"Escucho tanto comentario sobre vestidos y, al lado mío, gente lucha por la vida".

Una de las improntas que ha establecido Carola de Moras en su paso por el Festival de Viña es que, cada noche, un chileno es el responsable de su look. Durante esta segunda jornada, será Ricardo Cona (39), el diseñador encargado de vestirla. Anoche, fue Pato Moreno y quedan por hacerlo Matías Hernán, Gabriela Farías, Bernardo Santander y Paulo Méndez.

Cona —que vive en Lautaro— se presenta con el apellido de su madre (Vergara es el paterno), que es mapuche, y se especializa en novias. Su llegada al mundo de la moda fue tardío "porque había mucho prejuicio en Temuco con la idea de trabajar haciendo vestidos".

Pasó por negocios inmobiliarios y la gastronomía, hasta que, ya pasado los treinta, se lanzó: Estudió en el Inacap, se graduó como el mejor de su promoción y deslumbró en el Santiago Fashion Week 2015, con su colección inspirada en el mundo mapuche.

"Mi abuelo hablaba mapudungun, eran de Cholchol, y no le enseñó nada a mi mamá para que así no la discriminaran por hablar la lengua. Yo estudié en un colegio alemán en Temuco y me daba vergüenza admitir mis raíces. Fue muy triste. Así que esa colección fue para honrarlas", cuenta.

Gracias a las alabanzas de Rubén Campos, Paz Bascuñán usó una de sus creaciones para la alfombra roja del Sanfic 2014; Gianella Marengo, la polola de Marcelo Salas, se vistió con él para la Gala de Viña del año antepasado. Claudia Schmidt y Francisca García-Huidobro también son fans de sus diseños.

"Pablo Gálvez (que asesora a De Moras) se fijó en mis terminaciones, mi forma de trabajar. Me pidieron que trabajara un look, pero me pasaron la tela que está toda bordada en piedra, no puedo decir más, pero se destaca su figura y tiene un escote importante". Para que quede perfecto el diseñador trabajó durante un mes junto a Álvaro Ramírez, su mano derecha.

Sin embargo, tuvo que dejar los últimos detalles de la confección a su equipo: Hace 25 días le descubrieron cáncer linfático y lleva 10 días hospitalizado en El Salvador.

"El cáncer da muchísimo miedo"

"Empecé con un dolor de estómago muy fuerte, fui al doctor y luego vinieron miles de exámenes que confirmaban mi baja de plaquetas y la presencia de linfomas en mi estómago. Llegué mal, sin fuerzas. Ayer me hicieron una biopsia medular para ver si el cáncer se ramificó a los huesos y estoy a la espera de otra más invasiva que será en mi estómago", cuenta él que es fanático de Elie Saab y Oscar de la Renta.

"Cuando te dicen cáncer te da muchísimo miedo, pero me lo tomo como una enseñanza, como un momento de mi vida donde tengo que aprender y crecer. Estoy con mucha gente que me ama y cuida. Siento que tengo todas las fuerzas para luchar este momento. Quiero sanar mi cuerpo y mi alma. La vida no se acabado".

—¿Y has podido ver el Festival?

—Un compañero de habitación tiene tele. Me gustó como se vieron, en la Gala, la Carola, Tonka —ojalá algún día la pueda vestir— y Vane Borghi. No quiero decir quien no me gustó porque no estoy de ánimo para nada feo. Si te sientas linda, serás siempre la mejor vestida.

—Este año la gran polémica fue el canje entre figuras de TV y diseñadores.

—He vestido por canje, pero porque soy muy generoso. Sería sano, por lo menos, un arriendo. No me arrepiento de haber prestado vestidos, pero creo que pagar un arriendo es sano.

—Cuando salgas de todo esto, Ricardo, ¿qué te gustaría hacer?

—Sabes, escucho tanto comentario sobre vestidos y, aquí, al lado mío veo gente que lucha por la vida y todo se vuelve un poco vacío. Sé que saliendo de aquí retomaré todo, pero haré una colección de ropa inspirada en celebrar la vida y el amor que le tengo.

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El monstruo invitado

"Faltó que los animadores se soltaran más"

La noche partió bien porque Carolina de Moras apareció con un look maravilloso. Se veía perfecta. Me carga la gente peladora que la comparó, en Twitter, con Jessica Rabbit, un dibujo animado. En Chile somos muy chaqueteros.

Como primera noche, eso sí, faltó que los animadores se soltaran más, pero estoy segura de que lo arreglarán.

Sería bueno, en todo caso, que Carola no usara tacos tan altos para que Rafa Araneda no se vea como llaverito.

Marco Antonio Solís fue hermoso. Lo amo, canté y grité todas sus canciones. Tuvo la duración correcta porque a la gente le gusta mucho y esto es para el público.

Edo Caroe también estuvo buenísimo, perfecto. Me encanta su humor porque es parecido al mío y lo retan por decir las cosas. No creo que lo hayan censurado como se dijo. Esas impresiones quedan cuando ves el festival en la TV. Allí en la Quinta es diferente. Me encantaron sus tallas políticas, también.

Me dio pena, eso sí, que Ricardo Montaner saliera tan tarde. La gente que aguantó era su fan porque hacía mucho frío. Yo estaba súper entumida. Lo vi un ratito no más. Lo tiraron muy tarde.

Resumiendo. Lo bueno para mí fue Marco Antonio Solís y el VIP que hay en la Quinta y que no se muestra en la tele. Ahí están todas las figuras y hay cositas ricas para comer. Lo feo: Que Renata Ruiz se haya caído a un hoyo. ¿Y lo malo? El frío espantoso en la madrugada.

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