Siempre se ha destacado por dedicarse al servicio público, con una abnegación y entrega reconocidas universalmente". Hernán Larraín

Bien Orpis al renunciar a la UDI, Chile ya no está para defensas en bloque". Manuel José Ossandón
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"Para nosotros, más allá de las irregularidades o errores que ha cometido —que han sido cuestiones dentro del ámbito personal—, siempre se ha destacado en su vida política y profesional por dedicarse íntegramente al servicio público, con una abnegación y entrega reconocidas universalmente". Así, calificando la renuncia al partido de Jaime Orpis de "gesto humano", la directiva de la UDI decidió no hacerle al senador ni un solo reproche político por las irregularidades y delitos que la justicia investiga en el caso Corpesca.

Muy por el contrario, el presidente gremialista Hernán Larraín añadió esta mañana que "Jaime Orpis es un ejemplo", ya que "reconoció" irregularidades y ha dicho que "jamás ha recibido recursos para votar de una manera determinada". Eso, dijo, en comparación a casos en otros partidos que "no han tenido la capacidad para enfrentar estos hechos, o militantes que se han escudado en negarlo".

Dado que ahora el senador ya no militará, la UDI tampoco pasará su caso a Tribunal Supremo, añadió Larraín.

Y aunque la renuncia de Orpis a la UDI es una señal radicalmente distinta a cómo el partido manejó el caso de Jovino Novoa —quien pese a ser condenado no fue sancionado e, incluso, se le hizo una cena de desagravio—, el jefe del partido insistió en que son casos "distintos".

"Son situaciones únicas, cada caso corresponde a circunstancias distintas. Unas tienen una proyección estrictamente personal; otras, a lo mejor, se hicieron para beneficiar a la institución", describió. Y remarcó que "hay diferencias en los hechos ocurridos, en las responsabilidades que se tengan, y cada uno estima cómo debe asumir esa responsabilidad".

Tampoco cuestionó a Orpis el alcalde de Colina, Mario Olavarría, integrante del grupo de ediles UDI crítico de la defensa política de Novoa: "El reproche ya se produjo, si él presentó su renuncia fue para no afectar a la UDI. Ya fuera del partido, es innecesario cualquier pronunciamiento".

En RN, el senador Manuel José Ossandón acotó vía Twitter: "Bien Orpis al renunciar a la UDI, Chile ya no está para defensas en bloque".

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Este gobierno ha sido muy novedoso en materia de comportamiento de su recurso humano. En los últimos días la prensa destacó que hay cinco cargos de subsecretarios vacantes. El punto es menor si consideramos que el cargo de ministro de Salud estuvo 23 días vacante tras la salida de Helia Molina. También La Moneda necesitó 20 días para encontrar un suplente en la Secretaría General de la Presidencia, tras la renuncia de Jorge Insunza; más de ocho meses para dar con el nuevo contralor, y mantuvo largo tiempo vacante la Secom. Estas reparticiones acéfalas transforman el caso subsecretarías en una anécdota más entre tantas peculiaridades.

Es notable la cantidad de funcionarios gubernamentales que renuncian a sus cargos por la prensa. Las últimas semanas fue la subsecretaria de Economía, la del Sernam y la asesora del Segundo Piso y ex ministra Patricia Poblete. Esos fueron casos recientes, pero hubo otras salidas relevantes como la de un subsecretario de Justicia, una subsecretaría de Salud y el director (s) de la Secom.

En la derecha es habitual el poco interés de sus militantes por el Estado y cada vez que asumen un cargo público escuchamos la cantinela: "lo hago para devolverle la mano a mi país", "hay que hacer servicio público", lo que denota un evidente desprecio por lo estatal. Pero ese sentimiento nunca lo habíamos escuchado en la Concertación, nadie hacía abandono de deberes cuando era ungido con un cargo. Lo que más llama la atención en este nuevo mapa del recurso humano es la incapacidad de echar funcionarios. El caso de Burgos, la superintendenta de AFP y los ejecutivos de TVN que renunciaron y siguen en sus cargos son inéditos. Antes los funcionarios "ponían su cargo a disposición" y eran ratificados, pero nunca renunciaron y se quedaron en los puestos.

A este gobierno le cuesta echar gente o aceptar renuncias, el caso de Estadio Seguro fue la máxima expresión de esa incapacidad. Las dificultades para encontrar colaboradores, el éxodo de profesionales y renuncias podrían explicar algo de todo esto.

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