Con 39 años y un pasado no convencional en la política francesa, el centroizquierdista de corte liberal, Emmanuel Macron, es la carta con más posibilidades para conquistar la presidencia de su país, luego de pasar a segunda vuelta este fin de semana. Aquí su fenómeno es observado de cerca, donde la casta criolla ya le encuentra sus "dobles chilenos".

Para el escritor y ex residente francés, Rafael Gumucio, su primo, Marco Enríquez Ominami (PRO), es quien mejor encarna los ideales de la nueva sensación europea, aunque también concede que el ex ministro de Hacienda de Michelle Bachelet, Andrés Velasco (Ciudadanos), tiene lo suyo.

"MEO es el Macron chileno, porque representaba un poco al PS y se fue de ese partido para fundar el suyo; y además es joven, buenmozo y se casó con una mujer mayor… Aunque era más parecido a Macron en 2009, pues luego se fue más a la izquierda", dice.

—¿Y Andrés Velasco no te parece más similar?

—Puede ser, pero se casó con una mujer menor. Además la gracia de Macron es su juventud. Si MEO y Velasco hubiesen tenido un hijo, habría sido Macron.

Para la actriz Aline Kuppenheim —también vivió en Francia—, "Velasco es quien tiene más similitudes, con esa definición un poco ambigua de centroizquierda, más tirando para derecha en ciertas definiciones económicas, sin llegar al extremo, pero sí con una concepción del Estado como empresa".

—¿Le ve un parecido físico?

—Puede que hace algunos años haya tenido un parecido, como guapo, pero ahora están en distintas edades. En todo caso, ninguno de los dos es mi tipo.

El ex embajador de Chile en Francia (2000-2004), diputado Marcelo Schilling (PS), no cree que nadie tenga un gran parecido. "Puede que los ministros de Hacienda, pero no nos muy políticos acá.

—Gustavo Ross Santamaría y Hernán Büchi también, aunque perdieron ¿Y Velasco?

—Está por verse. Nunca ha sido elegido por el pueblo.

No soy Macron, pero…

De Macron, Andrés Velasco dice que "lo conozco, hemos almorzado, hemos sido panelistas en algún congreso en Francia y su ideólogo, Jean Pisani-Ferry, es amigo mío".

La admiración de Velasco por Macron quedó estampada en un tuit tras su triunfo: "Tremenda inspiración para los independientes, los sensatos, los liberales y los centristas de todo el mundo". Sobre ello comentó que "él hace algo importante cuando las confianzas están resentidas: le habla con franqueza, sin populismo.

ME-O no se queda atrás: "A Macron lo conocí hace muchos años, vino a apoyarme en 2009 cuando era candidato (...) El 2015 me recibió largamente en su despacho y me contó que iba a ser candidato presidencial. Ahí entablamos cierta amistad… Su grupo se llama Los Progresistas y nuestro Twitter se llama Los Progresistas. Tenemos mucho en común".

También se encuentra parecido, pero sólo en lo ideológico —"soy un plebeyo y no soy experto financiero"—, el diputado Vlado Mirosevic (PL).

"Tengo con él hartas simpatías. Es un social liberal muy interesante que ha logrado combinar los valores de libertad e igualdad, es un candidato que promueve el mercado, pero mezclado con derechos sociales universales, con un reformismo de centro muy progresista, que en Chile no conocemos", concluye.

LEER MÁS
 
Más Información

Su programa social es socialista, pero en lo económico es un liberal convencido. Durante la campaña le reprocharon sus múltiples contradicciones. Por ejemplo un día decía que con las 35 horas laborales que tienen los franceses a la semana no alcanzaba y después prometió que no las tocaría. Se define como "un político de izquierda abierto a todas las ideas de derecha".

Desempleo:

Una de las medidas en lo económico que propone es el derecho universal al subsidio de desempleo: Tendrían derecho no sólo los trabajadores asalariados, sino también los empresarios, agricultores y independiente. Todos tendrán la obligación de hacer cursos de formación y deberán "aceptar las ofertas de trabajo correspondientes".

Estado:

El candidato socioliberal —como se le llama— pretende, si es que llega a la Presidencia el próximo 7 de mayo, reducir el tamaño de la administración, quiere suprimir hasta 120.000 puestos de funcionarios públicos.

Educación:

Para mejorar la educación Macron le dará la importancia a la educación primaria, donde pretende limitar a 12 alumnos las clases de los 6 a los 8 años. Propone, además, dar más autonomía a los centros educativos. Prohibirá los celulares en básica y secundaria y propone crear un "bono cultural" para que los jóvenes gasten hasta 500 euros al año en cultura.

Inmigración:

Macron aboga por reducir el tiempo en que se tarda una solicitud de asilo a ocho semanas, reforzar la policía en la frontera con 5.000 guardias fronterizos que pertenezcan a un cuerpo europeo y que todos los extranjeros que lleguen a Francia aprendan bien el idioma.

Economía:

Quiere bajar el impuesto de sociedades del 33% al 25%. Además, pretende promover un "nuevo modelo de crecimiento" que se concretaría en 50 mil millones de euros a lo largo de cinco años, pero no detalla cómo se va a potenciar la competitividad, en declive, de Francia; ni su tejido industrial, ni su innovación. Mientras a los agricultores les promete un plan de inversión de 5 mil millones de euros en 5 años. La creación de un presupuesto específico para la zona euro para inversiones.

LEER MÁS