanca.

"Como Presidente, quise compartir con Rusia algo que tengo absoluto derecho de hacer, datos concernientes al terrorismo y la seguridad de las aerolíneas. (Por) razones humanitarias, y porque quiero que Rusia avance en su lucha contra el Estado Islámico", escribió el Mandatario en su saturada cuenta de Twitter.

Sin embargo, Trump no negó ni confirmó si los datos compartidos eran secretos o no. En caso de que lo sean, como Presidente, tiene la autoridad para hacerlo. La desclasificación de información que atañe a la seguridad nacional es considerada en Estados Unidos como un poder constitucional del Mandatario como comandante en jefe y no está regulada por el Congreso. Trump tiene el poder de desclasificar lo que quiera.

"El sistema no está regulado por ley", asegura Steven Aftergood, experto en Inteligencia estadounidense. "Es la expresión misma de la autoridad presidencial. Tiene poder ilimitado para hacerlo, además determina el método de cómo hacerlo y a quién hacerlo", agrega el experto.

¿Qué pasó en la reunión?

La reunión con el canciller ruso y su embajador de Washington era delicada. Hay que recordar que el día anterior, Trump había despedido al director del FBI, James Comey, encargado de investigar si el equipo de campaña del Mandatario se coordinó con el Kremlin para atacar a la candidata demócrata Hillary Clinton y ganar las elecciones. Es la llamada trama rusa. Una red de conexiones entre colaboradores de Trump y funcionarios del Kremlin que persigue a Trump y su entorno desde que asumió el 20 de enero.

En la reunión, según la reconstrucción de The Washington Post basada en fuentes oficiales, Trump comenzó a alardear frente a sus invitados rusos la excelente información de inteligencia que recibe todas las mañanas. Comenzaron a hablar de las amenazas comunes cuando a esa altura el magnate reveló los detalles sobre el operativo del Estado Islámico e incluso facilitó el nombre de la ciudad donde se estaba desarrollando. Unos datos extremadamente delicados que en manos de los servicios secretos rusos, ampliamente implantados en la zona, pueden permitir a Moscú descubrir la fuente de Estados Unidos.

Para peor, el origen de la información clasificada por Trump a los altos cargos de Rusia proviene de un aliado extranjero que no habría dado permiso para compartirla. Es información de máximo secreto conocida sólo por un pequeño grupo de altos cargos. Trump, con su revelación, deja en veremos la continuidad de esta cooperación.

En la capital, indignados

Como era de esperar, nadie de las altas esferas políticas de Washington D.C. quedó contento con lo que hizo Trump. Expertos advirtieron hoy de los riesgos que ello significa.

"Esta es otra prueba de que no existe ninguna posibilidad de controlar a este tipo", aseguró Wayne White, ex asesor de Inteligencia del Departamento de Estado durante la administración de George W. Bush. "Se supone que hay líneas rojas que el propio Presidente no puede cruzar. El tiene que proteger a los suyos. Es aterrador, especialmente para las personas que manejaron las fuentes para obtener la información", agrega White.

"Es realmente una pesadilla para la comunidad de inteligencia", dijo, por su parte, Ned Price, ex funcionario de la CIA y miembro del personal del Consejo de Seguridad Nacional de Obama a la cadena NBC.

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