Antes que muriera Benjamín fue el primer año que celebré mi cumpleaños con todos mis hijos" Assler, en mayo de 2008
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La muerte nos ronda a diario. Está presente, aunque la ignoramos como si nunca fuera a suceder. Pero siempre sorprende y muchas veces con radicalidad. Así le sucedió ayer a las dos chilenas que recién empezaban su veraneo, junto a su numerosa familia que incluye madre y abuela, al sur de Lima. Ambas fallecidas, María José (34) y Antonia (23) Falcone, eran nietas del coloso de la escultura chilena y Premio Nacional de Arte, Federico Assler.

Este artista de 86 años -hombre sensible y querendón- ha sido arrasado nuevamente por un dolor inmenso que ya conoce y que le permite comprender muy bien la tragedia que hoy vive la mayor de sus hijas, Paula -madre de las dos mujeres fallecidas- y, más encima, le golpea la vida de un nuevo bisnieto que no llegó a nacer.

Hace casi una década, en abril de 2006, el escultor tuvo que enfrentar la muerte repentina de su hijo menor, Benjamín. Deportista, alegre y preocupado por los demás, el joven de 23 años estaba por titularse de Arquitectura en la UC y era un gran compañero de aventuras del escultor. Falleció arrollado por una betonera: andaba en bicicleta como un as, pero en las cercanías de su departamento en la calle Lota el joven perdió la vida.

Entonces, como hoy, Federico Assler experimenta el dolor más profundo que provoca un accidente. Tragedia que un padre y una madre nunca están preparados para experimentar. Por eso, en su mudez y reserva interior, sé que comprende y acompaña a Paula. Y que, tal como me explicó en el libro de entrevistas "Atrapados por el Tiempo" (Infoarte Ediciones, 2008), nada consuela a familiares. Esa vez, cuando habían transcurrido dos años de la muerte de Benjamín, pudo hacer un balance de la vivencia que le sucumbió:

—La dolorosa e imborrable experiencia de perder un hijo, ¿le acercó a los demás?

—Sí. De hecho antes que muriera Benjamín fue el primer año que celebré mi cumpleaños con todos mis hijos. Estaban Benjamín, Natalia y Elisa. También vinieron Federico, Matías y Paula, de mi primer matrimonio. Fue la primera (y única vez) que nos tomamos una foto todos juntos. A los días (el 24 de abril de 2006) murió Benjamín. Fue extraño, muy extraño.

La escultura urbana emplazada por el escultor en la costanera de Los Vilos es un homenaje a su hijo atropellado con sólo 23 años. Es, como precisó él en su momento, "un saludo. Un saludo erótico también". "Las obras tienen que ser eróticas –explicó en 2008-, porque el erotismo hace que el mundo se renueve… Esa pieza de Los Vilos es erótica. ¡Eso es vida!".

Y como su obra llama a la vida, su irrupción -además de la pena humana- le provoca una suerte de impotencia que sólo se serena en el taller, ubicado en el pueblo La Obra, en los altos del río Maipo. Según sus propias palabras, "aquí encuentro mi cosa propia, aunque también, en la casa con los hijos, los nietos y los bisnietos…" que seguirán llegando, ya que –siguiendo con las palabras del escultor- "¡la vida es un misterio!".

En el jardín de esa casa-taller emplazada en la suave ladera de una loma verde, Federico Assler levantó una escultura íntima para recordar a su hijo Benjamín. Y allí mismo, en ese espacio silencioso que es su refugio, recibió ayer el llamado que le habló de muerte, que le remeció el cuerpo entero y que lo obliga nuevamente a poner a prueba la fortaleza.

Obras personales

Artistas que trabajan su dolor

Escultura: Rebeca Matte esculpió la tumba de su madre, ubicada en el Cementerio General de Santiago.

Música: Concierto de Aranjuez. El español Joaquín Rodrigo compuso esta popular pieza musical debido a la muerte de su hijo.

Poesía: Cartas a mi madre Amada. El poeta y diplomático chileno José Antonio Soffia Argomedo escribió esa obra en recuerdo a su madre, fallecida en el centenario incendio de la capitalina Iglesia de la Compañía.

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Canciller:

"Estamos en contacto con

la familia"

Gonzalo Falcone, padre de las hermanas María José y Antonia, llegó esta madrugada al balneario de Cañete, donde se reunió con el cónsul de Chile en Lima, Diego Bunster, para agilizar la repatriación de los cuerpos, que ya fueron trasladadas a la capital peruana.

Hoy, el canciller Heraldo Muñoz señaló que "estamos en contacto con la familia y queremos agradecer al gobierno peruano por las gestiones. Esperamos que los cuerpos se repatrien de la manera más rápida posible".

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