Chantal Bernsau

"El gran jardín de Vitacura es el Parque Bicentenario"

Como joyera recorre distintos barrios de Santiago buscando inspiración o nuevos materiales. "Esto me ha hecho apreciar Santiago desde su diversidad", comenta.

Bernardita ha vivido toda su vida en Lo Barnechea y lo que más le agrada de su comuna es que está en una zona urbana, pero con áreas verdes que le permiten sacar a sus perritas Tyara y Mila a pasear. "Por el crecimiento urbano del barrio encuentro gran variedad de restaurantes y tiendas a una distancia caminable, lo que no sucedía hace 10 años", comenta. En este lugar, su restaurante es El Mesón de la Patagonia (Lo Barnechea 503), que según dice, pasa desapercibido por fuera. "Al entrar notas un lugar sencillo con un ambiente rústico muy acogedor con un fogón con corderos al palo", cuenta.

Cuando pasa por Vitacura también pasa seguido a El Almacén (Luis Pasteur 6058), un pequeño local, según explica, con un concepto de almacén de barrio. "Te puedes comer un exquisito sándwich, comprar la verdura del día y muchos productos gourmet que no hay en cualquier parte", comenta.

De Santiago, el sitio que más la seduce es el Parque de Los Reyes. "Cada vez que voy encuentro algo distinto y es una constante inspiración para mi trabajo, pues me baso en piezas clásicas con una representación más moderna", explica.

En el Mercado Central, le gusta comer una buena paella o un caldillo de congrio. "Está lleno de vida, siempre hay música y esa mezcla entre restaurante y pescadería lo hace distinto a cualquier otro lugar", opina.

Bernardita Valdés

El Parque de los Reyes "es una constante inspiración para mi trabajo"

"Escuché en mi corazón el llamado de la madre tierra y soy una puchuncaguena", admite sonriente Chantal Barnsau, quien hace un año y medio se trasladó a Puchuncaví (V Región). Desde esta zona viaja una vez a la semana a Santiago donde vive su hija Isabela (22) y tiene su tienda en el Hotel W.

Durante los últimos 15 años vivió en Vitacura, que, cuenta, le encanta porque está cerca de todos los accesos. "Puedes caminar por las calles, conserva su onda residencial y tiene todo tipo de restaurantes, cafés, salones de té, tiendas, almacenes de barrio, ferreterías y uno de los mejores puntos de reciclaje, el "Punto Limpio". Chantal es asidua al mercado orgánico los viernes y sábados en la mañana (frente al Club de Polo) y al Parque Bicentenario. "El parque es un gran punto de encuentro para disfrutar de eventos gastronómicos, cinéfilos, de diseño; siempre participo en el Bazar ED", dice.

Y añade: "El gran jardín de Vitacura es el Parque Bicentenario para pasear con los perros, la familia y amigos, lo mejor es la onda deportiva los fines de semana, cuando las calles se llenan de corredores y ciclistas".

También comenta que por influencia de su infancia en París, le fascina la arquitectura francesa, como la del Museo de Bellas Artes, la Estación Mapocho y los barrios Yungay y Lastarria. "Adoro también el Parque Forestal, lugar de pololeo en mis tiempos, y la calle Ismael Valdés Vergara, por tener el parque encima", comenta. Sobre Santiago opina que es una ciudad "encerrada" y "contaminada". "Se trabaja mucho y la tecnología se ha apoderado de los santiaguinos". Su comida favorita es la mediterránea, y en Vitacura le gusta el restaurante Quínoa, entre otros.

Ernesto Mosso

"El barrio París y Londres me transporta"

Ernesto Mosso, con su elegante estilo habitual, nos recibe encantador en su Mosso lounge. Un sector acondicionado de su taller y de su centro de relojería que está en el segundo piso de su local de Luis Pasteur. El espacio tiene un chef y un comedor para doce personas. "Aquí me detengo, invito a almorzar a amigos, clientes y me reúno con mi señora", comenta. Casi todas sus actividades, como almuerzos y deporte, las desarrolla en el perímetro de su joyería, que instaló hace 17 años en Vitacura. A pocas cuadras de su oficina, el Club San Cristóbal es otro de sus lugares habituales, pues hace varios años el joyero es un eximio polero. "Me encanta ir al club, sobre todo en épocas de campeonato y en verano, cuando vamos con mi mujer o amigos, las tardes ahí son un imperdible", cuenta. Además, dice que siente una "profunda emoción" con propuestas como el restaurante el Mestizo (Bicentenario 4050), diseñado por Smiljan Radic, donde siempre pide pescados con una cama de verduras. "Aquí, los espacios hablan y brindan una experiencia irrepetible", dice. Como buen argentino, admite que ha desarrollado un gusto importante por la carne. Y en locales recomienda el Ox (Nueva Costanera 3960), donde le encantan las entrañas, o el Rubaiyat (Nueva Costanera 4031) donde las mollejas son "irresistibles". La única excepción para sentarse a la mesa, fuera de su comuna, es Aquí está Coco (La Concepción 236). "Es un imperdible y el turbot mediterráneo es mi placer culpable, su preparación es excepcional", comenta. Como diseñador y joyero se reconoce "detallista" y comenta que le asombran varias estructuras de Santiago de finales del siglo XIX, entre ellas el Palacio Cousiño, el Club de la Unión y antiguas casas familiares de esa época. En el sector antiguo de la capital lo cautiva el barrio París y Londres. "Me transporta, me encanta, es un ícono en Santiago".

LEER MÁS
 
Más Información