Dos años de una historia de amor perfecta. Esteban se muere por Paz. Siente que la vida sin ella no tiene sentido. Que es tiempo de llevar ese sentimiento a lo más sagrado. Lleva oculto en su bolsillo un anillo con el que pretende sellar el compromiso. La cita habitual, en el lugar de siempre, toma un giro radical en un instante: "¿te casas conmigo?". Paz, con lágrimas en los ojos, acepta. Se besan. En un suspiro, Esteban exclama: "Voy a cumplir mi sueño". Paz llora: "no pensé que casarte conmigo sería un sueño"... "También lo es", responde Esteban, "pero mi sueño verdadero es casarme vestido de Elvis Presley".

De la emoción al silencio inquietante. "Por ningún motivo", dice la novia, "Jamás lo permitiría".

La boda se realizó meses más tarde. Esteban usó un smoking negro, pero no renunció al traje de Presley. En un taller del sector sur de Santiago, su pedido a la medida quedó guardado y al poco tiempo fue a buscarlo.

La historia la cuenta Patricio Castro, sastre y exclusivo diseñador de trajes del Rey del Rock en sus distintas etapas musicales. Dice que situaciones como ésa le ocurren a menudo en su lugar de trabajo donde la magia y el homenaje al artista es constante. "Cada año aumentan los novios que pretenden casarse vestidos de Elvis, pero acá llega de todo: coleccionistas, admiradores, dobles del cantante y hasta vedettos".

Castro es voz autorizada en el mundo Elvis local. Es autodidacta y hace años viene organizando eventos conmemorativos y cumbres donde las patillas y el tupé son requisito. En 2013 hizo una exibicion de sus trajes en CasaPiedra que finalizó con el show de Shawn Klush, uno de los dobles más respetados en el mundo.

El año pasado organizó un inédito desfile de moda en el Casino Monticello, inspirado en los trajes usados por el Rey con modelos hombres. De fondo, un tributo a Elvis con la actuación de un doble, obviamente cliente de Castro.

Para el último aniversario de la muerte del ídolo, produjo el Fashion King Exhibit, una exposición de trajes más concierto en vivo y banda de 11 músicos.

Hágalo usted mismo

Ser Elvis, aunque sea por un día, es más común que lo que usted cree. En Chile existe un mundo de atuendos y accesorios.

"He visto Elvis gordos, flacos, pelados y canosos", remarca Castro. No hay ninguna condición excluyente.

Los trajes de Castro son a medida y cualquiera puede adaptarlo a su anatomía. Eso sí, hay que estar dispuesto a desembolsar dinero, porque, como dice, "lo mío es sastrería, yo no hago disfraces".

Eso justifica que el traje más barato —correspondiente a la primera etapa— cuesta cerca de US$ 295 (190 mil pesos chilenos) y el más caro —el clásico enterito blanco que ostenta un águila de piedras preciosas— cuesta, en versión nacional con piedras de fantasía, algo así como US$ 2.000 (1.286.000 pesos).

Los atuendos representativos, conocidos como jumpsuits, son aproximadamente 100. Los más exóticos están inspirados en plumajes de pavo real, hay otros con guiños egipcios, influencia azteca, artes marciales, futuristas y de torero. Todos tienen el cuello napoleónico característico y fueron creados originalmente por Bill Belew, el fallecido diseñador de Elvis.

El codiciado clóset de réplicas de Patricio Castro ofrece más de 10 tipos de pantalones, 15 modelos de camisas de todos los colores, materiales y cortes. Todo es a pedido del cliente y existe además un amplio stock de pañuelos —que se incluyen como regalo— que emulan a los que Presley usaba para limpiarse el sudor y luego arrojaba al público. Los cinturones también están incluidos en el precio de cada traje y se puede elegir entre 7 opciones.

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