Cuando hay una situación incómoda o toca hablar mal de alguien, él se queda callado o incluso se sonroja". Mauricio Larraín

La cicatriz casi imperceptible que el nuevo presidente de BTG Pactual Chile, Fernando Massú Taré (59 años), tiene cerca de su nariz es una de las "medallas" que se ganó cuando niño. Se la hizo uno de los perros con los que se entretenía las veces que, junto a sus cinco hermanos, dejaba la casa familiar donde se criaron junto a dos nanas en avenida Libertad (Viña del Mar), para irse al fundo que trabajaban sus padres en Ucúquer, Llay Llay. Ahí aún está la casona donde nació, ayudado por una partera que sus padres mandaban a buscar en carreta.

La familia estaba formada por su mamá, Juana Taré Tuma, y su papá, Jorge Massú Rabí, quien perdió la visión siendo muy jóven y antes de que nacieran sus seis hijos, a quienes nunca les vio el rostro: José, que tiene una distribuidora de carnes premium en Ecuador; Manuel, papá de Nicolás (el campeón olímpico de tenis chileno), quien se dedica a manejar sociedades; Miriam, cardióloga infantil; Carlos, que tiene una fábrica textil; Fernando, el financiero, y Francisco, quien posee negocios de ropa en Viña y es dueño de la marca Neofila.

"Desde chico Fernando fue diferente. Mientras estábamos comiendo fruta o bañándonos en la piscina, él recogía unas especies de varillas que caen de los pinos y se imaginaba cosas. Se entretenía solo", recuerda su hermano Manuel.

"Deshojaba las hortensias, les amarraba un palito y con eso jugaba. Y los perros lo seguían sólo a él, para donde fuese. Desde niño era muy amistoso", agrega Carlos, quien lo antecede. En el Colegio Padres Franceses de Viña del Mar también hay registro de su carácter sociable. "En el fondo de la sala, en medio de un grupo, se encuentra ‘el Chino'; se hace notar por su característica risa y por su ánimo alegre de fiesta, todo el día copuchando con cualquiera que se sentara a su lado", dice su semblanza de 4° medio. "Creemos que llegarás muy alto", le vaticinaron.

Un gozador

Su vida profesional ha transcurrido por Citigroup, Banco Santander (17 años) y Corpbanca, donde ocupó la gerencia general los últimos 4 años. Le tocó negociar la fusión con Itaú y enfrentar la multa de US$ 30 millones que le cursó la superintendencia de sector al banco por exceder los límites de crédito con las sociedades cascada de SQM. Esa multa fue anulada por la Corte de Apelaciones, pero esta semana el ente fiscalizador apeló ante la Corte Suprema.

"En situaciones difíciles sabe mantener la calma y tomar buenas decisiones", destaca el ex presidente del banco Santander y actual director general de la Escuela de Negocios de la Universidad de los Andes, Mauricio Larraín.

Familiares, ex compañeros de trabajo y amigos destacan su probidad y rectitud. "Sabe formar muy buenos equipos, es generoso y muy preocupado de las personas que lo rodean. En las negociaciones colectivas, su primera preocupación era siempre subir los sueldos mínimos", dice alguien que trabajó con él en Corpbanca. "Es una persona fácil", resalta el presidente de AFP Capital, Andrés Castro, con quien se conocen hace 20 años.

Son justamente esas características las que deberá lucir en BTG Pactual: la empresa que se vio sacudida en noviembre del año pasado por la detención de su ex controlador, André Esteves, quien fue vinculado al caso "Lava Jato", mientras en Chile se acerca el plazo para que los ex Celfin, Montero, Camus, Vial y Jorge Errázuriz, decidan si mantienen su participación, como se acordó tras la compra de BTG en 2012.

Massú gusta de la buena mesa y del buen vino. "Un gozador de la vida", afirman quienes saben de su gusto por los viajes y la cocina, donde el pulpo es uno de sus platos estrella. Cada cierto tiempo se junta con una cofradía de amigos que forjó durante sus años en el Banco Santander. "Nos seguimos viendo hasta el día de hoy", dice el presidente de IM Trust y también ex Santander, Guillermo Tagle.

El vicepresidente del banco hispano en Chile, Oscar von Chrismar, lo conoce desde la década de los 90: "Es un tipo extremadamente criterioso, de muy buenos valores, genera confianza y es muy cercano y leal. Nunca habla mal de nadie", asevera, testimonio que se repite en otras personas que han trabajado con él o que integran su núcleo familiar.

Larraín añade que "cuando hay una situación incómoda o toca hablar mal de alguien, él se queda callado o incluso se sonroja". Además de Larraín y Von Chrismar, cada cierto tiempo se reúne con un grupo de conocidos actores del mercado financiero, como Guillermo Tagle, Roberto Méndez, Claudio Melandri, Andrés Castro, Francisco Murillo, Jaime Munita o Ignacio Ruiz-Tagle. Restaurantes como Miraola, Cuerovaca o La Mar están entre sus favoritos, y una de las últimas veces que visitó a uno de sus hermanos en Viña, lo citó al restaurante Casa Errázuriz, en la subida "Los Ositos" de Reñaca.

Sus dolores

Pese a su sonrisa característica, hay dos pérdidas que lo marcaron: la de su padre, quien falleció cuando Massú tenía cerca de 10 años, y la de su hijo Vicente, quien teniendo casi la misma edad, perdió la vida al chocar una moto de agua.

Su esposa, la vicepresidenta del Hogar de Niños de Lo Barnechea, Beatriz Contreras dice que tras el suceso ambos se pusieron más aprensivos, pero que lo tomaron como lo que era: un accidente. Los hermanos notaron un cambio más profundo: "Se fue un poco de esa chispa que tenía, pero la ha recuperado. Además, cerca de esa época tuvieron a su hijo menor, que los ayudó a aliviar en algo la pena. Hoy es el regalón y el que acompaña a Fernando a todas partes", confidencia Carlos. "Se apegó más a Dios", agrega Manuel.

El matrimonio Massú Contreras tuvo cinco hijos: cuatro hombres y una mujer —la única de la "tercera generación" Massú—, que hoy tienen entre 16 y 30 años.

La pareja se conoció en Viña del Mar, cuando ella estudiaba en la Universidad Técnica Federico Santa María y él ingeniería comercial en la Universidad Adolfo Ibañez y vendía huevos que traía del campo para ayudar a costear sus estudios y gastos personales. Buena parte de los terrenos de donde se obtenían los ingresos familiares habían sido expropiados y debían apretarse el cinturón. La casa de Libertad fue vendida y la familia se trasladó a una más pequeña en avenida Valparaíso, frente al salón de té Samoiedo.

El helicóptero sorpresa

"Se nota que sus equipos lo quieren, le hicieron varias despedidas de Corpbanca. A una de ellas nos invitaron, a la familia. Allí alguien dijo que él pone el pecho para recibir las balas, pero pone al equipo para los aplausos", recuerdadice su esposa, quien se declara "orgullosa" de su marido. ¿Algún defecto? "A veces es mal genio e impaciente", revela.

Otra de sus despedidas fue sorpresa: le pidieron tomarse una foto en la azotea del edificio, y cuando llegó hasta arriba, había un helicóptero esperándolo. Lo llevaron a la Viña Matetic para agasajarlo. Hace una semana, Massú fue anunciado como el flamante nuevo presidente de BTG Pactual. La noticia coincidió con otra alegría: en unos meses será abuelo por primera vez.

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