Marriott International completó hoy la adquisición de la cadena Starwood Hotels, una operación valorada en unos US$13.000 millones que da lugar a la mayor empresa hotelera del mundo, con más de 5.700 recintos en el mundo, como el Sheraton de Santiago.

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Sotomayor es frío, tranquilo, que suele no mostrar sus cartas". Socio de gestora de family office

"Me da la impresión de que Southern Cross está interesado en las clínicas, con la idea de rentabilizar su operación, más que en la isapre", sostiene Gonzalo de la Carrera, ex presidente de Colmena, al referirse a la eventual adquisición de isapre Masvida por parte del fondo de inversión Southern Cross (SC). Son siete clínicas, seis de ellas en el sur, entre Concepción y Punta Arenas, donde son los líderes con cerca de 900 camas.

La oferta de SC, que, según ha declarado Claudio Santander, presidente de Masvida, sería de US$ 100 millones por el 50,01% de la isapre, implica que el fondo estaría pagando el valor libro, es decir, el equivalente a su patrimonio (US$ 91,8 millones al 31 de diciembre de 2015). "Dado lo fregada que está, es una buena cifra. Está considerando el valor físico de los activos, no la creación de valor que hizo la compañía", afirma el ex CEO de una red de centros de salud.

El dinero iría a pagar pasivos —que suman US$ 133 millones, de los cuales US$ 52 millones son de corto plazo— a través de un aumento de capital.

Aunque el 10 de septiembre SC perdió la exclusividad como negociador único, las conversaciones se mantienen, por lo menos hasta después del 27 de septiembre cuando Claudio Santander regrese a Chile de unas pequeñas vacaciones.

SC es uno de los dos grandes fondos de capital privado administrados por chilenos junto con Linzor Capital, cuya cartera de inversión incluye empresas locales y latinoamericanas. El resto de los que operan en Chile son pequeños, es decir, inferiores a US$ 100 millones cada uno. SC es, además, uno de los mayores de la región, con cuatro fondos que han levantado US$ 2.850 millones y cuyo portafolio incluye desde petroleras como la brasileño-argentina Ultrapetrol hasta cines como MMCinemas en México.

Fundado en 1998 por el argentino de origen japonés Norberto Morita —ex director ejecutivo de Quilmes Industrial, entonces del grupo Bemberg— y el cubano estadounidense Ricardo Rodríguez, ex cabeza para Latam de Smith Barney y Morgan Stanley, invierte sólo en empresas donde pueda ser controlador. Como ocurrió, por ejemplo, en La Polar, Essbio y las seis marcas de Supermercados del Sur.

A la dupla se sumaban ocho socios —tres de los cuales emigraron el último año— en los distintos países donde opera. El primero es el chileno Raúl Sotomayor, ingeniero comercial UC, 51, quien algo conocía de la industria cuando ingresó, pues trabajó para el fondo de inversión Fintec, de Hernán Somerville y Juan Enrique Riveros. Gracias a que fue a cursar un MBA a la UCLA, en Estados Unidos, lo reclutó la consultora Boston Consulting Group (BCG), que tenía como cliente a Quilmes Industrial, cuyo director ejecutivo era Morita. Sotomayor fue transferido a Buenos Aires por BCG, conoció a Morita, hicieron buenas migas y se incorporó como socio a SC dos meses después de su creación.

SC invierte en empresas establecidas, sanas, para hacerlas crecer a través de su administración, y también en compañías muy endeudadas, al borde de la quiebra o cuyos dueños tienen apuro en vender (ver recuadros). Su negocio ideal es comprar barato, aportar gestión y vender caro.

Por una empresa que escogen analizan 50, explicó Morita, ingeniero químico de la UBA, 68 años, a El Mercurio el 4 de noviembre de 2012, en una de las dos entrevistas otorgadas a un medio chileno.

Gerentes dedicados a las inversiones los califican como muy buenos administradores, pero también "arriesgados y agresivos". Citan como ejemplo la Central Campanario, la apuesta eléctrica más temeraria que se haya visto en Chile y que terminó en la quiebra en 2011, y Supermercados del Sur, las seis cadenas que compraron en un año entre 2008 y 2009, bajaron las ventas, se complicó la operación de distintos formatos y culturas y debieron vender forzada, pero oportunamente a SMU. También La Polar, que minó la imagen y prestigio de Sotomayor y Morita. Tres casos al hilo en 2011, que motivaron el retiro desde el naciente fondo IV de algunos family office —entre ellos, el de Eliodoro Matte, por lo sucedido con Campanario— y de las AFP, por La Polar. "Me dolió por el hecho de que tengo una amistad personal y una larga relación con las AFP (...) Estas cosas pasan", reconoció Morita a El Mercurio en la misma entrevista de 2012.

Cómo negocia la pareja

"Sotomayor es un gran negociador, frío, tranquilo, que suele no mostrar sus cartas, lee muy bien a la contraparte y la trata de buena forma", afirma el socio de una empresa que asesora las inversiones de varios family office. Y complementa: "no es de mostrarse ansioso, puede esperar, retomar una negociación estancada, porque sabe lo que quiere". Sotomayor está a cargo de las inversiones en Chile. Mientras, Morita —que negocia en Argentina— "es un hombre minucioso, metódico, muy oriental", precisa el ejecutivo consultado.

En el último año, SC vio partir a tres socios. Uno de ellos, histórico, el argentino Horacio Reyser, quien entró casi en los inicios, y era el brazo derecho de Morita, según el medio argentino Perfil. Se retiró en diciembre de 2015 y actualmente asesora al gobierno de Mauricio Macri en inversión extranjera. Angel Uribe, también argentino, estuvo 14 años y emigró hace siete meses. Se desempeña como asesor senior del fondo TPG Growth en California. Gonzalo Dulanto, chileno, quien fue director de SMU por SC, permaneció 11 años y se fue en 2015. SC explicó que los tres decidieron ir por proyectos propios.

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