"Me han dicho que me encuentran parecido a James Dean o a Leonardo Dicaprio", comenta sonriendo Pablo Segura (21) con su metro 90, ojos verdes, cejas gruesas, un look irreverente, y una disciplinada carrera, que lo han encumbrado como uno de los modelos masculinos más destacados de la agencia Elite en Chile.

Como estudiante de segundo año de Derecho de la Universidad de los Andes, la principal ley para Pablo en el modelaje masculino es no tener miedo. "En este trabajo se deben vivir aventuras como viajar y probar suerte en otros mercados", cuenta vestido con una polera básica y una chaqueta de cuero gastada mientras toma un capuchino en un café de Luis Pasteur.

Pablo entró al mundo de la moda de manera accidental. Hace cinco años acompañó a su única hermana, Javiera (23), también modelo de Elite, a unas clases de pasarela en la agencia. "El booker de ese entonces, me invitó a participar en la agencia Elite y como familia aceptamos entrar en este mundo, pues mis papás me han apoyado siempre", cuenta el modelo quien estudió en el colegio San Ignacio El Bosque y habla inglés, alemán, francés y español.

Y agrega: "He intentado ahorrar para comprarme mis cosas desde que era chico, por lo que el modelaje me permitió generar ingresos para ser más independiente de mis padres".

Desde que lo ficharon en Elite, ha sido protagonista de campañas en Chile y en renombradas pasarelas de Berlín, Milán y Nueva York.

"Lo que más me llena de orgullo fue haber desfilado el año pasado de forma exclusiva para el gran diseñador Ermanno Scervino en la semana de la moda en Milán. Este último trabajo fue un gran hito para mí y siempre lo llevaré en la memoria", recuerda este joven que se define como noble, cortés con los demás, y ambicioso para perseguir sus metas.

Durante su carrera en la alta costura masculina, ha trabajado para Dolce & Gabanna en Italia, ha aparecido en la revista Elle (de Kazajistán) y protagonizó un video musical con la figura de la moda chilena Vesta Lugg. Hace dos años, además, estuvo haciendo campañas de moda en Hamburgo y en Berlín, donde también aprovechó de insertarse en la ciudad desempeñándose como garzón. "Trabajé en un restobar en el puerto de Hamburgo y fue una experiencia muy divertida, pues aprendí el alemán urbano, mientras en la mañana lo estudiaba en un instituto", recuerda el modelo a quien le encanta cocinar pastas y tocar en la armónica canciones al estilo country blues.

—¿Qué diferencia hay entre ser modelo en Europa y en Chile?

—En Europa la competencia es ardua, por día hay más de diez castings a los que concurren cientos de modelos igual o superior a uno en experiencia. En Chile, el ambiente es más familiar, todos se conocen y en ocasiones te pueden llamar directo a un trabajo. Además, aquí existe comúnmente un cierto tipo de demanda de modelos; es cosa de ver la publicidad comercial: hombres pelo castaño claro y mujeres rubias. Esto es uno de los grandes inconvenientes del mercado del modelaje en este país, pero esperamos que eso vaya cambiando.

—¿Qué habilidades debe tener un modelo en la pasarela a diferencia de una mujer?

—Las mujeres se desenvuelven de una forma asombrosa en la pasarela y la mayoría de las veces sobre tacos. Además, pueden "quebrarse" para posar, pueden cambiar de personaje y ser totalmente irreconocibles. En cambio, los modelos masculinos en la pasarela no usamos tacos como las mujeres, pero sí debemos caminar erguidos y a pasos largos; debemos concentrar la mirada a la cámara principal y representar al diseñador para quien trabajamos. En el modelaje es bueno generar un estilo único, ser un personaje en vez de un modelo a secas.

—¿Qué atributos debe tener un hombre para triunfar como modelo profesional?

—Existe un concepto erróneo en el modelaje profesional masculino que plantea que para ser exitoso hay que ser muy alto y delgado. Planteo que existen diferentes mercados que demandan diversos rasgos. Para triunfar en la industria de la moda no se necesita ser el clásico modelo ni estar necesariamente en Milán o Nueva York. Por ejemplo, si uno no es de tono atlético en vez de irse a Milán, uno debiese optar por lugares con estándares de modelos más delgados como París o Asia.

LEER MÁS
 
Más Información
Ver Más Publicidad