"Bersa me engañó. El departamento se me llueve. No compre".

Así se lee —desde el 6 de junio— un inmenso cartel adosado a uno de los ventanales del cuarto piso de un penthouse ubicado en la intersección de Av. Alcalde Délano con Manquehue Oriente, en Lo Barnechea.

Es la insólita forma que ideó el propietario de este inmueble, avaluado en más de $540 millones (20.000 UF) y de cerca de 300 metros cuadrados, de protestar en contra de la constructora que se lo vendió en octubre de 2015: se queja que se le filtra la lluvia por el techo y una pared, y que la firma no le dio una pronta solución cuando reclamó.

La instalación del cartel no sólo ha provocado molestia de la constructora, también en la comunidad de residentes, la que al igual que Bersa decidió judicializar la polémica en el Juzgado de Policía Local de Lo Barnechea.

El departamento es uno de los ocho penthouse pertenecientes al proyecto Edificio Vista La Dehesa I, ubicados en el último piso de cada uno de los cuatro edificios que conforman el proyecto inmobiliario.

Atentado a la estética

Fue el 13 de junio pasado, apenas una semana después de que apareciera pegado el cartel, que la comunidad —a través de su administrador Gonzalo Díaz del Río— interpuso una denuncia por infracción al Reglamento de copropiedad en contra de R.G., el dueño del departamento y quien colgó el lienzo.

Según el escrito, el artículo 6 de esa normativa "prohíbe colocar sea en fachada, terraza o pasillos del edificio objetos o letreros que alteren el ornato y estética".

A su vez, la constructora presentó una segunda denuncia en contra de la instalación del cartel el 24 de junio por infracción a la Ley de Copropiedad Inmobiliaria, argumentando que además de afectar la imagen física del recinto, devalúa el precio del resto de las propiedades.

El dueño del departamento, en tanto, asegura que informó a la inmobiliaria de los problemas —por mail y WhatsApp—, pero que no recibió respuesta oportuna, por lo que contrató maestros particulares para las reparaciones.

Sin embargo, el abogado de Bersa, Álvaro Morales, señaló que "el propietario comenzó a realizar trabajos al interior de su departamento y perdió la garantía posventa de la empresa constructora, la que no responde cuando terceros realizan trabajos de reparación".

El dueño del departamento fue citado a declarar por una de las dos denuncias.

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Informe del PNUD sobre procesos constituyentes

Sólo 26% de países usó la AC

"Mecanismo de cambio constitucional en el mundo. Análisis desde la experiencia comparada" es el informe del PNUD (2015) que analizó 95 procesos constituyentes realizados en el mundo entre 1947 y 2015. En el 26% se eligió una asamblea constituyente para redactar la nueva Carta Fundamental; 21% usó al parlamento; 10% eligió un Congreso con mandato constituyente, y en el 36% de los casos la responsabilidad recayó en una comisión de expertos. Colombia, Túnez, Uganda, India, Camboya, Italia y Portugal ratificaron sus constituciones mediante la AC. En Bolivia, Ecuador y Venezuela se convocó a un referendo popular.

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A dos días de que termine el plazo para subir las actas de los encuentros locales autoconvocados (ELA) del proceso constituyente, la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) alcanzaba un total de 7.723 reuniones con su trámite completo. La aspiración del Gobierno —según aseguró el ministro Nicolás Eyzaguirre— es llegar a más de ocho mil.

Las evaluaciones de esta primera fase para cambiar la Constitución son disímiles. El historiador de la Universidad de Chile, Gabriel Salazar, habla de un "placebo edulcorante", que pasará por alto la opinión ciudadana; mientras que el cientista político Cristóbal Bellolio y el constitucionalista Javier Couso (asesor del Gobierno) coinciden en que el ejercicio de sentar a 10 personas a hablar del país es el mejor antídoto contra el populismo.

Ejercicio "chiquitito" o inédito

El timonel de la UDI, Hernán Larraín, aseguró que al valorar el número de los ELA convocados, la Presidenta Bachelet estaba magnificando un hecho "chiquitito" y falto de representatividad. Desde Grecia, el cientista de Red Liberal Cristóbal Bellolio, quien participó en uno de los 15 encuentros que se realizaron en Inglaterra, asegura que la derecha no supo leer el proceso. "La oposición hace una crítica prefabricada, como la que hace los 21 de mayo. No conozco nada similar a esto, donde gente de Arica a Punta Arenas se juntara a conversar sobre los principios y valores. ¡Eso es inédito! Tiene un valor en sí mismo más allá del contenido. El valor es el procedimiento", asegura.

Bellolio afirma que el ejercicio de escuchar a alguien con una posición distinta durante horas abre la mente: "es desmitificar que el otro es tonto o ignorante; por eso, alguien me decía que se debería hacer cada 10 años, como el Censo".

"Esto es algo que nunca se había hecho. Me sorprende cómo se mira el vaso vacío. Estas son actividades cívicas que van a blindar al país del populismo", agrega el asesor del Gobierno Javier Couso.

Desde el PNUD, Marcela Ríos, investigadora de la publicación "Mecanismos de cambio constitucional en el Mundo", de 2015, estima que el nivel de participación alcanzado es "razonable" y habría sido superior con más tiempo y una política comunicacional más efectiva.

"Formalidad conspiró"

Cuando se comenzó a delinear el proceso constituyente, la entonces ministra de la Segpres, Ximena Rincón, y el abogado Tomás Jordán pidieron la asesoría de Idea Internacional, organismo intergubernamental y observador permanente de la ONU que hace años presta asistencia electoral y que ha participado como veedor en procesos constituyentes.

Couso comenta que Sumit Bisarya, director del Programa de Fortalecimiento de la Constitución de Idea, estuvo en Chile y valoró la primera etapa del proceso, sobre todo por la formalidad en la inscripción de los ELA: "ve a Chile como una sociedad civil madura". El constitucionalista afirma que el proceso chileno difiere, por ejemplo, de la experiencia en Colombia, donde el proceso previo fue realizado de manera informal, sin cortapisas para participar más en los encuentros del Gobierno. "La formalidad conspiró con la mayor participación. Me consta que el caso chileno está siendo estudiado como un proceso ejemplar", sostiene.

¿Un llamado que escuchó sólo la élite?

De las 334 comunas que hicieron ELA (sólo faltaron 11 en todo el país), Las Condes se llevó el récord con 303 encuentros. Una de las críticas de la oposición al proceso es por su supuesto carácter elitista.

A juicio de Bellolio, eso no es un argumento sostenible pues era lógico que los niveles de participación aumentaran donde hay mayor nivel de instrucción.

"A las élites llegó la información más rápido, pero a quienes no son de élite, que no son de Santiago ni escuchan todo el día noticias, seguramente demoraron mucho más en saber", dice Marcela Ríos.

Pese a lo anterior, comunas populosas como Puente Alto mostraron una alta participación, con 215 encuentros autoconvocados. Y, asimismo, hubo experiencias en zonas extremas como Tortel (1), en la Región de Aysén, o Pozo Almonte (8) y Alto Hospicio (17).

Recomendación desde Suiza: "el apuro es veneno"

A diferencia de Chile, que tiene pocos plebiscitos en su historia y esta es la primera vez en que la población se autoconvoca a un proceso para discutir la Constitución, en Suiza hay costumbre de urna. "Dicen que somos exagerados porque votamos mucho. Podemos ir a votar hasta 12 veces al año", indica Frank Schürch, primer secretario de la embajada de Suiza en Chile.

Schürch asegura que ha seguido con atención el proceso chileno y afirma que no es suficiente llevar a cabo un proceso constituyente sin comunicación intensa. "Hay que explicarle a la gente, con formación cívica, en un español que entienda hasta el último chileno, y eso toma tiempo, qué significa un plebiscito, un referéndum. Es un proceso de aprendizaje, de no tenerle miedo al diálogo. No hay que apurarse en el proceso constitucional; el apuro es veneno. Es mejor tener una Constitución que se tome el tiempo necesario, que involucre a la gente, pasarla por un consenso y con la legitimidad necesaria, en lugar de tener un patchwork de diferentes reformas", dice.

La trampa histórica que advierte Salazar

Para el Premio Nacional de Historia, Gabriel Salazar, este proceso es una fórmula donde el Gobierno "utiliza a la ciudadanía para que participe dentro de un plan que define la clase política". "Lo que se hace acá es invitar a participar para legitimar una decisión que finalmente va a ser de la propia clase política o del Gobierno, y eso es trampa. Por donde se mire, es trampa. Es un placebo edulcorante", critica entre risas. Según Salazar, la historia valida su escepticismo. "El caso más parecido a este fue entre 1918 y 1925, cuando la ciudadanía impuso junto con los militares la necesidad de llamar a una asamblea nacional constituyente para dictar la Constitución, pero eso cayó en manos de los políticos, entre ellos Arturo Alessandri Palma, para que organizara una asamblea constituyente que jamás hizo. Y con un comité que él mismo designó a dedo: redactaron la Constitución del 25. Fue a hechura de un macuco como era Alessandri", relata.

Alerta de frustración

Para el académico de Sociología de la U. Andrés Bello e investigador del COES, Mauro Basaure, esta nueva Constitución puede generar dos escenarios: un "patriotismo constitucional", donde cada chileno se sienta orgulloso, o frustración, si es que no trascienden sus posturas personales. "La gente se sentirá frustrada sí o sí, porque no va a ver todo reflejado en la propuesta y eso será un gran problema".

Bellolio retruca con este argumento: "no podemos ser una sociedad adolescente. Personalmente, abogué por un Estado laico, pero no voy a deslegitimar el proceso si eso no queda".

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