Nos costó instalar la primera máquina porque el concepto era muy novedoso". José Domingo Eluchans

Desde que eran compañeros en el Colegio Apoquindo, José Domingo Eluchans, Martín Mackenna y Antonio Sivori tenían la inquietud de emprender un negocio propio que revolucionara el mercado de los alimentos. Hasta que surgió la idea y con una propuesta saludable. "Nos dimos cuenta de que las personas han tomado conciencia de la importancia de alimentarse bien y cuidar su salud, pero disponen de poco tiempo a la hora de almuerzo. La opción es comida chatarra o ir a un restaurante, y no había un producto intermedio", dijo Eluchans.

Así, una vez que estos amigos se titularon como ingenieros comerciales y trabajaron en diferentes empresas, decidieron tirarse a la piscina. Vegui surgió tras algunas ideas y hoy es la primera máquina expendedora en Chile de ensaladas, snacks, postres y jugos naturales gourmet en tarros plásticos reciclables. "Es una innovación de negocio dentro del rubro de los alimentos y llegamos a un nicho no satisfecho con la oferta actual".

El negocio, heredado del concepto "Salad in a Jar" en Estados Unidos, partió en julio de 2015, con seis máquinas expendedoras (cada una cuesta US$ 9 mil) instaladas en el Parque Arauco y en oficinas de grandes empresas de Santiago. Luego ganaron un capital semilla de Corfo ($25 millones) y obtuvieron el patrocinio de la aceleradora de negocios UDD Ventures. Recientemente, compraron 12 nuevas máquinas.

—¿Enfrentaron resistencia al comienzo ante su idea?

—Nos costó mucho instalar la primera porque el concepto era muy novedoso y muchos no creyeron en el proyecto. Comenzamos tocando puertas y enviando e-mails a recursos humanos de las grandes empresas para ofrecer nuestro servicio. Pero todo cambió cuando nos instalamos en el Parque Arauco, un lugar muy concurrido.

Eluchans reconoce que la decoración de las máquinas también los ayudó: "El diseño de cajones de madera, pizarras y enredaderas recuerda los puestos de la Vega Central. La idea es mantener la frescura de los productos que se venden en ese lugar".

LEER MÁS
 
Más Información
El alcance de lo que haces está determinado por las ganas y la energía que tengas para entregarle a ese proyecto".

"En 2008, estábamos convencidos de que los contenidos audiovisuales digitales eran una realidad y que las empresas iban a estar interesadas, pero no fue así. Tocamos muchísimas puertas. Teníamos algunos clientes y hacíamos el contenido que nos gustaba, pero faltaba mucho para estar contentos".

En 2012, YouTube estrenó en Chile un programa de partners: ellos ponían la plataforma para contenidos desarrollados por otros. Allí estuvieron Cristián Opazo y Nikolas Rojas, socios fundadores de Woki Toki: diseñaron un plan de un año con contenidos propios. "Al segundo mes hicimos las «42 Nuevas Preguntas del Censo» y cambió radicalmente el panorama".

"El primer gran obstáculo fue la plata y los flujos de caja, algo absolutamente transversal a emprender. Luego fue mantenerse en un mundo donde siempre nacen nuevas plataformas y las personas consumen más contenidos que nunca. Hoy somos un híbrido entre productora de contenidos entretenidos y agencia creativa. Con Woki Toki y Daplei, hemos renovado la relación entre usuarios y el contenido. Tenemos los canales de YouTube más vistos por chilenos. Ganamos premios, somos agencia de varias marcas, trabajamos con el gobierno, pero ha sido difícil ser validados por las empresas y la industria".

"Como en los medios sociales el desafío es constante y las cosas avanzan a la velocidad de la luz, ni siquiera alcanzamos a preguntarnos cómo podemos ser más innovadores, es algo inherente a lo que hacemos. Siempre estamos explorando nuevas formas de entablar una conversación con nuestra audiencia. Es difícil responder si Woki Toki tiene techo. Creo que no, que internet hoy te da la posibilidad de expandirte infinitamente, que el alcance de lo que haces está determinado por las ganas y la energía para tu proyecto. A veces se trata de resistir y otras de intentar hasta que las cosas pasen. Otras veces es saber dejar ir y concentrarse en lo que viene, pero en internet las posibilidades siempre están abiertas".

LEER MÁS