Hacemos el primer catastro de las expresiones que usan las señoras… tal como un paleontólogo".

Richard Sandoval tiene 28 años. Su revista, Noesnalaferia.cl, va a cumplir seis. Sus lectores incluyen señoras que preguntan por el tiempo en Copiapó, mamás que lamentan que sus hijos pierdan el pote con el almuerzo, jóvenes felices de ver reivindicadas su comunas y un amplio sector de chilenos que aman su humor y perspectiva política.

El proyecto nació en la U. de Chile como un trabajo de periodismo junto a Paloma Grunert, editora general, y Javier Bertossi. Acuñaron los términos de "repudio" y "homenaje", suman 90 mil seguidores en Facebook y les llegan más de 100 mensajes al día. El sitio tiene tres postulaciones al Premio Periodismo de Excelencia, dos por textos de Sandoval (ver recuadro). "Primero nos planteamos como ironía hacia los medios donde las columnas de opinión son algo sagrado. Queríamos hablar del abrazo de la mamá, las galletas en el colegio, el olor al champú... y de ahí, pasamos a críticas al Estado, al gobierno, al sistema en el que vivimos".

—Tú creciste de San Bernardo y vives ahí. Nunca te han dicho "¿ven a vivir al centro, más cerca de todo?".

—En "Homenaje a no irse de la casa," respondí al "oye, cuándo te vai de tu casa, tienes 28, no te complica que esté tu mamá cuando llega una polola…". Pero crecí en una familia con necesidades: la tarea común es la proeza de llegar a fin de mes. Uno tiene el deber de quedarse después de empezar a ganar plata: de retribuir. Cuando empecé a recibir un sueldo, le dije a mi mamá que dejara de trabajar y averiguara qué le gustaba hacer. Para el 50% de la gente, vivir es la inercia de llegar a fin de mes. No hay espacio para el ocio y los intereses propios. Me iré cuando vea que la familia está bien y que mi partida no significa la desestabilización.

También hay lealtad y redes de ayuda entre las familias más privilegiadas. Pero al tener mayor capital cultural y haber estado más protegido de la pobreza verdadera, la inquietud de desarrollarte individualmente llega más temprano. En la familia marginal reina el sentido colectivo: te concibes como bloque, hay una olla que parar a fin de mes y es difícil considerar el proyecto personal por sobre lo demás. También se depende de la ayuda vecinal: el bingo para las crisis, la polla como forma de regular el ahorro. Al quedarse en casa, te tildan de mamón y uno se pregunta, ¿lo soy? ¿Está mal? Y no, muchos jóvenes tienen 32 y se quedan porque necesitan apapachar a la mamá, al papá.

—En Noesnalaferia importa tanto esa comunidad como el rescate y preservación del lenguaje colectivo.

—Marcelo Mellado escribió que lo que noesnalaferia hace es… ¿cómo se llama la disciplina que escarba?

—¿Excavador? ¿Psiquiatra?

—Jajaja, no, arqueología. ¿Paleontología? Dice que Noesnalaferia hace el primer catastro de las expresiones que usan las señoras, las palabras que hay en Chile para referirse a un niño, y que un día se va a recurrir a ese acervo, tal como un paleontólogo revisa los restos enterrados, para estudiar nuestra habla.

—¿Alguna expresión favorita?

—Iba en la micro en Valdivia y el chofer nos hacía pasar diciendo "mi chiquillo". Es una expresión cariñosa y achoclonada, es como "mi niño".

"Yo me siento señora"

"Mi objetivo en la vida es sentir belleza, en su definición de expresión de lo inútil. En Chile falta belleza y la belleza se desarrolla con ocio, con hacer crecer el espectáculo y el tiempo libre . Faltan más días domingo", sostiene Sandoval.

Noesnalaferia ama a la señora. "A la mamá cariñosa, la abuelita Eliana de «Master Chef», la que cobija. Es una forma de ser no exclusiva de la mujer. Yo me siento señora. Es señora el chofer de micro diciendo «mi chiquillo». Es la capacidad inventiva del lenguaje chileno. La señora crea la expresión "cómo te dijera". ¿¡Cómo se escribe eso, qué matices entraña!? Como mucha gente, soy señora en la preocupación por los detalles: un pañito debajo de un chiche es importante para la armonía del hogar", añade Sandoval.

—¿De dónde viene la cortesía peculiar a noesnalaferia?

—En los 2000, el periodismo era "CQC": ser insolente era bacán. Ser "irreverente", le decían. ¿Qué mierda es ser irreverente? ¿Burlarse, arruinar una conversación o una actividad? Creo que en Chile se debe reivindicar el derecho a pertenecer a algo, a ser solidario, respetar y aceptar. Nuestro medio permite comunidad, las columnas mutan en una propuesta de conversación. Nuestro índice de interacciones en Facebook es altísimo. Hay una predisposición a creerle al otro. Chile necesita eso: cariño. Y Noesnalaferia tiene un espíritu que resguardar. Nuestra identidad es amor, lealtad, respeto y justicia.

Periodismo de excelencia

"Nos importa

el silencio"

"Este último tiempo ha sido de maduración: nos dimos cuenta de que Noesnalaferia encarna algo profundo de Chile. Cáncer (Noesnalaferia) con Virgo (Chile) es la relación zodiacal más potente y compleja. Buscamos retratar al Chile profundo, popular, marginal, que se resiste a los cambios producidos por el modelo de consumo. Hay un Chile que no cubren los medios y resiste silente. A noesnalaferia le importa ese silencio", dice Sandoval.

"Ante las nominaciones me siento el Golborne de San Bernardo… No, ¡Iván Moreira! Cuando supe, lloré. No quería postular, porque pensé: son los mismos de siempre, catedrales. Me impresioné: implica reconocimiento a nuestro periodismo y también la llegada de nuestro discurso. Pensamos: sí, se puede hacer un medio alternativo que también influya en políticas públicas".

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