A fines de junio de 1982 se produjo en Santiago el recordado desborde del Río Mapocho que inundó Vitacura, con más de 30 toneladas de barro, y generó estragos hasta Melipilla por el poniente. Mientras eso ocurría en Santiago, al otro lado de la cordillera, Diego Savino, el hoy gerente general de la concesionaria Costanera Norte, tenía 21 años y estaba terminando sus estudios de contabilidad en la Universidad Nacional de Argentina (UNA). Luego de titularse, obtuvo un doctorado en economía en la misma casa de estudios, según informa la memoria anual 2012 del holding italiano Atlantia, socio del Grupo Costanera (dueño de la autopista).

La mayoría de quienes se han relacionado con Diego Savino en Chile coinciden en que se trata de un ejecutivo reservado y que cautela al máximo su bajo perfil. De hecho, su nombre y cargo en los documentos del Grupo Costanera pasan prácticamente desapercibidos, pese a que se trata de uno de sus principales ejecutivos y es gerente general de todas las autopistas concesionadas en el país: Costanera Norte, Litoral Central (San Antonio—Algarrobo), del acceso vial AMV (aeropuerto), Vespucio Sur y la Radial Nororiente.

Pero el bajo perfil de este ejecutivo se rompió ayer cuando gran parte de Chile lo vio por las pantallas de televisión supervisando, pasado el mediodía, la demolición con maquinaria pesada de los muros de contención de la Costanera Sur, en un intento desesperado por devolver a su cauce las aguas del río Mapocho, desbordadas por las obras encargadas por la Costanera Norte a la constructora Sacyr para un nuevo acceso a Av. Kennedy y el reemplazo de la Rotonda Pérez Zujovic.

Todo, luego de que las aguas del Mapocho inundaran el Parque Titanium, los centros comerciales Costanera Center, Portal Lyon, Dos Caracoles, decenas de locales y estacionamientos subterráneos de las calles Suecia, Lyon, además de la estación Metro Pedro de Valdivia.

"Se está haciendo lo humanamente posible, el canal del río estaba diseñado para 80 metros cúbicos por segundo y llegaron hasta 120 metros cúbicos por segundo y eso no había forma de evitarlo. Todos somos generales después de la batalla", eran las palabras de Savino a la prensa. Todo ello en medio de la indignación pública del intendente Claudio Orrego quien el jueves pasado había visitado las obras exigiendo medidas especiales ante las fuertes lluvias anunciadas (ver recuadro).

Y aunque según Orrego, Savino le habría dicho que él no era experto en ríos y obras civiles, este ejecutivo de 53 años algo de caudales sabe, pues nació en Diamante, una pequeña localidad de la Provincia de Entre Ríos, Argentina, que está emplazada en la orilla oriental del imponente (y navegable) río Paraná, a 153 kilómetros de Rosario, explicaron fuentes cercanas a él. De hecho, su título de contador lo obtuvo en la sede de Entre Ríos y el doctorado en la casa central en Buenos Aires de la ex UNA.

Pese a esto, Savino tiene doble nacionalidad (ítalo-argentina), debido a que su abuelo paterno formó parte de los miles de mediterráneos que colonizaron su país a mediados del siglo pasado.

El hombre de las carreteras

Pero Savino es un conocido hombre del negocio vial en América Latina. De hecho, hasta 2006 trabajó para la constructora italiana Impregilo en Brasil, Argentina y Chile.

Entre 1989 y 1994 también había trabajado en Chile en la construcción de las centrales hidroeléctricas Pehuenche y Pangue de Endesa. Después, entre 1994 y 1998 participó en la construcción de la Autopista del Sol en Argentina y entre 1998 y 2001 en la autopista entre Sao Paulo y Santos en Brasil.

En agosto de 2001, el ejecutivo fue designado como nuevo gerente general de la Autopista Costanera Norte en reemplazo de Giacomo Orsatti.

Hoy sus cercanos explican que está abocado en un ciento por ciento a remediar esta emergencia y a explicar lo ocurrido a sus instancias superiores en Italia y Canadá (donde está CPP Investment Board, el fondo que coparticipa en Grupo Costanera) sobre lo ocurrido.

Pese a esto, en la oficinas de la concesionaria aseguran que actuaron en conformidad con lo que les exigió el Ministerio de Obras Públicas y la Dirección de Obras Hidráulicas. Es más, aseguran que las cartas que antes de la emergencia les remitió el MOP sólo se relacionaban con la limpieza de las autopistas para prevenir inundaciones y nada señalaban sobre el canal de desvío del río Mapocho, donde se realizaban las obras.

Pese a ello, ayer el propio Savino reconoció a la prensa que aquí "la contratista es Sacyr, pero al final la concesionaria siempre es responsable. No es que se delegue hacia abajo", al ser consultado si se estaba desligando de la responsabilidad que le otorgan las autoridades.

Contactos con afectados

Pese a esto, desde el Grupo Costanera ya estarían en contacto con afectados como el Parque Titanium y Costanera Center para revisar lo referido a los seguros. (ver nota en página 10).

"Lo importante aquí era remediar la emergencia y, ahora, sobre todo hay que ayudar a las personas y pequeños comerciantes afectados", señalaron fuentes del grupo.

Otras fuentes ligadas a la concesionaria agregaron que para enfrentar estos desastres en el futuro va a ser necesario que las autoridades "eleven los estándares y requisitos de seguridad" para este tipo de obras, considerando los mayores eventos históricos, "lo que necesariamente va a implicar un aumento en los costos de construcción de estas obras".

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