El actor Vasco Moulian (44) siempre ha convivido con el daño. Y mucho más ahora.

Este martes murió su hija María Gracia, la melliza que nació prematura, con síndrome de Down y una severa cardiopatía. Vivió 98 días internada, sin lograr el peso necesario para operarla. La sobrevive su mellizo Tomás Moulian, "que ya tiene el Premio Nacional de Humanidades", bromea Vasco, con un rictus de payaso triste, aludiendo a su tío sociólogo. "Es el único Moulian con quien tengo una relación. Los demás no perdonan mi travestismo político", dice. Y se describe: "Soy un huevón piteao. Medicado. Tomo desde hace 20 años clorazepan. Padezco de un trastorno del ánimo, como mi padre, que se suicidó hace 10 años. Tengo TOC, trastorno obsesivo-compulsivo. Parezco una farmacia y mis amigas depresivas me consultan".

Alaba a María José Devéscovi, "la Coté" (35), su mujer desde hace 5 años. "No me quiero pegar un arjozano, pero las mujeres son increíbles. La Coté es tan valiente, que puso en riesgo su vida y la de nuestra hija. Esta tarde, después de enterrarla, mientras yo dormía, ella estaba entera, conversando con su familia, atenta a Tomás. Serena".

Agradece la presencia en la misa de Mónica Mellado, la madre de sus hijas Rosario, de 16, y Magdalena, de 14, con quien estuvo casado 10 años.

"En 2015, con la Coté perdimos otra guagüita. Tenía 6 meses de gestación y nos habían dicho que era niñita, Florencia. Yo quise ver el cuerpo para meterlo en mi cofre de las emociones y poder evocarlo. ¡Y era niño! Simón, lo llamamos. Me admira cómo una mujer puede zafar de eso y salir fortalecida".

—Atribuyes esa pérdida a las consecuencias de la demanda que interpuso tu ex mujer por pensión de alimentos.

—Hubiera querido darles una vida más normal a mis hijas. No olvido cuando les dijimos que nos íbamos a separar. Ellas pensaron que les anunciaríamos un hermanito; nunca nos habían visto pelear. Por eso me parte el alma lo que pasó después. Cuando nos separamos, aparecieron los buitres, los abogados. Mónica estuvo mal asesorada. Partió pidiendo 8 millones mensuales, y apelé. Me rebelé. Llegó la PDI a buscarme. Creo que eso gatilló la muerte de Simón.

Vasco y María José reaccionaron a la tragedia comiendo. Ambos son "operados bariátricos", se habían sometido a cirugías de reducción de peso. "Nos operó James Hamilton, que arrendaba mi casa en la Hacienda Chicureo". El desbarajuste alimenticio después de la pérdida atentó contra un nuevo embarazo natural. "Tuvimos conversaciones profundas sobre adoptar, pero la Coté insistió: quería un hijo en su guatita. Alguien nos habló de una clínica donde antes se hacían cirugías estéticas y ahora se hacía de todo".

Su rabia radica en que ellos pidieron tener un solo hijo mediante fertilización in vitro, lo que se les garantizó. Como guionista, desarrolla lo sucedido en varios actos, cada uno ligado a una ecografía.

—Primera eco: "¡Felicitaciones: están embarazados!" Segunda eco: Silencio. "Parece que son mellizos". Tercera eco: Diez minutos de silencio. "Definitivamente son mellizos y uno viene con síndrome de Down". Cuarta eco: Quince minutos de silencio. "Además de Down, uno tiene un grave problema cardiológico y hay alto riesgo para la madre en el parto".

—¿Qué hicieron?

—Imagínate: habíamos pedido una guagüita y el "diostor", que manipula la vida, había prometido que así sería. Y ahora que, por un error o por una negligencia, estábamos frente a dos, la pregunta era ¿quieren eliminar al que tiene síndrome de Down?

Recurrieron al obstetra Juan Luis Alcalde por consejo de su colega Fernando Zegers. "En una época, fui el mejor amigo de la Antonia. Él era como mi papá. Así es que nos cambiamos a Alcalde, vimos a los mejores ecografistas y descubrí la calidad de la medicina en Chile. La Clínica Las Condes es un modelo. Fue la única donde no nos propusieron abortar. Me gustaría hablar con la ex ministra Helia Molina y decirle que lo que denunció es verdad: el aborto se hace en todas las clínicas cuicas y no es tan caro.

Convencidos de que "salvo que nos creamos dioses, nadie puede interrumpir una vida", "la Coté" no aceptó abortar a María Gracia.

—¿No es sentirse dioses pedir una sola guagua, como un embarazo a la carta?

—No, porque cuando nos dijeron que eran dos, fuimos felices. Yo me opongo al aborto terapéutico, por eso le escribí al senador Girardi. Que peligre la vida tanto de la madre como de la guagua, no da derecho a matar a un ser humano. En dictadura murieron muchos y yo, que no soy de izquierda, eso lo condeno, porque no soy cómplice de ningún asesinato. El aborto es eso y nuestro red set es una mierda; se juntan en Cachagua a debatir y consideran que la mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo si la viola un obrero.

—Ese ejemplo es absurdo. ¿Qué piensas del embarazo de una niña de 11 años violada por su padrastro?

—¿Cuántos meses de embarazo tiene? Varios, supongo. Tiene que tener su guagua. Hay que pensar en la vida de la guagüita, que puede ser una muy buena vida.

—O pésima, dada la vulnerabilidad de la madre. Volvamos a ustedes, una pareja privilegiada en cuanto a recursos médicos.

—Quiero que nuestra realidad sea la de todos. Que todos podamos viajar en business. Ese es el país que soñamos. Yo soy ‘delamacista'. Necesitamos un alcalde como presidente. Esto lo he hablado con Pancho de la Maza y con Joaquín Lavín. La gente que está más cerca de la realidad de esas niñas violadas por sus padrastros son los alcaldes, no los que están en un piso 26, calculando. A propósito, quiero agradecer la llamada de Sebastián Piñera. Me llamó el miércoles, cuando yo venía tratando de hablar con él hace 3 semanas.

—¿Cómo está Tomás?

—Mi fe es un in crescendo. Mis hijas aman a la Coté, yo amo a mis mujeres y Tomás es el rey de la casa. Dios nos hizo sufrir mucho, quizás por tratar de engañarlo y poner los espermatozoides en un tubito.

—Suena desalentador para las parejas que no pueden tener hijos.

—No, hagan todos los esfuerzos por ser padres. Y adopten. Para eso sirve esta entrevista. A algunos les hará odiarme, a otros quererme y a unos pocos puede que les sirva. La adopción es una opción por la vida. Quizás insistamos por ahí y le demos un hermano a Tomás.