Eran las tres de la mañana y estábamos solos. No podíamos festejar; estaba todo el mundo durmiendo".

Uno de los protagonistas de la gesta olímpica del tenis en Atenas 2004 es Horacio de la Peña, quien, siendo entrenador de Fernando González, vivió de cerca las medallas que su pupilo consiguió junto a Nicolás Massú en dobles y singles. "Fue todo muy extraño. Para los tenistas es distinta la sensación de estar en los Juegos Olímpicos que para los demás deportistas, que se preparan cuatro años para este momento. Pero cuando llegas se comienza a tomar el peso".

"Fernando jugó por la de bronce durante casi 4 horas. Después con Nico por el oro en dobles, el mismo día. En un partido épico con 4 match point en contra seguidos que lograron levantar. Era imposible. Pero terminaron ganando. Estuve dirigiendo en esa cancha 7 horas y media".

El "Pulga" recuerda que "estábamos locos de alegría. Con Nicolás estuvimos solo 15 segundos. Nos abrazó muy fuerte y nos dijo que se iba a dormir para poder disputar el oro al día siguiente en single. Con Fernando nos fuimos primero a la caseta de transmisión de TVN y Fernando Solabarrieta todavía estaba llorando. Hicimos una nota y vimos las imágenes de Chile celebrando. Increíble. Todo el mundo gritando. Después a comer".

—¿Es verdad que no festejaron?

—Es que eran las tres de la mañana y estábamos solos. Llegamos a la Villa Olímpica en silencio, era pequeña, así que no queríamos hacer ruido para no molestar al Nico. No podíamos festejar; estaba todo el mundo durmiendo. Comimos lo que había en la misma Villa: pastas con un poco de pollo.

—¿Pudiste dormir?

—No recuerdo haber dormido mucho. Les di vueltas a los partidos y los match point en contra. No lo podía creer. Me acordé del primer torneo que gané como tenista en Grecia y estaba solo. Finalmente, caí desmayado de cansado. Al día siguiente nos miramos con el Feña y nos dijimos: «¿De verdad pasó? No fue un sueño».

—Luego vino la recepción en Chile.

—Fue de locos. Estuvimos en La Moneda, desayuno con el Presidente Lagos. Yo estaba con una bufanda roja y la Primera Dama me dijo: «Señor De la Peña, con esa pinta usted tiene que salir al balcón». Imagínate, yo, un argentino, en ese lugar reservado para ciertas personas celebrando un logro histórico de Chile.

—Luego vino la promesa fallida de nacionalidad.

—Sí, pero finalmente al no dármela la gente como que me tomó más cariño. Ese día en La Moneda se me acercó el ministro Francisco Vidal y me dijo que me querían dar un premio y que el Presidente me quería ofrecer la nacionalidad por gracia. Finalmente, no se dio por asuntos políticos, pero yo quedé bien igual. Soy un tipo con mucha suerte.

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La atleta belga Marieke Vervoort quiere poner fin a su vida después de Río. "Es mi último deseo, espero acabar mi carrera con un podio. Comienzo a pensar en la eutanasia", le dijo a Le Parisien.

Vervoort, que sufre de una enfermedad degenerativa, fue 2 veces campeona del mundo de triatlón. En 2008 tuvo que abandonar esta disciplina y quedó en silla de ruedas. Fue entonces cuando emprendió su carrera en carrovelismo, esquí sentado, y en las carreras en silla de ruedas. En Londres 2012 ganó oro en 100 metros y plata en los 200 y 400 metros. Los Paralímpicos se realizarán entre el 7 y el 18 de septiembre.

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La policía brasileña arrestó hoy al boxeador marroquí Hassan Saada, quien fue acusado el miércoles por presunta agresión sexual por dos meseras brasileñas que trabajan en la Villa Olímpica. Según la legislación brasileña, un posible ofensor puede ser detenido y encarcelado durante 15 días mientras se comprueba su culpabilidad. Así, Saada no podrá competir en estos Juegos, ya que su primera pelea en la categoría semipesada estaba pactada para mañana a las 12:30 ante el turco Mehmet Nadir.

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Crédito IMG

"Zika, zika", gritaba el público en medio del partido en que EE.UU. le ganó por 2 a 0 a Nueva Zelandia, el miércoles.

Blanco de esos gritos era la arquera norteamericana, Hope Solo, quien se ganó el repudio de los brasileños antes de los JJ.OO. al tuitear una selfie vistiendo un sombrero con un mosquitero y envases de repelente.

Cerca de 10.000 espectadores en el estadio Mineirao se burlaron de la guardameta con referencias al virus que ha provocado bajas en estos Juegos Olímpicos.

"Estoy feliz de que los aficionados se divirtieran y si tuvieron diversión a mis expensas, me alegro por ellos", dijo Solo, y aseguró que no se dio cuenta durante el partido de que los fanáticos gritaban "zika" y pensó que se trataba de un insulto común que los equipos locales a veces utilizan en contra de los arqueros.

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