Fui el primer embajador de Lippi cuando era una pyme, incluso subimos el Everest el 92 con la marca". Mauricio Purto Montañista

"Me habían echado de la pega y me pagaron 40 lucas. Con 20 compré materiales y los otros 20 los usé para comer". Así relató sus inicios Reinaldo Lippi, en una charla para emprendedores de Sofofa el año 2010.

La indemnización por su despido de la Biblioteca de los Jesuitas en 1983, fue el capital inicial para forjar la primera empresa de ropa y accesorios outdoor de Chile.

Luego de 35 años de historia, el retailer nacido en un pequeño taller Barrio Italia cambió de dueños, cruzó las fronteras e industrializó sus procesos. Hoy Lippi compite con The North Face, Merrel o Marmot.

Buscando socio

Reinaldo, actualmente jubilado, conoció el montañismo cuando se inscribió en la rama de este deporte en el Colegio Darío Salas. Practicando esta disciplina subió los volcanes Osorno y Licancabur, experiencia que le sirvió para convivir cotidianamente con deportistas de montaña.

"Yo vivía en frente de Reinaldo en la Comunidad Ecológica y podría decir que fui el primer embajador de la marca cuando era una pyme; incluso subimos el Everest el 92 con la marca", cuenta el montañista Mauricio Purto. "Más allá de lo técnico, el atractivo de estas prendas venía por sus colores y los nombres autóctonos", recuerda.

La llegada del nuevo milenio y la entrada de más competencia al país motivaron a Reinaldo Lippi a buscar un socio con mayor espalda financiera.

"Llegaron marcas mundiales, el negocio se empieza a agrandar y aumentan los volúmenes, y la plata que circula en el mundo outdoor es muchísima. Me veía abriendo con la llave mi taller hasta viejito y me deprimió. Di un gran paso y me asocié", comentó Lippi, quien en 2004 convenció al ferretero Rafael Vielva de ingresar a la propiedad.

El nuevo partner invirtió recursos frescos, adquirió el 70% de la empresa e imprimió un fuerte sello comercial. Según documentos legales de la firma, el aporte de Vielva fue notorio. Si 12 años antes contaba con una facturación de $200 millones, en 2011, bajo la nueva batuta, las ventas aumentaron 25 veces, llegando a los $5 mil millones.

Lippi continuó hasta junio de 2011 como gerente de desarrollo y más tarde dejó su cargo operativo y su sillón en el directorio. Actualmente, Vielva está a la cabeza de una compañía que tiene más de 40 tiendas a lo largo del país, 5 en Perú y serios planes de probar suerte en Argentina.

Purto resume la evolución: "Fue una muy buena relación. Y ahora con Rafael Vielva, Lippi se masificó, es una mega marca mundial".

Confort y seguridad

"Mi equipo es el gran responsable del éxito de Lippi. Yo me formé en el mercado ferretero, recordemos que antes un trabajador se ponía un slack de mezclilla, se le ponía un timbre de la empresa en la espalda y te fuiste a trabajar. Esto cambió, se establecieron criterios de confort y seguridad. Eso lo vemos en nuestra ropa", resalta Vielva, mientras revisa unas prendas junto a Lucas Iñiguez, gerente de producción, quien en febrero de 2014 llegó con la bandera de la empresa a la cumbre del Aconcagua acompañado de un grupo de trabajadores de Lippi.

Ambos cuentan que la idea era poner a prueba la calidad de la ropa en terreno, enfrentando vientos y temperaturas de –25 grados Celsius. Y el desafío fue superado con éxito, enfatizan, recalcando que Lippi está a la altura de marcas extranjeras como las neozelandesas Macpac y Kathmandu.

"Podemos medir respirabilidad, térmica, etc. Por ejemplo, tenemos una oficina de certificación en Shanghai. La ropa con tecnología debe ser así. Sellar telas es un arte; no lo hace cualquiera. Una persona puede morir en la alta montaña en condiciones extremas si la tela de su parka no está sellada", afirma Vielva.

—Quieren llegar a Argentina. ¿Se promocionarán con andinistas?

—Tu pregunta es muy válida, pero te estás orientando al deportista. Ahora la ropa outdoor está en todas partes. Antes la gente iba al banco con corbata; hoy día ya no vas al banco, y si vas, hay mucha gente con ropa outdoor. No sólo escaladores usan una parka de pluma. Si fuera así, venderíamos muy pocas parkas (ríe).

La dirección ascendente

Una de las marcas del portafolio de Vielva es Haka Honu, una propuesta de ropa outdoor tribal desarrollada junto a su socio, el surfista Cristóbal Campos.

Comenzaron vendiendo las prendas en las tiendas Lippi, pero tras el éxito que tuvo la marca cuyo logotipo es una tortuga polinésica, en la empresa decidieron dar el siguiente paso. "Haka Honu tiene una tienda en Pichilemu. Ahora estamos trabajando para traer estas tiendas a los malls de la Región Metropolitana y continuar su expansión", dice el empresario.

En cuanto al crecimiento de la red de Lippi, Vielva confirmó nuevas aperturas de tiendas. "El próximo corte de cinta será en el Portal La Dehesa, donde estamos construyendo y esperamos abrir el 15 de diciembre".

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