"Dios", "El hombre de las mil caras", "El faraón". En la Cámara de Diputados Miguel Landeros (58) tiene múltiples apodos que retratan su poder como secretario general de la corporación.

El abogado que en 1990 llegó como asesor del ex diputado DC Julio Rojos al Congreso, es quien maneja los hilos de la corporación. A diferencia de los presidentes de la Cámara que se turnan anualmente, el poder del abogado de la Universidad de Valparaíso, oriundo de Magallanes, es permanente. A él responden cerca de 400 funcionarios y maneja la apetecida billetera de la Cámara que en 2016 será de $ 63 mil millones.

En su oficina del cuarto piso de la corporación, que es más grande que el despacho de la mayoría de los diputados, tiene un computador. Ahí concentra la información de toda la Cámara Baja. Y de cada uno de los 120 diputados. Con sólo un click accede al historial de los legisladores: viajes, viáticos, inasistencias y asignaciones. Todo está ahí.

Landeros tiene más influencia, más sueldo y mejor auto que cualquier diputado. Está en el tope de la escala de remuneraciones con un sueldo bruto $ 12.737.926 mensuales y se le ve llegar en su Mercedes Benz 2015 de color blanco.

En el episodio de las asignaciones, la cafetería VIP, los dobles viáticos y otros tantos escándalos parlamentarios, la figura de Landeros siempre pasó inadvertida, hasta esta semana que —por medio de una auditoría que estuvo cinco meses resguardada— se conoció el sistema de préstamos sin intereses ni reajustes al que accedían los parlamentarios de la Cámara.

Frente al escándalo, los ojos apuntaron al secretario como responsable administrativo de la operación.

Los ojos que todo lo ven

Landeros se convirtió en el secretario general de la Cámara en 2013. Su nombramiento fue aprobado en una votación de la Sala por unanimidad. Ese día el abogado formalizó el poder que ya había logrado siendo colaborador del ex secretario de la Cámara, Carlos Loyola.

Hoy cuenta con una red de colaboradores que le informan de las conversaciones de pasillo y de las necesidades que los diputados verbalizan.

Pablo Lorenzini, diputado DC y ex presidente de la Cámara, ofrece un botón de muestra: "En febrero nosotros cerramos y me acuerdo que yo quería venir a trabajar e hice el comentario a mis asesores. A los pocos minutos me llamó Landeros y me dijo que ¡si quiere venir, venga no más!. No sé cómo supo que había hecho ese comentario. Parece que tiene oídos en todas partes de la Cámara".

A Landeros también se dirigen los parlamentarios que tienen problemas personales, políticos o domésticos, por ejemplo, el uso de viáticos. "Sabe generar lealtad por medio de favores", dice un PS.

"Reparte privilegios para quienes son sus amigos por eso progresivamente fue perdiendo la simpatía de la Nueva Mayoría,", afirma un diputado DC.

Landeros también está pendiente de bloquear escándalos personales de los diputados.

Un diputado recuerda que un día "atajó" a un ex parlamentario PPD, conocido por disfrutar de bebidas espirituosas. Y al constatar que tenía hálito alcohólico, lo convenció para que regresara a dormir a su hotel. Para ello, lo hizo acompañar de un funcionario que trasladó al ex legislador hasta su habitación.

Tras el episodio de esta semana Landeros quedó expuesto. En las bancadas de la NM hablan de la necesidad de recortar sus atribuciones. ¿La razón? Pese a su lazo con la DC y el PS (su madre es socialista), hace mucho tiempo que perdió la simpatía de los legisladores de la coalición de centroizquierda, que lo ven como un hombre más cercano a la derecha. Muchos de sus detractores dicen que son conocidas sus amistades con parlamentarios de la UDI y RN.

Miguel Landeros asegura que es un mito que tiene tanto poder en el Congreso. "Yo soy un ejecutor, trato de que las cosas sean lo más transparente posible y se hagan con probidad".

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Parece que tiene oídos en todas partes de la Cámara". Pablo Lorenzini Ex pdte. de la Cámara

El consejero

"Gabrielito, ¿cuándo vas a ir al gimnasio?"

"Gabrielito, ¿Cuándo vas a ir al gimnasio", suele recordarle, con tono maternal, Miguel Landeros a Gabriel Boric, al constatar cuánto ha aumentado de peso del diputado independiente desde que llegó al Congreso. "Ya vi lo tuyo", le dice a otro legislador de la UDI. "Oye, resolví tu tema", le señala a otro de la Nueva Mayoría, son algunas de las frases comunes que Landeros expresa habitualmente en los pasillos la Cámara al toparse con distintos diputados, cruzando abrazos y apretones de manos.

El presidente de la Cámara,

Marco Antonio Núñez dice que Landeros cumple un importante rol de mediador. "Es un abogado con sentido político, buen administrador y tiene la virtud de ser un bálsamo, resolviendo conflictos entre diputados".

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