Todo por un mantel rojo a cuadros. La Segunda Sala de la Corte Suprema puso fin a una historica disputa entre la empresa chilena Carozzi y la mexicana Bimbo. La más reciente batalla entre las firmas controladas por la familias Bofill y Servitje, respectivamente, nació en 2015, luego de que la extranjera inscribiera en el registro de propiedad el diseño de un mantel rojo a cuadros para utilizarlo en una de sus variedades de pan Ideal.
Una vez ocurrido el hecho, Carozzi impugnó la incripción en los tribunales marcarios y denunció a su competidor en el Consejo de Autoregulación y Etica Publicitaria (Conar), e incluso amenazó con dejarlo.
"Sin embargo, la Conar nos dio la razón y después tuvimos que defender nuestra marca en la Corte. Ahora, con este fallo de la excelentísima Corte Suprema, demostramos que el diseño a cuadros rojo es patrimonio de Carozzi, una empresa que se forjó en base a una corbata y un mantel a cuadros", comenta Enrique Dellafiori, abogado de la chilena.
Telefonazos
A medida que pasaban los días, lo que comenzó como una simple disputa marcaria comenzó a subir de tono entre ambas empresas. Tanto así, que los presidentes de Carozzi, Gonzalo Bofill y el titular del Grupo Bimbo, Daniel Servitje sostuvieron una serie de conversaciones para llevar el litigio por buen camino.
"Esta conversación que se trató al más alto nivel, y se había acordado que Bimbo desistiría de inscribir el diseño. Pero final no alcanzó a suceder porque el fallo llegó antes", comenta el abogado de Carozzi.
Pelea histórica
Las discrepancias entre ambos se remontan al año 92, cuando la mexicana entró al mercado chileno al comprar Ideal. Ahí, la panadera más grande del mundo quiso inscribir la marca Bimbo en Chile, sin embargo la empresa ligada a la familia Bofill ya la tenía registrada desde principios de siglo asociada a unas galletas. Por esto es que la multinacional no pudo llegar con su marca a Chile.
"Muchas veces han intentado inscribir la marca, pero Carozzi siempre se ha impuesto, incluso en la Corte Suprema el año 1994", recuerda Enrique Dellafiori.