"Este fue un evento extraordinario, sobrepasó todos los límites esperables". Así comenzó el ministro (s) de Agricultura, Claudio Ternicier, la conferencia de prensa convocada ayer a mediodía por la Corporación Nacional Forestal (Conaf), para publicar su balance acerca de los devastadores incendios que afectaron a más de 467 mil hectáreas de la zona centro-sur del país a comienzos del año.

Luego de la introducción de Ternicier, el director ejecutivo de Conaf, Aaron Cavieres, tomó el podio para dar el desglose del análisis. Caviedes detalló que el informe estaba basado en todos los incendios de más de 200 hectáreas que afectaron a las regiones de O'Higgins, Maule y Biobío —excluyó a los incendios de las regiones Metropolitana, Valparaíso y de La Araucanía— y que conformaron el denominado megaincendio. El reporte de Conaf determinó que el inicio del siniestro comenzó el 18 de enero y terminó el 5 de febrero, siendo el 26 de enero el día de mayor emergencia, con 120 focos de incendio en el área afectada.

Cavieres precisó que un antecedente importante para lo sucedido fue el contexto climático, registrando temperaturas promedio récord en 2014, 2015 y 2016. Durante el peak de la catástrofe, las ciudades de Santiago, Curicó, Chillán y Valdivia registraron alzas históricas. En el balance también se precisó que, en 24 horas, el incendio incrementó su superficie en 100 mil hectáreas (1,6 veces la superficie de Santiago), "algo nunca visto hasta ese momento", declaró el director ejecutivo de Conaf.

Supertanker nunca fue descartado como opción

De acuerdo con el catastro de la Conaf, el combate de los 717 siniestros ocurridos en la zona tiene un costo de $17 mil millones. Número que supera en 6% el presupuesto de la entidad para ese fin.

El reporte señala que, en lo referido al despliegue de unidades de Conaf para el combate de las llamas, en enero ya estaban operando sus 141 brigadas, a las que se sumaron cuatro gracias a la cooperación internacional, las que llegaron a siete para el final de la emergencia, en febrero. Caviedes también agregó que el combate a los incendios concluyó con un total de 64 aeronaves operando, entre ellas el Ilyushin IL-76 ruso y el SuperTanker. En relación con este último, Cavieres sostuvo que nunca se desechó su uso —debido a su alto costo— antes de que la fundación Viento Sur ofreciera costear el avión. "Estábamos evaluando la oferta, por lo tanto estábamos en ese proceso cuando llega la donación y por lo tanto la tomamos inmediatamente, lo que está acreditado por la celeridad con que ese avión llegó a Chile", dijo el ejecutivo.

Otro dato de la emergencia es el que aportó el mecanismo de protección civil de la Unión Europea, cuyos representantes (también presentes en la conferencia de prensa) informaron que el "megaincendio" generó una "tormenta de fuego" con un peak de consumo de 8.240 hectáreas por hora.

¿Cuáles fueron las

especies afectadas?

En relación con la superficie afectada, el informe señala que 280 mil hectáreas correspondieron a plantaciones arbóreas; 77 mil a bosque nativo; 76 mil a praderas y matorrales; 31 mil hectáreas a terrenos agrícolas, y cinco mil hectáreas quemadas fueron zonas urbanas y áreas sin vegetación (ver recuadro).

Entre las tipos de bosque nativo los más afectados fueron el esclerófilo, con 74% del total, y el de roble-hualo, con 11 mil hectáreas (casi 20%). En cuanto a plantaciones arbóreas, el 81% correspondió a pino y el 17%, a eucaliptus. El reporte agrega que también resultaron afectadas más de mil hectáreas en categoría de conservación, 416 correspondiente a palma chilena.

Otras cifras del balance de la Conaf precisan que los incendios emitieron más de 78 millones de toneladas de CO2, cantidad equivalente a 3,5 veces las emisiones del parque automotor de todo el país.

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