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Canal 13 compró en 2015 la producción nacional "Los años dorados", la que era producida y exhibida con éxito por UCV TV. Todo un hito en la atribulada industria televisiva nacional, sin embargo, luego de dos días de transmisiones fue sacado de pantalla por bajo rating.

Estrenada en julio pasado en el canal porteño, a poco andar la serie llevó el rating a alturas insospechadas para la estación regional: 4 puntos como peak en hogares (algo así como 82.000 televisores conectados a la serie) recompensaron el empeño de los ejecutivos que persuadieron a Walt Disney Company Latin America de abordar la primera co-producción norteamericana con un canal chileno, adaptando a la realidad nacional la comedia de situaciones protagonizadas por cuatro mujeres de la tercera edad que compartían hogar y aventuras en Miami.

Las luces volvieron a encenderse en los estudios ubicados a la entrada de Viña del Mar y por la bajada de Agua Santa transitaron las protagonistas de la versión local: Carmen Barros (92), Gloria Münchmeyer (75), Consuelo Holzapfel (62) y Anita Reeves (67). Los 26 capítulos emitidos el 2015 encontraron poderoso eco en las redes sociales, ampliando el público pese a la mala recepción en la TV abierta capitalina de la señal regional.

"En un estacionamiento se me acercó un niño me apuntó muy serio y dijo: ‘yo la conozco a Ud. La veo en internet'. Y se fue", cuenta la actriz Carmen Barros, quien no termina de sorprenderse de las reacciones que causa su personaje, Carmen, una anciana ludópata que hace y dice lo que le da la gana, para desesperación de su hija Dolores (Anita Reeves) y angustia de sus sobrinas, la sexy y enamoradiza Chichi (Gloria Münchmeyer) y la incauta Bea (Consuelo Holzapfel). Las cuatro entre situaciones hilarantes, peleas y reconciliaciones, redibujan la experiencia de vivir la tercera edad en un país que elude el tema y asume que en la vejez las personas son asexuadas y sin proyectos.

"Rara percepción, cuando las estadísticas indican que el 2020 habrá en Chile la misma cantidad de adultos mayores que de niños", reflexiona Luz Croxatto (53), guionista que adaptó la serie y hoy trabaja en los textos de la nueva temporada, que UCV filmará el segundo semestre de 2016.

Reinventar la TV

Más de diez años actuando, principalmente en TV, precedieron la opción de Luz Croxatto por escribir guiones, actividad en que ha cosechado éxitos como el Altazor 2007 por "Casado con hijos", entre otras adaptaciones que ponen entre sus áreas de especialidad las comedias de situaciones (sitcom).

"La versión original de Los Años Dorados marcó distancia con las comedias televisivas basadas en chistes burdos. El humor ayuda a instalar en la conversación colectiva temas áridos", afirma.

—Los años dorados entraron y salieron tan bruscamente de las pantallas de Canal 13 como otros programas eliminados esta semana en función del rating. ¿A qué lo atribuye?

—Es reflejo de la crisis mundial de la industria, derivada de la irrupción de las nuevas tecnologías. Hoy muchos jóvenes descartan el televisor y lo reemplazan por el computador o el teléfono, y ven lo que quieren, cuando quieren. De esa crisis nadie sabe cómo salir y no se descarta que muera la TV abierta, que hoy consumen fundamentalmente personas de 50 años para arriba. Lo que diferencia la crisis chilena de otras, es el modelo de negocios.

—¿En qué se quedó atrás nuestro medio?

—La TV abierta se financia con publicidad, por eso el rating se transformó en el gran programador y empezaron a programar los gerentes de márketing, pero seguimos haciendo ‘tele' como hace 20 años. Nuestro mercado publicitario no da para más de un canal y hoy Mega concentra todo el rating, o sea, es el único que puede vender publicidad cara.

—Allí el programador no es un gerente de márketing sino un periodista, veterano en la industria. Y su éxito parece basarse en experimentos acertados, no en repetir fórmulas probadas.

—Tal vez delegar en gerencias de márketing la programación aceleró esta crisis en Chile. Esa etapa está muriendo, porque cada vez es más rentable invertir en un viral que funcione en las redes. La lucidez de Patricio Hernández en Mega fue entender que el mercado no da para más de un canal y llevarse al suyo todo lo bueno, porque conocía el medio.

—UCV, un canal pequeño, regional y sin grandes presupuestos, le dio el palo al gato con Los años dorados. ¿Por qué asumió un riesgo que los grandes canales eluden?

—Porque no tienen nada que perder y esa debilidad les da una gran fortaleza. Antes un canal podía darse el lujo de apostar días, semanas o meses construyendo resultados. Hoy, cada día perdido equivale al costo de un hospital, entonces, si algo falla, se elimina ¡ya!

—¿La televisión chilena necesita espacios para pensar y aprender de sus fracasos?

—¡Necesita reinventarse! Pasamos de una TV universitaria y experimental en contenidos a una TV autofinanciada, regida por el rating. Entre medio todo cambió y hoy, cuando los gerentes de márketing van de salida, hay un vacío. Nadie se formó en los últimos 8 años para aprender a programar. No sé cómo saldrá la industria de esta situación, pero creo que la ruta va en un sentido distinto del que buscan los grandes canales.

—¿En qué sentido va?

—Conocer y respetar a la audiencia, tener una línea editorial clara, una razón de existir, que dé sentido al esfuerzo porque te escuchen.

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