Su legado está ahí. Necesita ser compilado para que más gente pueda acceder a él". Carlos Lertora Director de "Variaciones espectrales"

El miércoles pasado falleció José Vicente Asuar, uno de los pioneros de la música electrónica en Chile y Latinoamérica. Sufrió un paro cardíaco a los 83 años de edad.

Músico e ingeniero, fue uno de los creadores del primer laboratorio de música electroacústica en Latinoamérica, ubicado en la Facultad de Artes de la Universidad Católica.

Además, fue el inventor de la COMDASUAR, un computador capacitado para crear música.

Dejó discos adelantados a su época, como "Variaciones espectrales" (1959) y "El computador virtuoso" (1973), además de un grupo de fieles seguidores que hoy exploran las posibilidades sonoras de la tecnología.

Material de estudio

El cineasta Carlos Lertora se interesó por la vida y obra de Asuar, y en el año 2013 realizó el documental "Variaciones espectrales", ganador del Festival In-Edit ese mismo año. Para él, el legado del músico es "importantísimo".

"Dan ganas de que muchas de sus obras pudieran ser estudiadas o visitadas por más gente. Es una iniciativa que debe tomarse, ya que no sólo queda su música, sino que también ensayos y textos para la revista «Música Chilena». Esos archivos están para ser visionados".

Lertora espera además que el COMDASUAR "pueda llegar a un museo". "No es menor lo que hizo José", agrega. "Su legado está ahí. Necesita ser compilado, reubicado, replanteado para que más gente pueda acceder a él. En Chile, este tipo de personajes no son reconocidos después de mucho tiempo, pero él tuvo la suerte de encontrarse con gente que valoró su obra en vida".

Mika Martini, fundador del sello Pueblo Nuevo, fue el encargado de compilar la obra del compositor y acercarla a nuevas generaciones.

"Cuando vino esta especie de renacimiento de la figura de Asuar por parte de la comunidad electroacústica chilena, para nosotros fue motivo de satisfacción ver la humildad con que el maestro recibía estos homenajes, y su generosidad en el sentido de dejar a disposición del mundo sus obras musicales y gran parte de su material. La revalorización de Asuar es fundamental, porque ahora nos damos cuenta de lo difícil que debió haber sido para él vivir en este Chile anterior, donde las corrientes más experimentales no fueron acogidas ni comprendidas en su momento. Pero cada vez más la sociedad musical chilena se da cuenta del aporte que tiene la electrónica en el contexto general".

Preparan tributo

Pocos días antes de morir, Asuar donó sus partituras a la Biblioteca Nacional.

Patricia Díaz, directora de extensión cultural de la institución, recibió el regalo. Y comenzó a planear un encuentro entre Asuar y músicos electrónicos jóvenes que no se pudo concretar. El evento se realizará finalmente en marzo como homenaje a un verdadero pionero.

"Hay que trabajar para que su música se conozca más a nivel académico", concluye Díaz. "Hacer posible que su obra se vuelva a escuchar, que se converse, se experimente".

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Crédito IMG

El año pasado, en una feria de antigüedades de Valparaíso, el coleccionista Jaime Córdova se encontró con una misteriosa cinta de 35 mm. La compró, y al revisar su contenido se dio cuenta de que estaba frente a una verdadera joya.

Tras su estreno en cines en el año 1926, "Incendio" desapareció de la luz pública. Ahora inaugurará el 7° Festival de la Cineteca Nacional —este jueves, a las 21 horas— con acompañamiento musical del pianista Martin Joseph.

Pero el reestreno no fue fácil, ya que el material fue restaurado durante un año a través de la técnica de la rotoscopia, que consiste en dibujar cada uno de los cuadros usando fondos de otros segmentos del filme. La reconstrucción requirió de la colaboración de los familiares del camarógrafo de la película: Natalio Pellerano.

"Incendio" —dirigida por Carlos del Mudo— es un melodrama filmado en Valparaíso que sigue a un bombero que se enamora de una joven atormentada.

En la época dio que hablar por su elevado presupuesto —"medio millón de pesos", informaban los diarios de entonces—, y también porque se usaron efectos especiales para recrear los incendios.

"Nos remite a la época de gloria del cine silente de ficción en Chile", destaca Mónica Villarroel, directora de la Cineteca Nacional. "Hubo una serie de filmes que lamentablemente hoy no podemos ver porque desaparecieron. En el mundo se conserva aproximadamente un 10% de la producción de este periodo".

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