Matías Ovalle nos cita y nos relata de este pago (UF 2.000) oculto… Todo, con actitud de arrepentimiento y complicación por haber recibido ese dinero". Alex Wiesner.

La historia de la liquidación por problemas económicos de Wiesner S.A. debió resumirse así: apremiado por las deudas en 2011, el matrimonio de Patricio Wiesner y Helga Riffart negoció con sus acreedores más plazo para cancelar lo adeudado, prometiendo vender sus tierras de Machalí a lo más en tres años, a la espera de obtener un mejor precio, que le permitiera pagar y quedarse con algunos miles de millones para vivir la vejez.

Pero cuando Caval compró los campos en $ 6.500 millones, un grupo de abogados quiso sacar su parte y por ello serán formalizados a fines de enero. Al conocido síndico de quiebras Herman Chadwick y a su socio Andrés Orchard (por el delito de ventajas indebidas del síndico), se sumaron dos nombres que hasta este momento se desconocían sus ligazones con el negocio: los abogados civiles de Wiesner S.A., Matías Ovalle y Daniel Huerta, en calidad de encubridores, agregando el supuesto delito de prevaricación.

Entra Chadwick

A mediados de la década pasada Ovalle y Huerta trabajaban con el hijo del matrimonio Wiesner-Riffart, Alex, en el área comercial de los gimnasios Energy. Por eso, la familia recurrió a ellos cuando a fines de 2010 y principios de 2011 veían que no podían pagar las deudas, incluyendo unos US$ 8 millones al Rabobank.

Según coinciden las versiones entregadas a la fiscalía por los abogados y el propio Alex, la familia recibió el consejo de liquidar sus activos. Los juristas pensaron que lo mejor sería negociar con los acreedores una extensión del plazo, pues si forzaban un remate corrían el riesgo de no recuperar todo lo que se les adeudaba.

Con eso en vista, dieron una garantía a los acreedores: que Wiesner S.A. entraría en un convenio judicial preventivo, por lo que sus activos serían manejados por un síndico de quiebras.

El nombre de Herman Chadwick era conocido tanto por Ovalle y Huerta, como por los ejecutivos del Rabobank, institución financiera que era el acreedor más importante.

Pago paralelo

Según Alex Wiesner, por sus labores habituales como consejeros jurídicos, los abogados pactaron previamente un pago anual, más un premio cuando se vendieran los terrenos a Caval.

Pero, aparte de eso, Matías Ovalle y Daniel Huerta recibieron otras UF 2.000, es decir, algo más de $ 50 millones a plata de hoy, que no estaban en ningún contrato. Según cercanos a los abogados, fue un dinero que le pidieron directamente a Chadwick tras la venta a Caval, por haber cumplido labores que él debía realizar, pero que no hizo. Esa versión, aún no la entregan al Ministerio Público, pero se informó que lo harán junto con traspasar pruebas de los trabajos "adicionales" ejecutados.

Pero otro detalle los complica: no boletearon al síndico, sino que a la sociedad Vicuña y Compañía, de Andrés Orchard, quien a su vez es investigado por supuestamente cumplir labores de palo blanco.

"Si facturaron a nombre de una sociedad de Orchard era porque Orchard trabajaba para Chadwick y pensaron que la sociedad era de Chadwick", señalan cercanos a los abogados.

Los enredos de Orchard

El síndico de quiebras Herman Chadwick ha negado que pidiera un "premio" por sus labores, como se sospechó cuando se descubrió que su socio Orchard recibió un cheque de UF 4.000 de la esposa de Patricio Wiesner, Helga Riffart.

Y es que esa es exactamente la misma cifra de la que habla un correo que Orchard envió a los abogados Huerta y Ovalle, con copia a Chadwick. En éste, y bajo el título de "números finales", incluye un ítem que dice "Honorarios por éxito síndico UF 4.000: $ 95.902.720".

Luego, Orchard realizó un traspaso al síndico: "De los $ 96 millones recibidos, le pagué una suma cercana a los $ 35 millones mediante un cheque de Vicuña y Compañía", le dijo al fiscal. Sin embargo, aseguró que ello se lo debía como contraprestación por arriendo de oficina.

Y dijo que los $ 96 millones de Riffart no eran un premio para su amigo, sino que un pago por labores extras que él realizó para la mujer, aunque no hay ningún contrato al respecto.

¿Qué dijo Helga Riffart? "En ningún caso contraté los servicios del señor Orchard… Tal cheque por $ 96 millones nos fue pedido por el mismo Sr. Chadwick… como premio por una supuesta excelente labor realizada".

Lo concreto, es que fuera de todo contrato —con el argumento de que "así se estila"—, los Wiesner pagaron $ 96 millones que fueron a parar a cuatro manos.

Y sobre lo recibido por Ovalle y Huerta, Alex, a manera de epílogo, concluyó: Matías Ovalle nos cita a su oficina y nos relata de este pago que se realizó a ellos y oculto a nosotros… Todo con atitud de arrepentimiento y complicación por haber recibido ese dinero".

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