Un vino perfecto. Así definió la cosecha 2014 del viñedo Chadwick, el crítico estadounidense James Suckling, considerando uno de los más prestigiosos expertos en vino del mundo. Fue editor durante 30 años en la revista "Wine Spectator" y actualmente tiene una web propia —con informes exclusivos para suscriptores— y dirige la revista de lujo "Tatler" de Honk Kong.

Tras recorrer diversos viñedos del país y probar 600 etiquetas, puntuó con la máxima distinción a esta marca.

"Este es un vino que define la grandeza de Chile, con una pureza, estructura y fineza que compite con los mejores tintos del mundo", escribió en un informe de 108 páginas titulado: "Chile´s evolving quality wine world".

Allí analiza, uno por uno, todos los vinos chilenos que fue catando, desde el Aresti Merlot del Valle de Curicó 2014, que obtuvo 85 puntos, hasta el ganador de los 100 puntos, un Cabernet Sauvignon puro del valle del Maipo, que para el crítico "es un vino que define elegancia y potencia a la vez. Posee aromas complejos de arándano, grosella negra y regaliz negro. Su cuerpo es refinado y hermoso, con una longitud y complejidad impresionante. Su transparencia es de grandeza y belleza. Tiene energía y brillo. El primer vino perfecto de Chile y bien merecido. Será mejor aún en 2020".

"No sé si buscamos conscientemente los 100 puntos, pero ciertamente es una alegría y una sorpresa. Para obtener los 100 puntos deben alinearse muchas cosas, porque es más que el líquido, va más allá del producto en sí", explica el enólogo de la Viña, Francisco Baettig.

"Histórico"

"Los 100 puntos están asociados con el pedigrí que debe tener el vino, una historia potente detrás, la consistencia, un terroir (origen) conocido que otorgue esa consistencia, el compromiso de los dueños con el proyecto y una proyección en el tiempo".

Baettig dice que "puedes trabajar toda tu vida, pero puede que nunca obtengas los 100 puntos, por eso es bonito este logro". "Es un premio para la viña y también por Chile, porque mejora la imagen del país y nos reafirma en las grandes ligas del vino. Chile necesita apoyo y reconocimiento y James Suckling se lo está dando, independiente de lo que uno piense de los puntajes. Este reconocimiento es histórico y hay que celebrarlo".

El Viñedo Chadwick posee 15 hectáreas y está ubicado en Puente Alto, en la ribera norte del Río Maipo a los pies de la Cordillera de los Andes. Lanzó su primera cosecha en 1999. Es propiedad de Eduardo Chadwick, también dueño de las viñas Errázuriz y Seña.

"Los vinos que sacan 100 puntos se posicionan en el mundo entero, comienzan a circular, la gente los empieza a buscar y al hablar de ellos, entran a la discusión y al ruedo de los grandes vinos", concluye el enólogo.

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Quince días después de su semana más mediática en años, en la que lanzó un video que se transformó en viral en redes sociales —para responder a críticas en su contra y a insultos de un diputado— y en que de manera poco habitual, se detuvo a hablar extensamente con periodistas tras la junta de accionistas de su holding de inversiones Quiñenco para profundizar en lo dicho en el video, el empresario Andrónico Luksic tuvo una nueva aparición en prensa. Pero esta vez en Francia.

Concedió una entrevista al diario galo Les Echos para hablar de Nexans, la empresa francesa de cables en la que los Luksic tienen un 29% de propiedad, en el marco de la junta de accionistas de la firma.

Nexans ha exhibido tres años seguidos de pérdidas, pero aún así Andrónico Luksic dice que no se moverán: "El mercado está muy complicado hoy", pero Nexans es "una inversión de largo plazo", dijo.

Según el periódico, el grupo chileno parece estar más tranquilo con la dirección que ha adoptado la compañía, pues pese a los resultados en rojo, la acción está en su precio máximo de los últimos tres años.

"Nosotros tampoco estábamos satisfechos con los resultados de Nexans, pero hoy las cifras son mejores y el grupo está en el camino correcto", aseguró, luego de que a sugerencia de los chilenos, en 2014 el grupo francés modificara su estructura ejecutiva y separara al presidente del directorio (chairman) del presidente ejecutivo (CEO). "Un CEO que rinde cuentas al Consejo de Administración es una práctica mucho más sana", cree Andrónico Luksic.

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