Es analítico, es un director que observa y analiza profundamente y toma decisiones". Pablo Hoffmann Gerente de O´Higgins de Rancagua

Miércoles 30 de noviembre. 17.00 horas. Salón Andrés Concha del edificio de la Industria. El vicepresidente de la Sofofa, Juan José Llugany, toma la palabra y propone a Hermann von Mühlenbrock como la carta del gremio industrial para pelear la presidencia de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).

Tras la proclamación, en la mitad del salón se levanta una mano, y pide la palabra. Se trata del empresario Rodrigo Abumohor Carniglia (46), consejero por Manufacturas Interamericanas (Maisa), quien de manera firme comenta al auditorio que antes de hablar de candidaturas a la CPC no sería mejor tratar los desafíos internos que tiene la Sofofa.

La opinión de este ingeniero comercial de la Universidad Católica e hijo de quien fuera presidente de la ANFP, Ricardo Abumohor, fue destacada por testigos por considerarla "bien pensada y analítica". El consejero Fernando Agüero, sin entrar en detalles sobre su intervención, resaltó su carácter: "Es una persona muy clara para opinar, muy racional, y creo que tiene un futuro gremial muy promisorio".

Abumohor ha adoptado una posición intermedia. No suscribe la postura de Bernardo Larraín Matte, Alfonso Swett, Richard von Appen, Juan Manuel Santa Cruz y Gonzalo Said, "los cinco" consejeros jóvenes de Sofofa que enviaron una mediática carta a sus pares en busca de cambios al gobierno corporativo del gremio, pero tampoco abraza la corriente que encabeza el presidente Hermann von Mühlenbrock. "Él siempre ha tenido opinión propia", cuenta un familiar.

Futbolero y estudioso

La familia de Rodrigo llegó a Chile huyendo de la dominación turca a principios del siglo XX. Sin hablar el idioma, los Abumohor encontraron una veta comercial de la mano del "patriarca" Zacarías Abumohor. En 1927, sus hijos Nicolás (abuelo de Rodrigo), Carlos y René, lo ayudaban vendiendo telas en calle San Diego y con el correr de los años, el grupo se diversificó y se consolidó en el rubro textil con la hilandería Maisa e incursionando en el sector financiero, donde compartieron propiedad en el desaparecido Banco Osorno con Salomón Díaz, Alberto Kassis, Alejandro Kauak y Álvaro Saieh, entre otros.

"Su abuelo es un modelo a seguir. Un gran líder empresarial y deportivo que logró traer el Mundial de Fútbol del 62 a Chile. También admira a su padre, Ricardo, de quien ha aprendido mucho", comenta el amigo de la familia Pablo Hoffmann, gerente general de O´Higgins.

De la infancia de Rodrigo, un detalle: jugaba fútbol con sus hermanos Martín y Mariana con una pelota de trapo en su casa de Vitacura. "Más tarde, cuando la situación familiar mejoró, se cambiaron a una casa a Santa María de Manquehue, donde tenían una canchita de pasto. Ahí, más de alguna vez invitó a sus amigos de la Alianza Francesa y luego a sus compañeros de la UC a jugar un picado".

En Ingeniería Comercial lo describen como una persona muy estudiosa, de muy buen humor. En la generación del 90 compartió aulas con María Soledad Saieh, hija del controlador de SMU, Álvaro Saieh; Pilar Zabala, cabeza del grupo empresarial Pie de Monte; Michèle Labbé, economista jefe de Econsult; y del gerente general de Parque Arauco Chile, Andrés Torrealba.

Estados Unidos y la consolidación

Tras egresar de la universidad, Rodrigo Abumohor quiso abrirse camino con sus propias alas, pese a que las empresas de la familia lo estaban esperando. Estudió un MBA en UCLA y realizó el programa de Gestión Avanzada UC-Kellog. También pasó por la Escuela de Negocios de Harvard y realizó el programa de Estrategia y Organizaciones de Stanford.

"Desde pequeño tenía muchas habilidades para los números. Estudió mucho en Estados Unidos y su discurso de egreso allá fue muy potente. Luego trabajó en un banco en el extranjero, aprendió mucho y volvió a su país a trabajar", comenta, orgulloso, su padre, Ricardo, quien también valora la faceta académica de su hijo, quien es profesor de la Universidad Católica, donde imparte clases de "Estrategia" en el MBA, en el Centro de Desarrollo Directivo y en pregrado de Ingeniería Comercial.

Arrow y la camiseta celeste

Corría el año 2003 cuando Rodrigo Abumohor tomó la gerencia general de Maisa, holding que maneja las marcas de ropa Arrow, Esprit, Guy Laroche, Nino Mori, Osito y cuya facturación supera los US$20 millones.

Su primera tarea fue liderar el desarrollo de la estrategia corporativa y del diseño e implementación de las estrategias competitivas para diferentes unidades de negocios de la firma, cuyos rostros principales son su padre, su tío Roberto Abumohor y donde hace equipo con su hermano Martín, quien es el gerente comercial.

Pero las actividades del consejero de Sofofa se han diversificado.

Rodrigo, quien está casado con la periodista brasileña Larissa Cazzadinni, con quien tiene tres hijos, es director de O´Higgins de Rancagua, luego de que su familia decidiera en 2005, invertir en este club de fútbol. Bajo su gestión, logró sanear deudas cercanas a $500 millones, entregarle su primer campeonato de la historia tras derrotar a Universidad Católica en 2014 y construir una ciudad deportiva llamada Monasterio Celeste, cuya inversión superó los US$7 millones. "Rodrigo es analítico, es un director que observa, analiza profundamente las cifras y toma las decisiones. Así es en la vida, y creo que le irá muy bien gracias a eso. Además, es un hincha furibundo de O´Higgins", comenta Pablo Hoffmann, quien cuenta otro detalle: Rodrigo usa la camiseta celeste de O´Higgins para jugar fútbol con sus amigos, y cada dos semanas cuando sube a la tribuna del estadio El Teniente a alentar al equipo.

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