Desde que se instaló en Chile, en mayo de 2015, el francés Nicolas Claude (50) ha repetido una y otra vez que su misión a la cabeza de Nuevo Pudahuel es posicionar el aeropuerto de Santiago como uno de los mejores de la región y, como bandera más personal, ubicarlo entre los primeros cien del mundo en el ranking de la consultora Skytrax.

Pronto a cumplir dos años en la gerencia general, Claude sigue a firme en su discurso. Y es precisamente uno de los rasgos que destacan quienes se han relacionado con él. "Es una persona que conoce muy bien el negocio. Alguien con quien se puede conversar y que es muy abierto a las críticas, sobre todo si le ayudan en esta tarea de mejorar el desempeño del aeropuerto", dice un ejecutivo del sector aeronáutico que ha participado de varias negociaciones con él.

Desde el directorio, algunos de sus integrantes lo describen como "un tipo muy mateo", que se ha preocupado de explicar a quien se le cruce por delante que por ahora en el aeropuerto se trabaja lo mejor posible con la infraestructura disponible, pero que el mejor servicio llegará recién dentro de cuatro años, cuando finalice su ampliación. "No sólo ha repetido una y otra vez en el directorio y en sus distintas presentaciones, sino también se ha reunido con mucha gente para explicarles los tiempos de todo este cambio, con mucha paciencia", explica uno de los miembros de la mesa directiva.

Experiencia en mejoras de aeropuertos tiene en su currículum. Ingeniero en Sistemas, con una maestría internacional en estadísticas y varios cursos en gestión aeroportuaria de la Ecole Nationale de l' Aviation Civile en Toulouse, Claude tuvo sus primeras experiencias laborales como planificador de aeropuerto en los parisinos Charles de Gaulle y Orly. También estuvo a cargo de la dirección de operaciones del Grupo Aeroportuario del Centro Norte en Monterrey, México, donde dirigió 12 aeropuertos durante 7 años, y antes de llegar a Santiago operaba desde hacía cinco años el Queen Alia, en Jordania.

En Chile se instaló con su esposa y sus tres hijos. Habla perfecto español, aunque aún tiene resabios de acento francés. Su círculo cercano en Nuevo Pudahuel está integrado mayoritariamente por ejecutivos extranjeros, y su brazo derecho en la operación del aeropuerto es el portugués Antonio Mendes. Eso sí, se ha preocupado directamente de gestiones, como lograr que el SAG y Aduanas cambiaran sus turnos en un horario distinto al de las 8 de la mañana, cuando aterrizan en Santiago una buena parte de los vuelos internacionales. También ha realizado gestiones directas para promover la llegada de nuevas aerolíneas. "Él fue quien logró que British Airways viniera a Santiago, porque no estaban muy seguros de hacerlo", cuenta un cercano como ejemplo.

En este plano de "hacedor", promovió fuertemente la reciente visita del Presidente francés, François Hollande —una de las empresas socias del consorcio es de origen galo—, e incluso participó en un encuentro con él esta semana.

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Los pasajeros pueden llegar a pagar más del 40% del valor del ticket aéreo sólo en impuestos y tasas de embarque" Enrique Cueto, CEO Latam

"El aeropuerto se está ampliando para que sea nuevamente el mejor aeropuerto de Sudamérica". Ese es el discurso tipo con el que el ministro de Obras Públicas (MOP), Alberto Undurraga, se refiere a la modernización del aeropuerto Arturo Merino Benítez (AMB).

Aunque la tarea la debe concretar el concesionario Nuevo Pudahuel, consorcio que a partir del 1 de octubre de 2015 tomó las riendas del terminal aéreo y que deberá llevar adelante un ambicioso plan de crecimiento, que permitirá que AMB pase de recibir 19 millones de pasajeros al año a acoger a 30 millones en 2020.

Sin embargo, en esta relación de 15 meses, cuyo vínculo son las bases de licitación elaboradas por el Gobierno chileno, existen al menos tres conflictos en que el eje principal es el propio consorcio.

Pugnas con el MOP

Esta relación se funda en dos desavenencias técnico-económicas. La primera fue llevada por la concesionaria al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) en noviembre de 2016, donde solicitó una comisión arbitral que pudiera enrielar diferentes interpretaciones del contrato con el MOP.

Nuevo Pudahuel estima cobrar a sus usuarios las tarifas máximas que contenían las bases de la licitación, más IVA. En tanto, el MOP estima que los cobros máximos están ya establecidos en las bases y no se debe añadir dicho impuesto.

El segundo round entre ambos surge de la discrepancia en torno a la entrega de ingresos comerciales, de los cuales el consorcio hoy cede al Estado un 77,56%. Fuentes ligadas a Nueva Pudahuel expresaron que "pese al extraordinario aporte al erario público, el MOP nos informa que las ganancias que se debiesen compartir no solamente son los ingresos devengados o percibidos, sino que el total de los servicios a los usuarios".

Según la concesionaria, esta diferencia de opinión le generó un impacto financiero de $4.500 millones solo para el primer año de operaciones (octubre de 2015 a septiembre de 2016).

El coordinador de concesiones del MOP, Eduardo Abedrapo, responde sin entrar al fondo del conflicto: "las bases son claras" y cada entidad tiene el derecho a presentar sus reclamos formalmente, los que serán rebatidos a través de los mecanismos existentes en el sistema de concesiones.

Cueto y Paulmann

levantan la voz

Otro flanco surge del aumento en las tarifas cobradas por el concesionario a las líneas aéreas por ocupar el aeropuerto y los arriendos de metros cuadrados, y a la suma de las tasas cobradas a los pasajeros por la autoridad y que son traspasadas en el costo del pasaje.

"Nuevo Pudahuel subió las tarifas sin haber puesto un clavo nuevo en el aeropuerto", reclama Alfredo Babún, presidente de la Asociación Chilena de Líneas Aéreas (Achila). "No es comprensible que el aeropuerto cobre el máximo si aún no ha desarrollado la totalidad de su expansión", acota el CEO de Sky, Holger Paulmann. En esa línea, Paulmann apunta también a la autoridad sectorial. "Chile tiene una de las tasas de embarque más caras de Sudamérica. Este impuesto, que no es para nosotros ya que debemos entregárselo a la autoridad, está a $7.300 pesos para los vuelos domésticos. En la Unión Europea, esta tasa es proporcional a la distancia del vuelo", dice. Por ejemplo, para un vuelo a Córdoba se tiene que pagar la misma tasa internacional que para ir a Sydney o China, que es de US$30.

Esta causa ha unido a aerolíneas, que normalmente son férreas rivales. Latam Airlines, de hecho, ha sido protagonista . El 21 de julio pasado, el CEO de su unidadLan, Ignacio Cueto, junto al director de aeropuertos de la firma, Gabriel Papandrea, se reunieron con el ministro de Obras Públicas para conversar sobre la ausencia de mejoras en el terminal y el alza de tarifas llevado a cabo por Nuevo Pudahuel, argumentando que el aumento en los cobros debía ser gradual. Este aumento, dicen desde las aerolíneas, les ha significado pagar un 50% más al actual concesionario que al antiguo (SCL). Por ejemplo, sólo en el ítem embarque y desembarque, SCL podría fijar una tarifa máxima de hasta 0,3 UF por los primeros 45 minutos de uso de los puentes de embarque y hasta 0,6UF por cada 30 minutos adicionales. El nuevo contrato permite a Nuevo Pudahuel pagar 0,625 UF y 0,75 UF, respectivamente.

Dado que estos costos deben ser traspasados a los usuarios, como consecuencia, "en algunos casos los pasajeros pueden llegar a pagar más del 40% del valor del ticket aéreo sólo en impuestos y tasas de embarque", reclama Enrique Cueto, CEO de Latam.

Servicios: estacionamientos y taxis pirata

Otro ítem en revisión son los servicios de AMB. El gerente general de Latam, José Luis Rodríguez, hace referencia por ejemplo a la falta de estacionamientos para pasajeros en la terminal. Antes del inicio de la construcción había 4.800 estacionamientos disponibles y en 2020 serán 8.000. Pero en el intertanto, el aeropuerto estará con una capacidades, ya colpasada, cercana a los 3.800, que es el mínimo exigido en las bases de licitación. En relación a este punto, fuentes de Nuevo Pudahuel aseguran estar de acuerdo, y señalan que "se encuentran en construcción dos edificios de tres pisos cada uno, lo que suma un total de 3.595 estacionamientos adicionales".

Otro foco de conflicto se relaciona con el transporte terreste desde y hacia el aeropuuerto. Y en especial, los taxis. Si bien es cierto, existe un servicio de taxis concesionados que tiene la exclusividad en el aeropuerto, en la plataforma de embarque conviven los no certificados o piratas.

En el concesionario sostienen que a pesar de ser un problema ajeno a su responsabilidad, es un tema que intentan resolver pero también lanzan sus dardos a la autoridad: "Nos hemos reunido con el Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio de Transportes buscando ayuda para la fiscalización, ya que ésta no es constante".

En Nuevo Pudahuel afirman que han presentado un proyecto con sugerencias al MOP para modificar todo el arribo internacional. En él se propone separar el flujo de pasajeros entre quienes tienen o no necesidad de transporte. Para ellos habrá una isla interna con todos los servicios, de modo de que al salir se asegurará un tráfico regulado para los pasajeros.

Para el presidente de la Confederación Nacional de Taxis, Luis Reyes, "lo principal es proteger al pasajero, ya que los taxis pirata pueden engañar a los usuarios y cobrarles tarifas que no son reales".

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